El escenario que más teme Pedro Sánchez este domingo 26 de mayo es uno que auguran los sondeos, según el cual los principales presidentes autonómicos del PSOE, y candidatos como Ángel Gabilondo (Madrid), o incluso Luis Tudanca (Castilla y León), dependerán para gobernar de un pacto con Ciudadanos, no de Unidas-Podemos, que va a ser clave en la investidura de Sánchez.
Pretende controlar desde Madrid los movimientos autonómicos antes que su investidura, admiten a Vozpópuli distintas fuentes socialistas. Casualidad o no, de momento, el Rey, que ya se ha visto con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no ha convocado acto seguido la ronda de consultas con los portavoces. Y es que el interesado, Sánchez, no tiene prisa por lo suyo: convocará el Comité Federal, donde se ratificará toda la estrategia de pactos, a mediados de junio para atar en corto a los barones y evitar la previsible 'cacofonía' con cada uno mirando por sí mismo para deleite de Albert Rivera.
La sola imagen del líder 'naranja' exigiendo en la misma noche electoral al extremeño Guillermo Fernández Vara, al castellano-manchego, Emiliano García-Page, o al aragonés, Javier Lambán, un compromiso expreso contra "el PSOE de Pedro Sánchez" (sic), como viene repitiendo desde hace meses, pone los pelos de punta en la Moncloa; y también en la sede socialista de Ferraz, donde todavía se recuerdan aquel grito de la militancia en la noche del 28 de abril: "¡Con Rivera no!"
?? "¡Con Rivera no, Con Rivera no!", gritan los simpatizantes del PSOE en Ferraz, donde acaba de salir Pedro Sánchez tras ganar las elecciones generales.
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— RTVE Noticias (@rtvenoticias) April 28, 2019
Porque todos, dirección federal y barones, intuyen que el acuerdo programático "escrito y firmado" que exige Pablo Iglesias a Sánchez, y el que va a exigir Rivera a los barones socialistas en sentido diametralmente opuesto, van a entrar en contradicción... y hay que someterlos a consulta de las bases. Que una cosa es desahogarse tras el triunfo electoral y otra poner en riesgo todo el poder autonómico. Si lo sabrá el propio presidente del Gobierno en funciones, al que había que ver esforzándose en acallar los gritos con un "nosotros no somos como ellos (Ciudadanos), no vamos a ponerles cordón sanitario".
Se estima que el nombramiento de los alcaldes llegue en torno al 15 de junio, cuando también comenzarán a constituirse los parlamentos. La fechas del calendario autonómico oscilan entre el 11 de junio de las Asambleas de Madrid y Murcia, y el 21 de junio de las Cortes de Castilla y León. En todo caso, la ley fija como límite el 26 de junio, un mes después de los comicios.
Antes ya se habrá convocado ese Comité Federal que fije criterios en el 'mapa' de pactos y, a partir de ahí Sánchez podrá cerrar su investidura en el Congreso, que pretende en la primera quincena de julio; probablemente simultánea con las de los barones socialistas que logren retener su poder y las de quienes aspiran a conseguirlo.
La consulta a las bases del PSOE, muy fieles a Sánchez hasta ahora, tiene riegos para él si un rechazo a pactar con Ciudadanos conlleva a pérdida de poder autonómico y miles de altos cargos en la calle
Lo cierto es que, a priori, Rivera tiene 'la sartén por el mango' de decidir a qué barones socialistas apoya y a cuales no. La famosa "geometría variable". Por ejemplo, ya ha dicho que Vara, Lambán o García-Page son el PSOE español de siempre, no el de Pedro Sánchez, que pacta "sin escrúpulos" con el independentismo catalán para mantenerse en el poder cuatro años más; pero a Gabilondo en Madrid le ha puesto la cruz.
Madrid es la joya de la corona en estas elecciones del 26 de mayo y Ciudadanos acaricia ya el sueño del sorpasso al PP -lo logró en las generales del 28 de abril-, con el que podría pactar la alcaldía de la capital para el popular José Luis Martínez-Almeida y el Gobierno regional para el naranja Ignacio Aguado.
Nominalmente, Pedro Sánchez tiene absoluto control del Comité Federal del PSOE hoy día, pero otra cosa es una consulta a las bases porque "esto no va de Susana (Díaz) o Pedro, un escenario que supo manejar con habilidad en 2017", reconocen varias fuentes; esto va de la supervivencia con cargo al erario público de aparatos de las federaciones con cientos de militantes colocados en la administración regional. Palabras mayores.
Por eso, añade alguna fuente, lo "normal" es que Sánchez pacte con sus barones los límites de los acuerdos a los que lleguen ambas partes por separado con Podemos y con Ciudadanos, respectivamente, antes de someterlo a consulta. Una especie de: "Yo no me meto en tus pactos con Rivera/tú no te metes en los míos con Iglesias". Claro que llegar a eso también va a implicar renuncias por parte de Ciudadanos y Podemos... que están por ver.