Pedro Sánchez suma una mujer más al Consejo de Ministros. Se trata de la socialista vasca Isabel Celaá Diéguez (Bilbao, 1949) y será la encargada de pilotar la cartera de Educación en el nuevo Gobierno. La política bilbaína fue consejera de Educación, Universidades e Investigación en el Gobierno Vasco de Patxi López de 2009 a 2012. Aunque el nombre de López había sonado en las quinielas de ministrables y el de Celaá no, finalmente será la bilbaína quien represente al PSE-EE en el nuevo Ejecutivo.
Licenciada en Filosofía, Filología Inglesa y Derecho, Celaá está casada y es madre de dos hijas. Desde octubre de 1998 fue parlamentaria autonómica vasca por Bizkaia y tiene una larga trayectoria vinculada al sector de la Educación, ya que impulsó una ambiciosa reforma en la Educación Púbica Vasca, apostando por el trilingüismo y la incorporación de las nuevas tecnologías en los centros escolares, a través del programa Eskola 2.0.
La socialista vasca comenzó sus responsabilidades institucionales en materia de educación en 1987 como responsable del gabinete del consejero de Educación, Universidades e Investigación José Ramón Recalde del gobierno de coalición PNV-EA-EE de 1991 según publica El Diario Vasco y fue viceconsejera en esta materia con Fernando Buesa como consejero hasta el fin de la legislatura (1995). En un momento de su carrera abandonó las responsabilidades de Educación para ejercer de directora de gabinete de Ramón Jáuregui, consejero de Justicia, Economía, Trabajo y Seguridad Social.
Temas pendientes
Entre los retos con los que se encontrará Celaá destaca el de retomar las negociaciones para lograr un Pacto Educativo que dé lugar a una nueva ley que sustituya a la Lomce, que lleva cuatro años en vigor y que el PSOE siempre ha criticado. Si bien su antecesor en el cargo, Íñigo Méndez de Vigo, deja la sede de la madrileña calle de Alcalá tras haber intentado "apaciguar" el ambiente provocado por las políticas del exministro José Ignacio Wert, aún quedan varios temas pendientes fruto de los vaivenes políticos.
Otros deberes del Ministerio de Educación son publicar a final de curso el decreto que establece los umbrales de renta y patrimonio familiar y las cuantías de las becas y ayudas para el próximo curso; pactar el Estatuto Docente que los sindicatos exigen desde hace años; potenciar la Educación Infantil de 0 a 3 años; reducir el abandono escolar, que actualmente es del 18%, para cumplir el compromiso comunitario de dejarlo en el 15 % en 2020 e instaurar un MIR Educativo propuesto por los socialistas, entre otras fuerzas, para que los profesores cuenten con una formación y unas prácticas exigentes antes de ejercer la profesión, a semejanza del MIR sanitario.
Otra tarea pendiente para Celaá es la de luchar contra el acoso escolar; negociar tema de salarios, plantillas, ratio y nuevos centros en Enseñanza Concertada; homogeneizar el Calendario Escolar y potenciar la Formación Profesional y la FP Dual, consolidada en otros países europeos como Alemania, pero sin arraigo en el país.