Madrid, 1 de octubre de 2017. En Cataluña se celebraba un referéndum declarado ilegal por el Tribunal Constitucional y el Gobierno de Mariano Rajoy se enteraba de los hechos a través de la televisión y la prensa digital. No había reunión de gabinete, ni viaje de última hora, ni videoconferencias. Se hicieron un par de llamadas, pero entre ministerios. Las decisiones, explicó esta semana el expresidente, estaban en manos de los coordinadores del operativo policial.
Rajoy, la que fuera su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el exministro Juan Ignacio Zoido comparecieron esta semana como testigos ante el tribunal que juzga la causa del 'procés'. Los tres dieron razón de lo que ocurrió el 1-O y contaron cómo lo vivieron al frente de la Moncloa. Declararon como testigos, es decir, con obligación de decir la verdad.
Coincidieron en varios aspectos: ninguno se involucró en el operativo policial que se llevó a cabo para impedir la consulta, ninguno consideró desproporcionado el uso de la violencia por parte de los agentes y los tres acudieron a los medios de comunicación para informarse de la situación en Cataluña.
Rajoy
El expresidente vivió el referéndum catalán desde su despacho en Moncloa. Según dijo, ni habló con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni líderes independentista ni representantes internacionales.
"¿Qué información le dio la Policía?", le preguntó este martes una de los abogados de los acusados. Rajoy explicó que él no tuvo vinculación con los agentes: "Yo no me ocupaba de los temas del dispositivo, yo llevaba la dirección política". A su juicio, pretender que el presidente tome decisiones sobre operativos policiales "no tiene ningún sentido" e insistió que en un Gobierno cada quien tiene sus propias competencias.
Otro de los letrados preguntó si había recibido "alguna llamada del extranjero", a lo que el expresidente respondió de forma tajante: "No, ninguna". Rajoy aseguró que solo mantuvo conversaciones con Sáenz de Santamaría. "La vicepresidenta del Gobierno estaba conmigo en La Moncloa el 1-O, y yo hablé solo con ella".
Casi al final de su interrogatorio, uno de los abogados de las defensas pidió que se le exhibiese un vídeo sobre las cargas policiales. El expresidente lamentó "muchísimo" las imágenes, si bien responsabilizó de ello al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Sáenz de Santamaría
La que fuera número dos del Gobierno sí admitió haber hablado con otras personas aparte de Rajoy. Según dijo en su declaración como testigo, mantuvo conversaciones telefónicas con el entonces delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo -quien comparecerá la próxima semana ante el tribunal-, y con el ministro Zoido, que también respondió a las preguntas de las partes el jueves. Sin embargo, la vicepresidenta no consideró que el ministro del Interior, máximo responsable de las fuerzas de seguridad estuviese en el palacio de La Moncloa.
El resto de información vinculada a lo que sucedida en Cataluña fue suministrada por los medios de comunicación. Preguntada por si se había enterado de las cargas policiales -o actuaciones policiales bajo orden judicial, como señaló ella-, aseguró que lo había visto en televisión, "como toda España". Insistió en que no eran unas imágenes gratas de ver, pero no cuestionó la actuación de los agentes. "Lo que vi fueron murallas humanas y agresiones y lanzamientos de objetos que todos pudimos ver por televisión. Vi que estaban impidiendo que se cumpliera con una decisión judicial", dijo.
Zoido
El que estuviese a cargo de la cartera de Interior no asistió a La Moncloa aquel 1 de octubre. Se quedó en su despacho en Paseo de la Castellana, 5, según recuerdan a este periódico sus colaboradores más cercanos. Al igual que Sáenz de Santamaría, se enteró del operativo de aquel día a través de los medios de comunicación.
Admitió que antes del referéndum, el 28 de septiembre, fue informado de la reunión entre el secretario de Estado de Seguridad, el exconseller de Interio Joaquim Forn -juzgado en la causa- y el expresidente Carles Puigdemont. Pero insistió en que el 1-O él no habló con los coordinadores del dispositivo policial. No dio mayores detalles de su actuación aquel día. De hecho, su declaración estuvo plagada de "no lo sé" y "lo desconozco".