Quién le iba a decir a Juan Lobato, secretario general del PSM y portavoz en la Asamblea de Madrid, que a poco más de un mes para la celebración del congreso regional iba a estar en una situación tan desahogada. El exalcalde de Soto del Real encara sus semanas más tranquilas de todo el 2024, y eso es decir mucho, pues a la vuelta del verano, con el inicio del nuevo curso político en la región, su silla parecía tambalearse.
En Vozpópuli hemos ido contando, paso a paso, cómo la relación entre Ferraz y Lobato se había ido agrietando con el paso de los meses. Desde su llegada en octubre de 2021, la situación pasó de máxima confianza a puro escepticismo, hasta el punto de ser considerado como uno de los barones que la cúpula socialista quería purgar.
El punto crítico fueron las elecciones europeas del pasado 9 de junio, cuando el PSOE confirmó su caída en picado en todas las regiones de España con significativas caídas de votos. Si bien el análisis sobre las elecciones en Galicia, País Vasco y Cataluña tenían una lectura más particular, los resultados de los comicios al Parlamento Europeo fueron clarividentes.
La creencia de Sánchez de que todo el mundo lo hace mal menos él puso en la picota a un Lobato que ha pagado caro sus opiniones en temas tan delicados para Moncloa como la amnistía o la financiación autonómica. Aunque ha terminado reculando en muchos de ellos, pues le iba el puesto en ello, la lista de contendientes contra él de cara al congreso regional del PSM comenzó a engordar.
A partir del próximo 5 de diciembre, Lobato peleará por revalidar su condición de secretario general, un acontecimiento para el que, hasta hace apenas un mes, Ferraz quería postular a un candidato crítico contra él. Nombres como Javier Ayala o Francisco Martín sonaron con mucha fuerza.
Finalmente, y ante los innumerables frentes que tiene abiertos el Gobierno de España, el PSOE decidió aparcar su batalla en Madrid hasta 2027, cuando se acerquen las elecciones municipales y autonómicas. Ahí será cuando Lobato volverá a estar intranquilo, pues la terna de nombres se ampliará.
Este periódico contó que los nombres de los implicados en el juego de tronos son los de Fran Martín -delegado del Gobierno en Madrid-, Emma López -concejala en el Ayuntamiento de Madrid-, Javier Ayala -alcalde de Fuenlabrada y exrival de Lobato-, Javier Rodríguez -exalcalde de Alcalá de Henares-, Pilar Sánchez -exdiputada en la Asamblea de Madrid y ahora pieza clave del gabinete del Ministerio para la Transformación Digital- y José Cepeda -exsenador por Madrid afín al ministro de Presidencia, Félix Bolaños-.
Lobato coge aire a costa de Más Madrid
Además de esta paz a la socialista, Lobato ha tenido la mira puesta en la crisis que lleva una semana haciendo estragos en Más Madrid. El estallido del 'caso Errejón' y las críticas a la cúpula de la formación por su laxitud con las acusaciones de agresión sexual que otean sobre Errejón han hecho que Más Madrid haya perdido mucho fuelle a nivel político.
Hasta el punto, que no deja de ser anecdótico, de que si Loreto Arenillas se fuese al Grupo Mixto, dejaría al PSOE como segunda fuerza de la Asamblea con 27 escaños, uno más que el partido nacido de Podemos. Sin embargo, lo que es real y palpable es que Lobato volverá a ser quien encabece la oposición contra la presidenta Díaz Ayuso, pues la figura de Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, está en entredicho por su labor en la gestión del 'caso Errejón' en verano de 2023, cuando era secretaria de organización y decidió, junto al resto de la dirección, creer al acosador y no a la víctima.
Así, y sin nadie que aparentemente pueda opacarle en el congreso regional del PSM, Juan Lobato coge aire de una vez por todas. Veremos si, cuando se retome la guerra civil en 2027, ha conseguido consolidar su proyecto o sigue teniendo la sombra de Ferraz y el aliento de Más Madrid pegado al cogote.
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