Política

La marea de corrupción ahoga al Gobierno: “Koldo usaba el poder reflejo de Ábalos y Begoña, el de Sánchez”

La mancha del caso Koldo-Ábalos salpica al entorno de Sánchez y afecta de lleno a ministros y gobiernos autonómicos. La preocupación desborda al PSOE y paraliza al Gobierno

La mancha de corrupción del caso Koldo-Ábalos se extiende por todo el Gobierno. Ya no es sólo la compra de mascarillas, que también. La intervención de estos comisionistas y colocados de gabinetes ha salpicado al entorno de Pedro Sánchez y afecta de lleno a ministros y gobiernos autonómicos.

El PSOE ha entrado en pánico ante la magnitud de la crisis y el Consejo de Ministros está completamente paralizado, según explican fuentes socialistas a Vozpópuli.

El problema, dicen estas fuentes, es lo que se conoce en política como "poder reflejo". Cuando Koldo García, asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio, ofrecía su proveedor de mascarillas ahora bajo la lupa de la Audiencia Nacional, el ministro o consejero autonómico de turno interpretaba que el ministro hablaba por boca de Koldo.

El "poder reflejo"

Lo mismo ocurre con la reunión que uno de los comisionistas implicados en la trama, Víctor de Aldama, y el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, mantuvieron con Begoña Gómez, esposa del presidente. Los más veteranos del PSOE ponen como ejemplo análogo el caso Juan Guerra, hermano del ex vicepresidente Alfonso Guerra.

"El poder reflejo otorgado funciona así y es el gran problema que hay ahora en el Gobierno", explican estas fuentes. "Koldo usaba el poder reflejo de Ábalos y Begoña Gómez, el de Sánchez. Para ellos, verse con Gómez era como reunirse directamente con el presidente".

El papel de este personal de confianza durante la pandemia y en operaciones como la del rescate de Air Europa parece solo la punta del iceberg. Y la marea de corrupción amenaza con ahogar a un Gobierno que no acierta a sacar la cabeza del fango en estos días.

"Suena todo muy turbio", explica un socialista. "Todos sabemos que Koldo era un pobre hombre que vio la oportunidad de ganarse unos eurillos... ¿Con qué respaldo?"

Mientras Ábalos actúa ya por libre después de pasar al Grupo Mixto, el caso amenaza ahora a destacados dirigentes del PSOE y del Gobierno: Illa, Armengol, Ángel Víctor Torres...

Parálisis en el Gobierno

La sensación de parálisis atenaza al Gobierno. Los ministros no pueden acudir a acto alguno sin tener que responder preguntas sobre la corrupción. No hay Presupuestos Generales del Estado a la vista. Ábalos sigue de paseo por los platós vendiéndose como una víctima. Y Sánchez se marcha la semana que viene a Brasil y Chile sabiendo que llevará la mochila de Koldo, Ábalos, Armengol, Illa y compañía en cada rueda de prensa a pesar de poner un océano de por medio.

La única voz del Gobierno que ha intentado apagar el incendio del día ha sido la vicepresidenta y número dos del PSOE, María Jesús Montero. Después de meses cargando contra el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Montero ha reclamado "preservar y dejar fuera del rifirrafe político" determinados ámbitos de la vida privada.

Además, ha dicho que Begoña Gómez "tiene un puesto de responsabilidad en un instituto de empresa" y, por tanto, reunirse con empresarios "forma parte de su trabajo".

"Me parece que en política no todo vale y hay determinados ámbitos que deberíamos de preservar y dejar fuera del rifirrafe político, por el bien de todos", ha dicho. " Cuando ya empezamos a querer implicar a familiares, a personas ajenas a la vida pública, a la vida política en las tareas que tienen que ver con la dialéctica parlamentaria, pues entonces empezamos a ser extraordinariamente injustos".

El Supremo abre causa a Puigdemont

Toda esta vorágine ha coincidido con la decisión del Tribunal Supremo de abrir causa contra Carles Puigdemont por delito de terrorismo. La Sala de lo Penal ha acordado por unanimidad declarar su competencia para investigar al expresidente catalán y al diputado del Parlamento catalán Rubén Wagensberg, huido a Suiza, por su presunta implicación en la causa de Tsunami Democràtic.

La imputación pone en solfa la ley de amnistía, que sigue varada en el Congreso de los Diputados por el rechazo a apoyarla de Junts per Catalunya. Sin amnistía, no hay legislatura, porque Sánchez depende de los siete diputados de Puigdemont.

El ex presidente catalán quiere la amnistía total de todos los delitos. Y ese es un muro difícil de franquear por lo dicho y hecho en el pasado en los instituciones y tribunales europeos.

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