No se sabe si a Mariano Rajoy le gusta el judo, deporte basado en aprovechar la fuerza y la inercia del adversario, pero sí que ha ordenado a los suyos "aprovechar" la rotundidad de Pedro Sánchez al pedir su dimisión, para presentar al líder socialista como alguien dispuesto al "todo vale" con tal de llegar cuanto antes a La Moncloa, según diversas fuentes populares consultadas por Vozpópuli.
Porque el PP cree que hay una conexión clara entre lo que ocurrió por la mañana en la Audiencia Nacional, con el interrogatorio a Rajoy del abogado de la Asociación de abogados demócratas (Adade), José María Benítez de Lugo, seguido del de el abogado del PSPV, Virgilio Latorre, y la salida a mediodía de Sánchez en Ferraz formulando al presidente del Gobierno otras diez preguntas y reclamando su marcha.
"El PSOE han llevado la política a la sala de vistas y se ha equivocado", se concluye en la sede de Génova. Ven a Sánchez "con prisa", "desesperado" por derribar a su adversario, pero los populares creen que puede salirle el tiro por la culata.
Rajoy tuvo momento de fuerte tensión con el letrado Benítez de Lugo, a quien llegó a espetar "no sé si se ha confundido de testigo", tras preguntarle por donaciones de empresarios al PP. "¿Sigue pensando que este proceso es una trama contra el PP?", prosiguió, y aunque Rajoy se mostró dispuesto a "responder", el presidente de la Sala, Ángel Hurtado, cortó lo que por momentos empezaba a parecerse más a un debate parlamentario: "No, no, no, la pregunta me parece que no es pertinente".
El PP vio ayer un claro "reparto de papeles" entre el PSOE y "sus abogados" en el Caso Gürtel, pero cree que al líder socialista le puede salir el tiro por la culata
Los populares creen ver en un claro "reparto de papeles" entre Ferraz y "sus abogados", y ahora que el debate vuelve de los tribunales a la política intentarán cortarlo. De hecho, Pablo Iglesias ha pedido a Pedro Sánchez que apoye su petición de un pleno urgente del Congreso para que el presidente del Gobierno explique en sede parlamentaria lo que no dijo ayer en la Audiencia.
Hoy, Iglesias tratará de convencer a Sánchez para que cambie de opinión durante la conversación telefónica que va a mantener, pero todo apunta a que no cederá porque el socialista sabe que la iniciativa, sin el apoyo de Ciudadanos en la Mesa del Congreso, y no lo tiene, está condenada al fracaso.
Los de Albert Rivera, que ayer guardó silencio para no tener que hablar de su incómodo socio de gobierno, tienen claro que no van a participar en la "mesa permanente" de la izquierda, que invocaba ayer Podemos, porque su electorado no lo vería bien.
