El PP de Alberto Núñez Feijóo quiere hacer del sentidiño su bandera política. Es decir, que el "sentido común" y la moderación guíen sus pasos en la jungla de asfalto que es la política de nuestro tiempo. Y pocos encarnan ese sentidiño como Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, que tenía por delante la difícil misión de cuidar y conservar la herencia política del jefe, capaz de cosechar cuatro mayorías absolutas consecutivas en su tierra.
Han pasado poco más de 100 días desde que Rueda se quitase un peso de encima y revalidara el triunfo de Feijóo en las elecciones gallegas del 18 de febrero. Tiempo suficiente para que el mandatario haya alcanzado su mayoría de edad en la política, sacudiéndose la tutela de Feijóo y ofreciéndose a liderar la ofensiva de los barones del PP contra Pedro Sánchez y su concesión fiscal a Cataluña para poder investir a Salvador Illa como president.
La sombra de Feijóo era alargada, como la del ciprés de Miguel Delibes, pero Rueda ha conseguido labrarse un nombre propio en poco tiempo. La mayor prueba de ello es el paso al frente del que hemos sido testigos hace escasos días, convirtiéndose en punta de lanza de los barones genoveses ante la ruptura del modelo de financiación autonómica perpetrada por Illa y Sánchez.
"Me preocupan las consecuencias económicas que puede haber para Galicia. No lo vamos a tolerar y vamos a hacer todo lo posible, incluso encabezando, si es necesario, un movimiento de reacción", manifestaba el presidente de la Xunta.
"No se puede romper la igualdad jurídica, territorial y, sobre todo, la económica. A mí me preocupa todo lo que está pasando en España en general, lo que está pasando con los chantajes en Cataluña, pero sobre todo las consecuencias económicas que puede haber para Galicia".
Libro de estilo de Feijóo
Siguiendo los pasos de su predecesor, Rueda tratará de llevar a cabo una acción coordinada con las comunidades gobernadas por el PP e, incluso, con las del PSOE, ya que tanto Emiliano García-Page (Castilla La-Mancha) como Adrián Barbón (Asturias) se han mostrado críticos con este desguace de la financiación autonómica.
Alimentar la división interna en Ferraz va a ser una de las prioridades del PP en su vuelta al ruedo político tras el parón del verano. Lo que la amnistía no ha conseguido -quebrar el PSOE de Sánchez- sí puede hacerlo un tema que afecta de manera directa a los bolsillos de los barones socialistas. "Ayuntamientos y comunidades autónomas van a perder mucho dinero tras esta nueva concesión de Sánchez a los independentistas. No se va a poder utilizar ese dinero para financiar administraciones locales deficitarias", apuntan en Génova.
Rueda se apunta al libro de estilo de Feijóo, que cuenta con una dilatada experiencia en liderar a los presidentes autonómicos en reivindicaciones de interés común más allá de las discrepancias ideológicas. Así ocurrió en la cumbre de presidentes sobre financiación autonómica que Feijóo organizó en Santiago cuando todavía era presidente de Galicia. Una llamada a la que acudieron voces alejadas del PP como Barbón o el entonces presidente de Cantabria -gracias al PSOE-, Miguel Ángel Revilla.
Un estilo que contrasta con el individualismo que representa Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ya ha anticipado que se rebelará contra imposiciones fiscales del Gobierno de Sánchez para compensar el dinero que se le perdonará a Cataluña: "Desde Madrid nos negamos a la creación de una supuesta España federal plurinacional y laica que es ilegal, que atenta contra la soberanía nacional y que, por supuesto, va a afectar a los recursos de todos los españoles y otras comunidades autónomas que tienen problemas verdaderos".
El sentidiño como estrategia política
Feijóo se mantiene firme en su afán por la moderación política, algo que no está reñido con la contundencia cuando es necesario -como su voluntad de hacer comparecer a Pedro Sánchez en la Comisión de investigación del Senado por el caso Koldo y derivados-. El líder del PP considera que el sentidiño es el camino a seguir en una sociedad, la española, que es mayoritariamente de centro (centroderecha y centroizquierda).
Con un centroizquierda maltratado por Sánchez y el principal rival de centroderecha desaparecido (Ciudadanos), Feijóo insistirá este nuevo curso político en unificar estas voces frente al líder socialista. Una estrategia que los diferencia también de Vox, cada vez más a la derecha tanto en términos nacionales (ruptura de gobiernos autonómicos) como europeos (haciendo tándem con Orban en el Parlamento Europeo).
Cuca Gamarra se refirió así a la victoria de Rueda en las pasadas elecciones gallegas: "Los gallegos han elegido el sentidiño". Una idea que subrayó después en su primera intervención como presidente y a la que se ha sumado sin miramientos Alfonso Rueda.
Incandescente
Otro publirreportaje a la cuenta de resultados....
Mari loli
si
marqueslinchado
No conozco a nadie que use la palabra "sentidiño" y no sea imbécil.
Pacopepe
Borja, hablas del individualismo de Ayuso y luegos dices : "Desde Madrid nos negamos a la creación de una supuesta España federal plurinacional y laica que es ilegal, que atenta contra la soberanía nacional y que, por supuesto, va a afectar a los recursos de todos los españoles y otras comunidades autónomas que tienen problemas verdaderos". ¿Dónde está el individualismo?.... Me parece una opinón desafortunada.
democracia real
democracia es más que votar cada cuatro años. democraciareal.com
Luis
Retratado Magnifica definicion Pero siguen sordos y ciegos
Stephen Dedalus
Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja No se sabe a nivel nacional ni que Galicia siga existiendo y Rueda va a "liderar". Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja Jajajajajaja