El último decreto del “parón total” de la economía, elaborado a toda prisa por el Gobierno entre el pasado sábado y la noche del domingo, ha levantado duras críticas en la oposición. Tanto el PP como Ciudadanos y Vox han acusado al presidente Pedro Sánchez de no haber debatido con ellos y con los agentes sociales una medida de gran calado, que, para el partido de Pablo Casado, puede suponer “llevarse por delante el sistema productivo”. Todavía no hay una fecha para el debate parlamentario, aunque la decisión de Sánchez ubica al Gobierno en una situación de minoría política de la que será difícil salir.
En la prórroga del estado de alarma por el coronavirus de hace cinco días, Sánchez logró el apoyo de casi toda la Cámara Baja, a exclusión de los independentistas catalanes CUP, ERC y JxCat y Bildu, que se abstuvieron. Pero aquel apoyo transversal es agua pasada. El pasado lunes, Casado rechazó dar el visto bueno a la prohibición de despedir y a la paralización de la actividad no esencial.
Pablo Casado ha acusado al Ejecutivo de "ocultar información" a la oposición y ha criticado que les lleguen los reales decretos "sin anunciar", como "un trágala". Dicho esto, ha advertido de que su partido no puede seguir "remando en la misma dirección" con esa actitud que está manteniendo el Ejecutivo.
También Inés Arrimadas, de Ciudadanos, ha vuelto a tener una posición beligerante contra el Gobierno. Alineada con Casado, ha exigido al Ejecutivo más ayudas a los autónomos (pide exonerar su pago mensual) y actuar con más concreción y previsión para aumentar la “seguridad jurídica” de los trabajadores.
Enfado de los empresarios vascos y catalanes
Las críticas al Ejecutivo por el parón nacional a la economía decretado solo tras recibir la propuesta de los sindicatos ha generado malestar también en el sector empresarial. Los empresarios catalanes y vasco han clamado contra Sánchez. Para la patronal vasca cerrar empresas no esenciales es directamente un “suicidio”.
El presidente de la patronal catalana Foment, Josep Sánchez Llibre, ha calificado la acción de Sánchez de “improvisada” y “falta de respeto” hacia el sector productivo. Palabras que se suman a las de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, que ha tildado de “precipitado” el plan del Ejecutivo.
Aunque el Real Decreto sobre el parón de la economía es efectivo desde el momento de su aprobación por el Consejo de Ministros, necesita de la mayoría del Congreso para su convalidación. Hasta ahora Sánchez gozaba, gracias al apoyo de ERC, Unidas Podemos y el PNV, de los números suficientes para aprobar sus propuestas. Sin embargo, desde Bilbao llegan cada día más fuertes los rumores de ruptura, como adelantó Vozpópuli, y ERC ya se abstuvo en la última votación parlamentaria. De tal manera que no se puede dar por descantado su respaldo.
Solo Unidas Podemos, que llegó al gobierno de manera inesperada, se convierte en el escudero de Sánchez. "Quien conoce a Pablo [Iglesias] sabe que no hay otro plan más allá que seguir en el Gobierno", zanjan desde la formación morada.
De frágil mayoría a ser minoría
La suma de los escaños del PSOE y Unidas Podemos (ambos en el Gobierno) alcanza los 155 diputados. Populares, juntos a Vox y Ciudadanos lograrían 151 escaños, aunque a ellos se podrían sumar los seis del PNV y los ocho de JuntsXCatalunya, que la abstención de ERC (13) dejarían al Gobierno en minoría.
En el puzzle de un Parlamento más fragmentado que nunca, resulta ahora difícil reeditar la mayoría de fuerzas muy heterogéneas que sirvió a Sánchez para conquistar la Moncloa. Los populares, que con sus 89 diputados pueden convertirse en el verdadero punto de apoyo del socialista, no están dispuestos a entregar su mano sin obtener algo a cambio.
“No vamos a aceptar que se impongan los radicales”, explican con contundencias fuentes del PP. El partido de Casado considera que ahora Sánchez debe empezar a negociar. ¿El qué? Ayudas directas a las familias que “en pocos días” se puedan encontrar en dificultad para hacer la compra; una rebaja fiscal para las empresas —impuestos de sociedad, IVA, IRPF o las cuotas de autónomos— según el modelo “a cero ingresos, cero cuota” y más concertación.
Por primera vez el PP pone sobre la mesa una receta económica alternativa a la del PSOE, que, además, cuenta con el respaldo incluso de los nacionalistas más cercanos al sector empresarial. La CEOE sin duda está con Casado. Así que este movimiento puede convertirse en la prueba general de una moción de censura futura que obligue a Sánchez a rendir cuenta y le fuerce a convocar elecciones adelantadas. Las críticas al parón de la economía de Sánchez empieza a tener ese sabor.