El fenómeno migratorio es una cuestión que preocupa a la mayoría de Estados de la Unión Europea. Por ese motivo, este martes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha transmitido una carta a los jefes de Estado y de Gobierno para urgirles a alcanzar un acuerdo en la reunión del Consejo Europeo de este jueves y viernes que unifiquen una postura común entre los 27. Por ahora, según se desprende de su misiva, Von der Leyen respalda la opción elegida por la Italia de Giorgia Meloni. La de llegar a acuerdos con países extracomunitarios para crear allí centros de acogida de migrantes que han pedido asilo. Una opción que no gusta a Pedro Sánchez ni a sus socios, de los que es rehén, y que deja al mandatario español prácticamente solo en la defensa de su postura. El presidente español acudirá a la cita bruselense con una posición prefijada.
Fuentes del Elíseo y Chigi, sedes de la presidencia en Francia e Italia, consultadas por Vozpópuli, lamentan precisamente la actitud "intransigente" de Sánchez. Desde Italia denuncian, además, que "la actitud del Gobierno de España favorece el tráfico de personas y la llegada de inmigrantes irregulares, haciéndoles creer que estamos para darles una solución". Acusan al Ejecutivo de coalición de tener una conducta "protectora" de la inmigración irregular al "no luchar contra ella".
Cada país, con sus casuísticas, se ha visto obligado en los últimos meses a hacer frente a una llegada masiva de irregulares procedentes principalmente de África. En el caso de España, con Canarias y Baleares como regiones más afectadas, con inmigrantes que eligen la ruta mediterránea y la atlántica para llegar a suelo español. Miles de personas han desembarcado en nuestras costas en lo que llevamos de año, lo que supone un récord desde que hay registros. Y su atención, hasta el momento, ha correspondido a los gobiernos autonómicos por el rechazo del resto de Estados de la UE a acogerles y la falta de un acuerdo entre partidos en España, principalmente entre aquellos que ocupan resortes de poder, para el reparto de los migrantes que se hacinan en las islas por las diferentes comunidades.
La vía Meloni, cuya administración ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Albania, para acoger en unas instalaciones cercanas al puerto de Shengjin a los migrantes que esperan que se resuelva su petición de asilo, permitirá a las autoridades italianas reducir la sobre ocupación de los centros de internamiento de extranjeros que hay en el país. Una sobre ocupación que ocurre también en Canarias, con los CETI al borde del colapso, y que una medida de estas características facilitaría mitigar los efectos no deseados de esta llegada masiva de irregulares y daría una solución habitacional más cómoda que la actual. En el caso de España, por eso, eso supondría llegar a algún tipo de pacto con países como Marruecos, Senegal o Argelia, los principales países de origen de los migrantes que llegan a nuestro país. Algo a lo que el Gobierno no está dispuesto, entre otras cosas, explican, porque no podrían garantizar el cumplimiento de los derechos humanos fuera de las fronteras de la UE.
La solución italiana
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha presumido este martes ante el Parlamento de su país del acuerdo suscrito con Albania para trasladar a migrantes solicitantes de asilo. Este martes se han trasladado los primeros dieciséis inmigrantes, que llegaron a las costas de Lampedusa, en buques de la Armada desde el sur de Italia hasta el puerto albanés de Shengjin. Para Meloni esto, que Sánchez rechaza, representa "un buen ejemplo" a imitar por otros socios de la Unión Europea. Para la mandataria italiana se trata de una solución "nueva" y "valiente", que cuenta con el apoyo de Von der Leyen, pero que choca en cambio con los recelos de las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, incluida la ONU.
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