El director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, alerta de la "estrategia del odio" contra el Gobierno de Pedro Sánchez que percibe en PP y Vox y que está generando un "panorama claramente desestabilizador y hostil a la legalidad democrática establecida" que puede crear un "daño enorme" al país.
En un artículo en la revista Temas para el Debate que dirige, Tezanos advierte de que la tensión política extrema que algunos propalan responde a una "construcción ideológica" que no se compadece con la realidad de la sociedad española, donde "una gran mayoría de españoles se considera de centro, con algo más de prevalencia del centro-izquierda moderado".
Es más, según Tezanos, los españoles que se sitúan en los dos espacios más a la derecha del espectro político-ideológico permanecen estancados durante los últimos años en proporciones que no superan ni siquiera el 4 por ciento.
Clima "amenazante"
El director del CIS llega a tildar de "amenazante" la actitud de los partidos de la derecha en las últimas contiendas electorales y en el debate de investidura de Pedro Sánchez, donde se llegó a "intimidaciones, amenazas e intentos de cambiar la voluntad de varios diputados" dispuestos a votar a favor del líder socialista.
Recuerda Tezanos cómo el líder del PP, Pablo Casado, se refirió a esa sesión de investidura como "clandestina" y "emboscada a la Constitución", al tiempo que llamó al candidato socialista "político indigno", "mentiroso y charlatán", "felón" y "villano de comic", entre otras expresiones.
Unos insultos empleados también por el líder de Vox, Santiago Abascal, quien llamó a Sánchez "fraude, mentiroso, estafador y personaje sin escrúpulos".
"Que ambos líderes de la derecha coincidan en un proceder tan insultante y desleal, y que ambos alienten una estrategia desestabilizadora e impulsiva es un indicador preocupante del estado de salud de nuestra democracia, de la inmadurez política de algunos de sus líderes y de la incapacidad política para operar con criterios transparentes y democráticos", concluye.
Y a esta situación se ha llegado, en su opinión, por un "debilitamiento recurrente de las organizaciones políticas centristas, tocadas por una especie de mal de ojo", unido a un "endurecimiento de las posiciones de buena parte de la derecha sociológica y política".