Yolanda Díaz copia a Pedro Sánchez al relativizar su adiós. La vicepresidenta segunda seguirá en la dirección de Sumar, en Moncloa y en el escaño. Es más, se mantendrá al frente del grupo parlamentario en el Congreso. Pero nadie en Moncloa puede garantizar que Yolanda Díaz siga siendo vicepresidenta segunda tras la crisis que ha abierto en la izquierda con su 'dimisión'. Todo depende de lo que ocurra en su partido este jueves. Y en adelante.
Pero lo cierto es que Yolanda Díaz ha reculado en 24 horas y ha pasado de anunciar su adiós como coordinadora de su partido a suavizar su marcha, ya que ha asegurado este martes en Suiza que no abandonará la dirección. Y que este jueves "Sumar va a dar un debate tranquilo", en el que los ochenta miembros del comité de coordinación decidirán quién se ocupa orgánicamente de Sumar.
Todo indica que el socio menor del PSOE ha entrado en pánico, porque el núcleo del presidente del Gobierno ha 'vendido' a Díaz, cuya su posición dentro del Consejo de Ministros deja a criterio de la dirección de Sumar. "Si ellos deciden que se cambia... ¿Cómo vas a entrar? No nos podemos meter ahí. Es evidente. Quien esté al frente de Sumar podrá decidir quién lleva la interlocución con el resto del Gobierno. Lo que está claro es que esto no tiene ninguna afectación institucional", explican fuentes de la estricta confianza de Sánchez.
El amago de despedida de Díaz de su partido, que ha seguido un patrón similar al de Pedro Sánchez al no renunciar ni al cargo en el Gobierno ni al escaño, ha abierto la caja de Pandora en la izquierda a la izquierda de los socialistas. El batacazo de Sumar en las elecciones europeas del pasado domingo, el cuarto consecutivo, fue la puntilla de un proyecto con menos de tres meses de vida orgánica oficial. Las costuras de la coalición, compuesta por una quincena de fuerzas de izquierda regionalista, han saltado por los aires.
Cabe reseñar que dos de las más importantes, Izquierda Unida y Más Madrid, son las más reacias a los planes de Yolanda Díaz y su equipo. Por eso, ambas han sido las primeras en dar por "superada" la etapa de liderazgo de la vicepresidenta e incluso de Sumar como herramienta política.
El coordinador de Izquierda Unida, el recién elegido Antonio Maíllo, ha llamado a los suyos a abrir una "nueva fase" en la que sean los partidos que integran la coalición los que lleven el peso sin madres nodrizas o partidos instrumentales que sustenten híperliderazgos como el de Yolanda Díaz. En plata, sin que Movimiento Sumar, el nombre del partido de la vicepresidenta integrado en la coalición Sumar, tenga especial relevancia y sea uno más.
En la misma línea camina la dirección de Más Madrid, que pide que, sin Yolanda Díaz como líder política de las quince fuerzas, sean los partidos con "arraigo territorial" los que marquen el rumbo de toda la izquierda a la izquierda del PSOE. Yolanda Díaz mantuvo un tenso pulso con estos partidos, que no querían ven crecer estructuras políticas de Movimiento Sumar en sus territorios. En plata; no querían que la vicepresidenta les hiciera la competencia.
Ese es el motivo por el que partidos como Compromís, Chunta Aragonesista o Més se borraron de Sumar. El resto lo hizo a regañadientes, pero sin el más mínimo convencimiento. Para el recuerdo queda la negociación de las listas para las elecciones europeas; la salida de la lista de Més Mallorca y la guerra abierta con Izquierda Unida por su cuarta posición, que llevó a la vicepresidenta a congelar la integración de los partidos en la dirección de Sumar. Aquello fue todo un golpe al rumbo que Yolanda Díaz tenía marcado.
Sumar eligió el 23 de marzo, en su asamblea constituyente, al grueso de los miembros del grupo de coordinación —el máximo órgano de dirección—. Y este se dio un mes de plazo para que los partidos designaran a sus representantes: con varios asientos cada uno en ese órgano dependiendo de su peso y un máximo de dos en la ejecutiva. Además de IU, Más Madrid, Catalunya en Comú, Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Contigo Navarra participaron en el congreso. Este jueves, en cualquier caso, se comenzará a decidir el futuro de Yolanda Díaz y de su experimento político.
Yolanda Díaz no ha sido capaz de unir a los partidos de Sumar y, además, los ha devuelto a los umbrales de voto que en su día tenía Izquierda Unida, una de las fuerzas más beligerantes con el devenir del partido de la vicepresidenta segunda, quien ha llamado a abrir un debate en su espacio para configurar un nuevo liderazgo.
mpardo
Sres. de Voz Populi: ¿por qué llaman a Sumar y Cía LA IZQUIERDA DE LA IZQUIERDA Y NO ULTRAIZQUIERDA? ¿O es que no existe la ultraizquierda y sí la ultraderecha? No defiendo, por supuesto, a Abascal y Cía, pero pongan los nombres que corresponden. ¿O caen en la trampa lingüística de la izquierda? Sean cuidadosos, por favor.
Lablasca
Pero quién le ha dicho que es mona y viste bien?
marqueslinchado
La mema criminal sustituta de la tonta y nazi.