Política

Zapatero maniobra directamente con Puigdemont para que no tumbe la senda de déficit del Gobierno

El expresidente del Gobierno es el recurso de Sánchez cuando las cosas se le ponen difíciles. Fuentes socialistas sitúan al exlíder mediando de nuevo

  • José Luis Rodríguez Zapatero, este martes, en el Ateneo de Madrid. -

Si Pedro Sánchez consigue que Junts vote la senda de déficit, tendrá que darle las gracias de manera muy especial a José Luis Rodríguez Zapatero. Según ha sabido este diario, el expresidente socialista está maniobrando directamente con Carles Puigdemont para que el expresidente catalán no tumbe los objetivos de déficit presupuestario de Moncloa, que debe aprobar el Congreso y que son el primer paso obligado para dar luz verde a unos nuevos presupuestos.

Zapatero reapareció públicamente este martes. Y, aunque se refirió a su papel de mediador en Venezuela, lo que dijo también aplica en su otro trabajo de intermediación con el independentismo catalán: "Debo decir que cuando alguien facilita, cuando alguien media, debe ser extraordinariamente respetuoso. Es un derecho y un deber mantener discreción y lealtad a las personas que han permitido y querido que facilites. En mi larga experiencia de conflictos, sé muy bien que eso es lo que hacen los mediadores. Todo lo que hemos construido en democracias, en sociedades ilustradas, se ha hecho con el diálogo. No voy a renunciar a esa posición".

Por el momento nada parece indicar que vaya a trascender el papel del exlíder socialista en la negociación con Puigdemont. Pero las fuentes consultadas sostienen que él es el prácticamente el único interlocutor válido para Puigdemont y que Santos Cerdán es un casi un mero acompañante. Sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles, como ahora que el expresidente catalán está realmente enfadado. Y está jugando con los socialistas.

En la dirección del PSOE se limitan a verbalizar que "Zapatero tiene iniciativa propia". Y que "él siempre ayuda". En cualquier caso, parece que tras el último contacto en Suiza entre socialistas e independentistas, la semana pasada, algo se ha movido. Y que el PSOE y Junts ven posibilidad real de lograr a un acuerdo, previa cesión, que permita a ambos partidos ganar algo (tiempo sobre todo). Para los socialistas aprobar la senda de déficit sería una victoria importante para seguir hacia delante con la legislatura. Y para Junts toda contrapartida jugosa a cambio podría ayudarles a marcar un gol igual de importante que el del cupo catalán de ERC, que llegó en el descuento para hacer presidente de Cataluña al socialista Salvador Illa.

Hay que señalar que, como ya contó este diario, amplios sectores del PSOE consultados ven la mano de Zapatero en el pacto fiscal suscrito entre el Gobierno de Pedro Sánchez y ERC. En el partido creen que el expresidente está intentando resarcirse del fracaso de su política hace casi dos décadas, ya que se siente responsable de la eclosión del procés. Es más, en el PSOE hay quien contempla ese acuerdo como una vuelta al Estatut.

Él mismo ha dicho en varias ocasiones que se siente culpable de la gestión de las consecuencias políticas de la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 que recortó el estatuto que aprobó el Parlamento autonómico. Por eso, en Ferraz no se sorprenden de que el acuerdo para hacer a Salvador Illa presidente de la Generalitat sea una vuelta a ese estatuto. Al menos, en su parte sobre la fiscalidad. De hecho, fuentes de la negociación reconocieron a La Vanguardia que ese fue el punto de partida para empezar a hablar con el Gobierno. En especial, todo lo relacionado con el nuevo sistema de financiación y el papel que la Agencia Tributaria catalana jugará en el nuevo modelo propuesto.

Zapatero es un buen escudero del Gobierno de Sánchez, al que defiende cada vez que tiene ocasión. Bien sea en entrevistas o en mítines, a los que acude con bastante asiduidad. El próximo jueves 14 de marzo, además de votarse la amnistía, se cumple el vigésimo aniversario de la llegada del expresidente al poder. Ya la 'zapateromanía' se ha desatado en Ferraz, que saca pecho del legado progresista que inspira ahora a la actual ejecutiva socialista.

"Zapatero es un guía moral para este partido. Y él está dispuesto a echar un cable. Tiene ánimo y energía", explican en la planta noble de Ferraz sobre su implicación con la camiseta del PSOE. El expresidente socialista es uno de los grandes apoyos de Sánchez en su política de pacto con la izquierda a la izquierda del PSOE y con el independentismo catalán frente a la 'vieja guardia'. Si Felipe González y Alfonso Guerra se despacharon a gusto contra el líder de su partido por coquetear con amnistiar a los independentistas, Zapatero es la red de seguridad de Sánchez. Moncloa tardó en darse cuenta de que 'ZP' es un activo 11 años después de abandonar la presidencia.

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