Tras responder primero con indiferencia a las críticas de su exportavoz en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, varias voces del Partido Popular han pasado ahora a combatir sus acusaciones, poner en duda su credibilidad y reclamar que la todavía diputada del PP deje su escaño.
"Políticamente indeseable", el libro de Álvarez de Toledo, califica a Casado de "bienqueda" y "veleta" con "miedo", carga contra la política de "pelotas y peloteo" del secretario general del PP, Teodoro García Egea, califica de "blandos" a presidentes autonómicos como el gallego Alberto Núñez Feijóo o el andaluz Juanma Moreno y acusa a la dirección de relegar el papel de los diputados al de "palmeros".
Tras la publicación, el primero en mostrarle la puerta de salida a su autora fue el visecrecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, que dijo que en su lugar daría un paso atrás y este viernes la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, ha ido más allá al calificar de "vil" su actitud.
La número tres del PP ha acusado a Álvarez de Toledo de denigrar a sus compañeros para "vender libros" y de desprender odio. "Cayetana ha acabado con Cayetana"; "el personaje se ha tragado a la persona" ha señalado también Beltrán en Telemadrid, donde ha dicho no entender cómo la exportavoz "sigue sentada en el escaño".
Acoso contra Ayuso
Además, ha lanzado un aviso: "La dirección nacional jamás va a hacer daño a ningún compañero" y "quien diga esa barbaridad es absolutamente querellable".
En su libro, Álvarez de Toledo, denuncia un acoso contra Díaz Ayuso por "celos" y en entrevistas ha acusado a Génova de filtrar que se estaría buscando material incriminatorio contra la presidenta.
En la dirección del PP dicen que es falso, aunque no hay una querella sobre la mesa y tampoco una sanción por sus expresiones contra Casado y García Egea, pese a que los estatutos lo permiten. Contra Álvarez de Toledo sólo abrirá procedimiento el grupo parlamentario, por saltarse la disciplina de voto en la renovación del Tribunal Constitucional, lo que es previsible que lleve a una sanción económica.
Mientras que Pablo Casado ha evitado las preguntas sobre su exportavoz, en el seno de grupo parlamentario del PP en el Congreso han aflorado fuertes críticas, como la de Tomás Cabezón, que retrata a una portavoz distante y poco conocedora del trabajo de los diputados a los que ahora denomina "palmeros".
En conversación con Efe, Cabezón reclama su dimisión por lealtad, aunque cree que la intención es "tensar la cuerda para seguir rentabilizando la situación" y reprocha que no se vea mucho a la exportavoz por el Congreso, ironiza con que su tiempo de iniciativas lo haya empleado en escribir 500 páginas de "difamaciones".
Visión "parcial"
De igual forma se pronuncia Víctor Píriz que acusa a Álvarez de Toledo de airear temas que deberían quedar en privado con una visión "parcial" y que defiende la labor del número dos del PP para que el partido se comporte "como un partido", con una voz común. A las críticas se ha unido también el senador Rubén Moreno.
Por contra, Pilar Marcos, quien fuera jefa de gabinete de Álvarez de Toledo, se ha preguntado este viernes en los pasillos del Congreso por qué ésta debería dejar el escaño y ha dicho que cree que no hay malestar en el grupo.
Otros diputados, incluidos los que sí son elogiados por la exportavoz, prefieren guardar silencio, como también ocurre con dirigentes autonómicos a los que Álvarez de Toledo respalda y defiende.
Quien sí la ha respaldado en público es Isabel Díaz Ayuso, que de nuevo ha reducido sus críticas a "opiniones personales", y defender su papel dentro del PP "de defensa de la libertad, en contra de los nacionalismos y del colectivismo".
Álvarez de Toledo anticipa las críticas que ha recibido en el propio libro, que finaliza con el anuncio de que no dejará el escaño, una posición en la que, según señala a Efe, se mantiene.
La exportavoz argumenta además que en este libro anima a los diputados de todos los partidos a recuperar su voz y libertad crítica por lo que le resulta "enriquecedor" que opinen con libertad de su libro, aunque apunta que sería mejor que lo leyeran primero, para criticarlo, insultarle incluso o decir que les ha parecido "de algún modo interesante o valioso".