Un PP para formar un gobierno como el de Mario Draghi en Italia. Así ven importantes dirigentes populares el nuevo partido presidido por Alberto Núñez Feijóo en un contexto en el que ven más posible que nunca un adelanto electoral por parte de Pedro Sánchez. El desgaste del Ejecutivo de coalición, y el estallido social que ya ha comenzado, recuerdan a cargos del PP los últimos meses de mandato de Zapatero. Y, como hizo Rajoy en su día, piden un equipo de tecnócratas para diferenciarse de la gestión de PSOE y Podemos y protagonizar un golpe de efecto en las urnas.
"Fractura en el Gobierno, fracaso europeo y presión social". Este es el 'cóctel molotov' al que está haciendo frente Pedro Sánchez a diez días de que el PP tenga nuevo presidente nacional, según importantes cargos del PP contactados por Vozpópuli. La alegría en Moncloa por la 'guerra civil' protagonizada por los populares duró apenas unos días: lo que tardó el partido en convocar el congreso extraordinario para proclamar a Feijóo... y en estallar una nueva crisis en la coalición PSOE-Podemos por la guerra de Ucrania, a la que ha seguido un nuevo choque por el cambio de postura sobre el Sáhara.
En el PP consideran que el partido ha logrado dar la vuelta a la tortilla en apenas unas semanas y que, a pesar del desgaste sufrido por la tumultuosa marcha de Pablo Casado, "estamos mejor que hace un mes y el Gobierno en una situación límite". Una situación que, afirman las fuentes consultadas, puede llevar a Pedro Sánchez a tomar decisiones drásticas.
El adelanto es una opción real
En ese sentido, los cargos del PP contactados aseguran que, "tal y como está la cosa, al presidente solo le puede quedar la salida de adelantar elecciones generales". Una posibilidad de la que se empezó a hablar en plena crisis de los populares y que, tras ser descartada por el propio Sánchez, desde el Partido Popular ven más real que nunca teniendo en cuenta la actual situación del gobierno de coalición.
Así, al choque por el envío de armas a Ucrania se le ha sumado ahora la polémica por el cambio de postura del PSOE respecto al Sáhara, que ha provocado duros ataques de la parte morada del gobierno -y del exvicepresidente Pablo Iglesias- y de los socios parlamentarios de Sánchez.
Como con Zapatero, el proyecto parece agotado y en Moncloa pueden estar estudiando cuándo es el mejor momento para llamarnos a las urnas
El presidente descarta una ruptura de la coalición y trata de calmar los ánimos en las calles prometiendo ayudas directas al sector de transporte y una rebaja de los precios de luz, gas y gasolina la semana que viene. Unos anuncios que, según las fuentes del PP contactadas, solo le harán ganar "algo de tiempo" para "preparar un adelanto" que parece inevitable: "Como con Zapatero, el proyecto parece agotado y en Moncloa pueden estar estudiando cuándo es el mejor momento para llamarnos a las urnas".
Algunos cargos del PP sostienen, en ese sentido, que los comicios podrían ser este mismo año, y que Sánchez trataría de hacer coincidir las generales con las andaluzas, algo que ya intentó Zapatero en 2011 pero que no logró ante la negativa de Griñán. Ahora, sin embargo, "solo tendría que esperar a ver cuándo las convoca Juanma en Andalucía".
Un PP y un Gobierno de tecnócratas
El paralelismo con 2011 se extiende también al modelo de partido, y de futuro gobierno, que cargos populares atisban en el PP de Alberto Núñez Feijóo. Los dirigentes consultados afirman que el todavía presidente de la Xunta "siempre se rodea de tecnócratas" en momentos complicados y, tal y como hizo Rajoy de cara a las generales de ese año, "puede diseñar una dirección, y un Consejo de Ministros, compuestos por gestores y técnicos".
Para la nueva ejecutiva del partido, desde el PP apuestan por perfiles "técnicos y con experiencia" que cuenten con el "reconocimiento de todos". De esta forma, además de "fortalecer" la estructura del partido, "evitará suspicacias", al elegir a personas "totalmente incontestables" por parte del resto de compañeros de formación.
En este punto, las fuentes consultadas ponen encima de la mesa el nombre de Fátima Báñez, que ya ha sonado en las últimas semanas como posible responsable del equipo económico del nuevo PP. Los cargos populares contactados no la descartan, incluso, como secretaria general. Recuerdan, en ese sentido, que "ese es el cargo que eligió Sáenz de Santamaría para ella" en 2018 y que su nombramiento como número dos "uniría la etapa de Rajoy con la de Feijóo".
Báñez, además, mantiene una relación excelente con Juanma Moreno y confirmaría una secretaría general andaluza y próxima al presidente de la Junta, toda vez que Elías Bendodo, cuyo nombre habían movido importantes cargos del partido, se ha descartado para el puesto.
El modelo de Rajoy
La exministra de Empleo ya formó parte del equipo económico de Rajoy en Génova y que luego dio el salto al Gobierno, en el que también estaban Cristóbal Montoro (Hacienda) y Álvaro Nadal (director de la Oficina Económica de Moncloa en el primer gobierno de Rajoy y ministro de Energía en el segundo). La cartera de Economía, sin embargo, fue a parar a un técnico ajeno al partido: Luis de Guindos.
Ahora, las fuentes consultadas apuestan por repetir ese modelo, y destacan que Alberto Núñez Feijóo tiene una "importante agenda de contactos en el ámbito de la empresa" para elegir a un "gran gestor" de una importante compañía como futuro ministro de Economía.
"El partido y el país necesitan más perfiles técnicos y Alberto lo sabe", destacan las fuentes consultadas. Ahora, concluyen, "el reto es convencer a Báñez y otros de que abandonen los puestos ejecutivos que ocupan en la actualidad y vuelvan a la primera línea política". Un desafío que le corresponde a Feijóo como futuro presidente del PP.