La Conferencia de Presidentes terminó con pocas conclusiones salvo que a todos los gobiernos autonómicos les preocupan dos temas principales: los impuestos en relación a la subida de precios de la energía y la recepción de refugiados ucranianos. En la primera cuestión, hubo división a la hora de decidir qué medidas tomar, aunque sí existió un vago compromiso común por llevar a cabo rebajas fiscales. En cuanto al segundo tema, la mayoría de los líderes autonómicos pidieron celeridad al Gobierno de España a la hora de trazar un plan para ubicarles.
El Gobierno logró el respaldo de las comunidades autónomas para intensificar medidas como las rebajas fiscales para amortiguar el impacto de los precios de la energía a través de una declaración final firmada por todos los presidentes. Sánchez prometió rebajas impositivas, aunque sin concretar cuáles va a llevar a cabo. Precisamente esa falta de concreción fue criticada por varios líderes autonómicos.
La declaración final reza que Gobierno y comunidades "comparten la determinación para proteger a nuestras empresas, a nuestra industria y a nuestra ciudadanía", en el marco de un Plan nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra de Ucrania que tendrá "en cuenta a los colectivos más vulnerables". Además, Sánchez consiguió un respaldo unánime al Gobierno a la hora de posicionarse contra la invasión de Putin.
División a la hora de afrontar la subida de precio de la energía
La manera de afrontar la crisis energética es distinta según el partido que gobierne cada autonomía. Mientras los populares piden bajadas de impuestos inmediatas a la electricidad, al gas y a los hidrocarburos, los socialistas prefieren apostar por acelerar la instalación de las renovables "para no depender de países como Rusia", tal y como afirmó Francina Armengol, presidenta de Islas Baleares.
Alberto Núñez Feijóo pidió además a Sánchez una bajada especial para los sectores más afectados, como "el del transporte o el pesquero", para que estas puedan seguir siendo competitivas pese al alto coste de la energía. Isabel Díaz Ayuso propuso destinar "los 20.000 millones de euros" del Ministerio de Igualdad a ayudar a las familias. López Miras, presidente de la Región de Murcia, pidió "un IVA superreducido a la electricidad, gas e hidrocarburos, además de bajar también el IVA a algunos productos básicos alimenticios". Por su parte, Alfonso Fernández Mañueco afirmó que es necesaria "una bajada de impuestos y un plan de choque ya, hay familias que no aguantan más".
Además de pedir la bajada de los impuestos actuales, los líderes populares pidieron la suspensión de las subidas impositivas anunciadas. "Es un error", señaló Núñez Feijóo, "la creación de impuestos como el de los peajes en las autovías" y cree que no subir impuestos es la mejor fórmula "para eliminar el peor impuesto de todos, el de la inflación: todo es un 8% más caro y es posible que pase de los dos dígitos en próximas fechas".
Mientras Feijóo apuntó que es necesario "parar esta transición energética abrupta" para hacerla de forma más ordenada, los barones socialistas pidieron todo lo contrario: acelerar este proceso. El objetivo, "crear una alternativa a la electricidad para no depender de países como Rusia", tal y como dijo la lideresa riojana, Concha Andreu.
En esa misma línea se manifestó Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, que pidió "celeridad en el desarrollo de proyectos de energía fotovoltaica y eólica", además de intervenir la economía y crear precios regulados. "Europa necesita una intervención como ya hizo Mario Draghi", dijo durante su intervención.
Caos con la recepción de refugiados ucranianos
Donde sí hubo consenso entre los distintos líderes autonómicos es en la ausencia de un plan para recibir a los refugiados por parte del Gobierno. "No sabemos cuantos refugiados están llegando", señaló Isabel Díaz Ayuso, mientras que Juanma Moreno, presidente andaluz, afirmó que echa "en falta información" y que no sabe si esto se debe "a una falta de planificación o dejadez" por parte del Gobierno central. También dijo que no sabe "cuando llegarán" a nuestro país.
López Miras señaló que es necesario "llegar a un acuerdo efectivo de acogida para refugiados", pero que si este no se acordó fue porque el Gobierno "no presentó ningún plan concreto". Algunos líderes socialistas también apuntaron la existencia de esta problemática. Francina Armengol, líder balear, afirmó que "no hay concreción en cuanto a la llegada de refugiados".
Esta Conferencia de Presidentes también sirvió para proponer medidas sobre cómo se va a compensar el gasto extra que afrontarán las autonomías a la hora de recibir a refugiados ucranianos, aunque sin ninguna conclusión, al menos por el momento.