El pasado lunes por la tarde, al poco de que concluyese la 'cumbre' en la Puerta del Sol entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, hubo otra reunión importante junto al kilómetro cero entre la presidenta madrileña y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cuyos ecos han llegado a Génova.
El encuentro entre ambos fue a solas y Almeida planteó a Ayuso la posibilidad de ampliar a toda la capital las limitaciones de movilidad, según indicaron fuentes de la dirección nacional a Vozpópuli. Ese mismo día empezaban a implementarse los controles en varias zonas sanitarias de seis distritos madrileños, aunque las infracciones no han tenido ninguna validez hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) avaló este viernes el decreto regional.
El regidor puso sobre la mesa la opción del confinamiento perimetral de toda la ciudad por dos razones. En primer lugar, por una cuestión operativa ya que en este caso es mucho más fácil controlar las entradas y salidas de la ciudad, cuando casi toda ella está dentro de la M-40, en vez de poner los retenes policiales en los barrios afectados, donde el trasiego de personas y vehículos es mucho más complicado de evitar.
Además, Almeida está muy preocupado por el victimismo que llega desde los distritos confinados, donde una parte importante de la población considera que se les está tratando con más rigor gubernativo que a otras zonas de la capital.
Por ejemplo, hay barrios del centro -caso de Lavapiés- o municipios del norte -como una parte de Collado Villalba- donde hay índices de contagio de más de 1.000 personas por cada 100.000 habitantes, pero desde la Comunidad de Madrid se hace hincapié en que hay que cumplir otros dos criterios: que el incremento de positivos esté al alza en los últimos quince días y que haya "contigüidad geográfica" con otra zona confinada, para así facilitar el control policial.
Desde que se anunciaron las primeras medidas restrictivas por parte de la Comunidad de Madrid, el alcalde ha insistido en que la ciudad "no se compartimenta" y que los 21 distritos "están concernidos y tienen que estar alerta” ante el nuevo escenario. "No hay distinciones, todo Madrid está a una para salir de esta situación", ha subrayado en varias ocasiones.
La presidenta madrileña recogió el guante de Almeida ese lunes por la tarde. "En persona, (Ayuso) le dijo al alcalde que le parecía bien", indican desde Génova. Pero al día siguiente cambió de opinión, influenciada "por su entorno".
El martes fue cuando se produjo la primera reunión formal entre el Ejecutivo central y el Gobierno madrileño y ahí el ministro de Sanidad, Salvador Illa, elevó el listón y pidió a los representantes de Ayuso que se confinase todas aquellas áreas con una tasa de 500 contagios por cada 100.000 habitantes, un ratio que no se exige a ninguna otra comunidad autónoma.
Ayuso, en guardia
Ese movimiento puso en guardia al Gobierno regional y Ayuso reculó ante las exigencias de la Moncloa por considerarlas excesivas. Las diferencias no se resolvieron y cristalizaron este viernes con la rueda de prensa de Illa con la que intentó contraprogramar la del viceconsejero madrileño de Salud Pública, Antonio Zapatero. Volvió la 'guerra fría' entre administraciones y el recién nombrado portavoz técnico sanitario para Madrid, Emilio Bouza, presentó su dimisión este sábado sin haber cumplido 48 horas en el cargo.
Almeida también se mostró incómodo con la posición del Gobierno central. El citado martes aseguró que "en este momento, por ahora" no se contemplaba el cierre de la capital, si bien reconoció que "ningún distrito tiene buenos datos" sobre contagios de coronavirus. Por ello, reiteró que los "21 distritos, 131 barrios, están en una situación preocupante, algunos peor, otros mejor....pero en todos hay cifras preocupantes".
El Español informó el jueves que el alcalde de Madrid se alineaba con los planteamientos de Illa a la hora de no distinguir entre zona sanitarias, pero fue desmentido por el aludido. Eso sí, Almeida hizo hincapié a los madrileños en que había que seguir el consejo del ministro de Sanidad: "Salir lo menos posible" de casa.
Y cuando este viernes varios medios insistieron en que el alcalde quería extender las restricciones, el propio regidor lo negó pues la orden desde Génova era cerrar filas con la presidenta regional. La opción de cerrar Madrid quedó aparcada tras la embestida del Gobierno central.
Desmiento que haya discrepancia con la Comunidad de Madrid.
Pido al Gobierno de España que siga colaborando en la lucha contra la pandemia.
No es tiempo de enredar.
— José Luis Martínez-Almeida (@AlmeidaPP_) September 25, 2020