El PSC quiere evitar que el llamado 'efecto Illa' pierda fuelle y busca aprovechar al máximo posible los vientos de cola de los sondeos que, en su mayoría, dan a Salvador Illa como ganador el próximo 14 de febrero. Por esta razón, y pese a la disposición del candidato socialista para aceptar un debate cara a cara con Pere Aragonès, candidato de ERC, la dirección del partido ha frenado en seco esta opción.
La versión oficial que esgrime el partido es que en estos comicios "el voto está muy dividido y es necesario confrontar con todos los partidos". No obstante, otras fuentes apuntan a que el PSC, como en su momento Pedro Sánchez para llegar a Moncloa, han diseñado una estrategia conservadora, que pasa por no erosionar a su candidato cuando la demoscopia les va a favor.
Desde la dirección de la campaña de los socialistas han subrayado que la presente es una de las campañas electorales en las que más debates se van a celebrar: los dos que ya se han hecho -La Vanguardia y el de RTVE, donde la candidata de En Comú Podem, Jèssica Albiach, destacó entre los dirigentes de la izquierda- y otros tres durante los próximos días en la Cadena SER, TV3 y La Sexta.
"Estos debates, en los que todos los candidatos tienen la oportunidad de exponer sus programas en igualdad de condiciones, es la mejor herramienta para transmitir a la ciudadanía el modelo de Cataluña que cada formación política quiere", abundan fuentes del PSC.
Sin embargo, Illa se abrió a la posibilidad de debatir con el candidato de ERC después de la invitación lanzada por Aragonès. Para los de Oriol Junqueras, su propuesta sirve para ubicarse en el centro del tablero político -excluyendo a sus todavía socios en el Govern, JxCat- y erigirse como la única fuerza independentista capaz de derrotar el candidato socialista.
En ERC hace tiempo que insisten en que son la única formación capaz de penetrar en el área metropolitana de Barcelona, feudo tradicional del PSC. En un primer momento, jugaron la carta de la "judicialización" del nuevo decreto de convocatoria de elecciones para señalar a Illa y a la Moncloa de estar detrás de los recursos que se presentaron contra el decreto del Ejecutivo catalán.
Desgastar a ERC y JxCat
El siguiente paso de los republicanos era celebrar este duelo televisivo en el que Aragonès iba a intentar explotar todas las contradicciones del candidato socialista. Pero el PSC ha frenado esta posibilidad. Desde la calle Pallars creen que es mejor, por un lado, evitar dar pasos en falsos y, por el otro, tratar de desgastar a ERC y JxCat, dado que en los últimos tiempos ya se ha evidenciado las diferencias de criterio entre ambas formaciones.
Las fuentes consultadas ponen como ejemplo el debate de RTVE, donde -dicen- fue un "todos contra Illa". ERC y JxCat evitaron atacarse mutuamente, pese a no compartir la estrategia a seguir sobre la declaración unilateral de independencia de 2017.
Para ambas fuerzas el candidato a abatir es Illa. En esta línea, la presidenciable de JxCat, Laura Borràs, también intentó sumarse y, en palabras propias, "hacer un trío" con su presencia en el cara a cara propuesto por Aragonès.
Corrupción del PSC
La negativa de la dirección del PSC a aceptar el debate no hará cambiar ni un ápice los planes de ERC, que se han marcado como objetivo arañar a Illa el máximo de votos posible. Por esta razón, eligieron dar su último mitin de campaña en Hospitalet de Llobregat, histórico bastión socialista.
El propio Oriol Junqueras, que asistió al acto mediante un permiso de semilibertad por haber accedido al tercer grado penitenciario, afirmó que la ciudad, gobernada por la socialista Núria Marín, vive una "epidemia de corrupción". Asimismo, celebró un acto con antiguos dirigentes del PSC que ahora dan su apoyo a ERC. Con todo, Aragonès no desaprovechará ninguna oportunidad para confrontarse con Illa. Con o sin cara a cara.