José María Ridao dejó de ser adjunto al director en El País a principios de enero y ha pedido el reingreso en el Ministerio de Asuntos Exteriores para aspirar a una de las vacantes diplomáticas que salgan a concurso este año, según informaron a Vozpópuli fuentes cercanas al también escritor y articulista.
Ridao ha pactado con la cabecera de Prisa el adelanto de su salida del periódico, que estaba prevista para abril, y con la que iba a cerrar su segunda etapa laboral en el rotativo. Fue miembro de su consejo editorial entre 2000 y 2012, responsabilidad que abandonó por el consulado de París.
En mayo de 2019 regresó a la cúpula del diario de la mano de Soledad Gallego-Díaz para reforzar el área de Opinión y tras la salida de esta última en mayo de 2020, era conocida en la redacción su falta de sintonía con el actual director, Javier Moreno.
El diplomático aspira ahora a uno de los puestos de cónsul que saldrán a concurso en Exteriores a mediados de febrero en el llamado 'bombo', el nombre que se utiliza en la jerga diplomática para describir este proceso interno. Las candidaturas son estudiadas en el órgano de la Junta de la Carrera y en abril se publicará el reparto de destinos de este año 2021 tras el visto bueno de la ministra.
Albacea de Juan Goytisolo
Licenciado en Derecho y Filología Árabe, a Ridao le encajaría como anillo al dedo un consulado de la ribera sur del Mediterráneo, una zona a la que le gustaba viajar de forma recurrente antes de la pandemia. Sin embargo, en Exteriores hay muchos de sus compañeros que creen que Arancha González Laya está pensando en él para una embajada de peso.
Este escritor, autor de una veintena de libros, tuvo el carné socialista entre 1996 y 2000, así que es un diplomático afín al PSOE. Una condición que pocos tienen y que se une al hecho de su plena disponibilidad en estos momentos cuando la ministra ha cumplido un año en el puesto. En los pasillos del Ministerio circula entre los diplomáticos la posibilidad de que la estratégica embajada en Marruecos, en la que Ricardo Díez-Hochleitner se encuentra ya en la 'prórroga', esté reservada para él.
Ridao conoce muy bien el país vecino gracias a su amistad con el escritor Juan Goytisolo, a quien visitaba a menudo en Marrakech. El premio Cervantes le nombró su albacea testamentario por este motivo, pero las citadas fuentes subrayan que él no ha recibido ningún ofrecimiento por parte de la ministra o de alguien de su equipo de trabajo para irse de embajador a Rabat.
Su último puesto diplomático antes de fichar por El País fue el de cónsul en Washington en sustitución de Enrique Sardà, quien fue cesado en verano de 2017 de manera fulminante por mofarse de la entonces presidenta de Andalucía, Susana Díaz, en un comentario publicado en su cuenta de Facebook.
El veto de Argelia
La llegada de Ridao a la capital de Estados Unidos vino precedida de una polémica ya que inicialmente estaba previsto que fuese cónsul en Argel, pero el Gobierno argelino le negó el plácet –en el caso de los cónsules se trata del exequátur-, en disconformidad con pasajes de su libro 'El vacío elocuente' sobre el autor franco-argelino Albert Camus.
Su traslado a Argel iba a ser el primero de su trayectoria diplomática a un país árabe, pero la negativa argelina obligó al departamento que dirigía Alfonso Dastis por aquel entonces a buscarle un puesto de igual o mayor nivel como muestra de respaldo a Ridao.
Ridao ingresó en la Carrera Diplomática en 1987. Tras ello, estuvo destinado en Angola, la URSS, Guinea Ecuatorial y Francia, donde fue cónsul en París. En el año 2000 solicitó la excedencia para dedicarse a la literatura. En 2004, tras la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero, retomó su trabajo diplomático y fue nombrado embajador de España ante la Unesco. Ahora podría encontrarse ante su segunda oportunidad para repetir como embajador.
