"Se está más seguro paseando por un psiquiátrico, que por el Parque del Oeste". Con esta contundencia se muestra José Luis Pedreira Massa, psiquiatra, profesor de Psicopatología en el Grado de Criminología de la UNED y hombre fuerte de la exministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, para temas de Salud Mental.
Después de que saliera a la luz que la persona que mandó un sobre con una navaja a la ministra de Industria, Reyes Maroto, padecía esquizofrenia, se han sucedido los mensajes en diversos medios de comunicación que, de acuerdo con la Confederación Salud Mental España, están contribuyendo a promover el estigma de las personas con esta enfermedad mental.
La esquizofrenia se asocia demasiadas veces al asesino en serie, al loco que es capaz de las mayores barbaridades, una imagen 'peliculera' que, según los especialistas en Salud Mental, está lejos de la realidad.
"La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que suele cursar con deterioro. Aparece entre la adolescencia y la adultez. Se caracteriza por delirios, alucinaciones, absorber componentes disgregados del mundo... Pero la persona con esquizofrenia no es una persona agresiva. No es cierto que mate, salvo que le metas a alguien esa idea en el delirio", explica a Vozpópuli
Bajo el punto de vista de este psiquiatra, la reacción de esta persona está promovida por "la propaganda del odio, de la victimización, que puede mover un sentimiento de omnipotencia para cumplir el deseo del otro. El que mandó la carta es un pobre hombre. La esquizofrenia no ha tenido nada que ver, es una débil personalidad que se ha dejado arrastrar por una idea".
Pedreira Massa explica que "hay muchos más asesinos que no son esquizofrénicos. Estas personas están integradas en sociedad y trabajan". Un ejemplo de ello es el popular Premio Nobel de Economía, John Forbes Nash, que interpretó para la gran pantalla Russel Crowe en la oscarizada 'Una mente maravillosa'.
Los enfermos mentales no son violentos
La Confederación de Salud Mental ha dado un tirón de orejas a los medios de comunicación por cómo han abordado la noticia. En dicho comunicado, pone de manifiesto que "la creencia generalizada de que los problemas de salud mental están íntimamente relacionados con la violencia no tiene base científica alguna".
"No es cierto que las personas con trastornos mentales sean más agresivas ni tengan más probabilidades de cometer actos violentos que las personas sin estos problemas. De hecho, ocurre en más ocasiones que este colectivo sea víctima de agresiones, malos tratos y abusos que responsable de un acto violento. Tan solo entre un 3 y un 5 por ciento de los actos violentos que ocurren en la comunidad son atribuibles a problemas de salud mental", subrayan, una opinión similar a la ofrecida en un comunicado por la Sociedad Española de Psiquiatría.
Tan solo entre un 3 y un 5 por ciento de los actos violentos que ocurren en la comunidad son atribuibles a problemas de salud mentalConfederación de Salud Mental
En este sentido, han criticado que "distintos medios de comunicación han difundido titulares y expresiones estigmatizantes en sus informaciones en las cuales se vincula directamente el problema de salud mental con la violencia". Sin embargo, algunos psiquiatras consideran que la responsabilidad no es solo de los periodistas, también de la ministra por airear el tema públicamente. Este diario se ha puesto en contacto con la confederación para tratar este último punto pero no han querido hacer declaraciones al respecto.
Quien sí ha dado su opinión en este sentido es Julio Bobes , catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Oviedo y Jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HCA). "Si es un enfermo quien ha mandado la misiva, debe tratarse como tal. No como un individuo fruto de la extrema derecha", manifiesta.
Bobes se ha mostrado especialmente crítico por la forma en que Maroto ha llevado el asunto: "Me parece lamentable. Una persona que tiene máxima categoría profesional y testimonial no puede hacer esas declaraciones. Sabrá muchas cosas de industria, reconversiones y demás, pero no sabe nada de enfermos mentales".
El que fuera presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría insiste en que "no está demostrado que las personas con patología mental tengan más potencial de agresividad que el resto. Llevamos años los profesionales de la salud mental trabajando para desvestir ese sombrero llamado estigma, y esta situación tira por tierra mucho trabajo alcanzado".