El Congreso de los Diputados ha debatido recientemente sobre la posibilidad de regularizar para uso medicinal y recreativo el cannabis, planta también conocida como la marihuana. Un vegetal del que se ha hablado mucho, tanto a favor por parte de algunos grupos políticos y asociaciones como en contra por parte de otros grupos parlamentarios. ¿Quién tiene razón? O mejor dicho: ¿qué porcentaje de razón tiene cada uno?
Para comenzar, hablemos de la ley que ha propuesto Más País. El partido no solo ha querido regular el uso medicinal de esta planta, también el recreativo, con el objetivo de alejar este producto de los menores y eliminar de raíz el narcotráfico. En este punto, el bloque formado por PP y Vox no está a favor, ya que prefiere optar por la vía prohibicionista para perseguir al narcotráfico como hasta ahora. El PSOE ha preferido quedarse en una solución intermedia: regular el uso medicinal de la marihuana y mantener en el ostracismo el consumo recreativo.
La ley legalizaría el autocultivo, con un límite de 1200 watios de cultivos en interior y 12 plantas en cultivos de exterior. De superar estas cifras, se consideraría cultivo profesional, algo que también estaría permitido siempre que se obtenga licencia y autorización para hacerlo. Estas actividades estarían prohibidas para menores.
Unidas Podemos defiende en su proyecto que el cannabis solo se pueda consumir en el ámbito privado. Restringe más su uso, ya que Más País y ERC defienden el consumo público
Unidas Podemos también ha preparado su propio proyecto. Respecto a los proyectos presentados por ERC o Más País, la formación morada solo contempla el consumo en el ámbito privado, mientras las otras propuestas sí permitirían hacerlo en la vía pública. También hay variaciones en el método de cultivo: UP exigiría para el cultivo interior el uso de al menos un 90% de electricidad procedente de renovables mientras Más País solo reclama un 60%. En ambos casos, el objetivo es incentivar que se plante en exteriores.
Las ventajas que defienden desde Unidas Podemos son variadas. Según ellos, basados en un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, se crearían 101.569 puestos de trabajo y se produciría un volumen de ingresos de 8.514 millones de euros anuales, en un negocio que ahora solo genera beneficios para las mafias y organizaciones relacionadas al narcotráfico.
Sobre todo ello hemos preguntado a Lucía Muñoz, diputada de Unidas Podemos y responsable de redactar este proyecto de ley. Según nos cuenta, el beneficio económico sería mayor de lo que estima la UAB, ya que se eliminarían "los costes de la persecución y prohibición, que nos cuesta 4.200 millones de euros. Si generamos ingresos y puestos de trabajo al tiempo que eliminamos costes, no sé a qué estamos esperando para regular el consumo de cannabis".
El proyecto de Más País ha sido rechazado con los votos en contra del PP, PSOE y Vox, mientras que el de Unidas Podemos ha sido registrado en el Congreso pero aún no ha sido objeto de debate en el hemiciclo. Tanto Más País como Podemos no van a cejar en su empeño de lograr que el cannabis se regule en España.
Regular "es algo que va a pasar”, afirma Ekaitz Aguirregoitia, vocal del Observatorio Español del Cannabis Medicinal en declaraciones a Vozpópuli, que cree que todos los partidos a favor de la regulación deberían "sentarse para crear una propuesta conjunta". Esta asociación defiende las bondades de la marihuana en el tratamiento de algunas enfermedades. "Nosotros siempre vamos a estar detrás de una regulación que apruebe el uso medicinal del cannabis", nos cuenta.
16 de los 52 estados en EEUU ya cuentan con regulación para consumo medicinal y recreativo. El último, Nueva York, que estima ingresar 350 millones de dólares en impuestos
Para creer que España finalmente regulará el cannabis, ya sea de manera medicinal y/o recreativa, Ekaitz se fija en Estados Unidos. "Allí se empezó la persecución al cannabis y ahora, casi todos los estados tienen un plan medicinal". De manera recreativa, ya hay 16 estados de los 52 existentes que han regulado la marihuana, el último, Nueva York. Prevén recaudar 350 millones de dólares solo en impuestos.
Según nos cuenta Ekaitz resulta complicado distinguir entre un uso y otro tras ser preguntado si preferiría la aprobación medicinal y/o recreativa. Nos lo explica con un ejemplo: "Mucha gente fuma cannabis por la noche porque le ayuda a dormir y esto se podría considerar recreativo. Quizá de no ser por esa opción, esa persona optaría por una opción legal pero mucho menos segura, como los medicamentos derivados de opiaceos o un orfidal. En este caso, ¿cómo lo consideramos? ¿Es uso medicinal o recreativo?".
La marihuana, según Aguirregoitia, es "una planta segura", ya que no existen casos de fallecimiento por sobredosis. "Lo único que hace es dormirte" cuando se consume de manera excesiva, algo que aunque no es recomendable, no termina en la muerte. "Otras sustancias como el alcohol, donde sí existen fallecimientos derivados de un coma etílico o los opiáceos, que pueden generar un shock, sí son legales", argumenta. En Estados Unidos, donde sí existe un registro de muertes por opiáceos, se estima que 200 personas fallecen al día por su consumo excesivo. Una tesis que también defienden desde Unidas Podemos.
El cannabis como planta terapéutica
Toca recordar que el cannabis no se tiene por qué fumar. Al fin y al cabo, es una planta con múltiples variantes y más de cien componentes. El problema es el factor psicoactivo y estupefaciente del THC. Existen variantes de la planta sin este componente y aunque no 'coloque', tiene facultades curativas. "Hay muchas evidencias científicas que así lo corroboran", nos cuenta Ekaitz. El problema es que en España, el cultivo está prohibido, tenga THC o no.
Los beneficios a nivel terapeútico son variados. El cannabis en sus distintas variantes es bueno para el dolor y reduce las náuseas, lo que se convierte en el complemento ideal para las personas con cáncer que están recibiendo quimioterapia. También hay evidencia científica de que los niños, mediante tratamientos derivados del CBD, pueden mejorar su epilepsia y reducir sus episodios. También es capaz de atacar células cancerígenas sin dañar las que están sanas en algunos tipos de cáncer.
El abuso, la gran preocupación
El problema de la marihuana llega cuando se abusa y de ahí se genera una adicción. Según Wayne Hall, de la Universidad de Queensland, el 10% de las personas que prueban el cannabis se vuelven adictos, cifra que aumenta hasta el 16,5% cuando se empieza a consumir en la adolescencia. Y ahí surgen problemas indirectos de salud: la marihuana no te mata pero sí hay enfermedades que pueden aparecen a consecuencia de su consumo.
El cannabis es menos adictivo que el alcohol y la nicotina, según este investigador, pero el temor es la exposición de los más jóvenes. También es por este motivo por el que se quiere regular. Hacerlo es "clave para hacer que los distribuidores no tengan incentivos para vender a los jóvenes", afirma Lucía Muñoz. Al fin y al cabo, un 'estanquero' sí pide el DNI al cliente sospechoso de ser menor, un traficante no. Aunque en este aspecto, pese a que es ilegal vender tabaco a menores, el 33% de las chicas y el 29% de los chicos de entre 14 y 18 años son fumadores en España.
Aunque tiene muchas propiedades positivas, el consumo habitual puede producir pérdidas cognitivas, más posibilidad de sufrir algún cáncer, riesgo de psicosis y un empeoramiento en personas con esquizofrenia
Para evitar esto, Unidas Podemos propone una serie de medidas. Lucía Muñoz afirma que de aprobarse su proposición de ley, se harían "campañas de prevención, no se permitiría hacer publicidad y se haría contenido para informar sobre el perjuicio del consumo de marihuana. Es mejor restringir que prohibir". Algo similar a lo que ocurre con el tabaco.
En los casos de consumo habitual, el cannabis tiene efectos negativos, como es la pérdida cognitiva, un aumento porcentual de sufrir diferentes tipos de cáncer, riesgos de psicosis y según nos cuenta el propio Ekaitz, en el caso de los adolescentes con tendencia a la esquizofrenia, "una aceleración del proceso". También, en adolescentes, se reduce el desarrollo físico del lóbulo prefrontal, la parte del cerebro que se encarga del autocontrol. Aún así, este investigador considera que aún con la parte negativa del THC, hay fármacos permitidos que son más peligrosos para el organismo. "La morfina es mucho más insegura", nos cuenta.