Sorpresa. Y, sobre todo, incredulidad. El acuerdo exprés entre Pedro Sánchez y Pablo Casado para renovar los órganos constitucionales salvo el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha dejado boquiabierto a más de uno tanto en el PSOE como en el PP. Según fuentes consultadas por Vozpópuli, se trata de un pacto de intereses que beneficia a ambos líderes. Los dos, dicen, se desmarcan de Podemos y Vox respectivamente y marcan un perfil propio.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario General del PP, Teodoro García Egea, han cerrado en 24 horas un acuerdo para renovar el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Constitucional y la Agencia Española de Protección de Datos. El contencioso se ha resuelto después de un bloqueo eterno. PSOE y PP se han echado las culpas uno a otro por su supuesta falta de voluntad durante meses. Pero ambas partes han reconocido después que tenían el acuerdo cerrado desde febrero.
La sorpresa ha sido grande dentro del PSOE. Y hay quién piensa que la mano tendida de Casado el miércoles por la mañana en la sesión de control en el Congreso formaba parte de una coreografía pactada previamente entre los dos grandes partidos. Sánchez es, supuestamente, el que ha cedido. El PSOE ha aceptado el acuerdo dejando el CGPJ al margen. Algo que, dijo, no iba a tolerar. "O se renueva todo o no se renueva nada", era la consigna.
A Sánchez "le viene bien"
Sin embargo, al presidente del Gobierno "le viene muy bien" este entendimiento con el PP, que se ha cocinado al margen de Podemos. Sánchez marca distancias con el partido morado en un momento de negociación presupuestaria, en el que el PSOE ha cedido en materia de vivienda -regulación de los alquileres- y con el decreto eléctrico.
El jefe del Ejecutivo, según estas fuentes, consigue además perfil propio de cara al 40 congreso federal del PSOE. Se trata de una cita en la que Sánchez quiere pacificar pasado y presente del socialismo. Uno de los hitos de ese reencuentro será la presencia de Felipe González, que reclamó pactos entre las dos principales fuerzas políticas hace tan solo unos días. "Lo que hay aquí es una jugada para marcar distancias con Podemos. Aunque este pacto todavía tenemos que verlo cerrado", dice un alto cargo socialista.
Otras voces del PSOE sugieren que el acuerdo ha sido posible gracias a que Pablo Iglesias ya no está en el Gobierno. Queda pendiente el CGPJ, cuya renovación sigue estancada. Bolaños protegió la cuota de la formación morada en la anterior negociación fracasada con el PP. Esta vez ni se ha intentado, aunque el PSOE no renuncia a seguir dialogando en las próximas semanas.
El PP marca distancias con Vox
El PP, por su parte, también ha conseguido alejarse de Vox gracias a este pacto. Casado se sacude el sambenito del bloqueo con el que ha tratado de etiquetarle el Gobierno. Y, por otro, rompe con esas voces que veían a los populares más escorados hacia la formación de Santiago Abascal tras su convención. Al igual que González, el expresidente Mariano Rajoy reivindicó los acuerdos entre los dos grandes partidos.
Tanto Gobierno como PP se han felicitado por este acuerdo y han reivindicado su voluntad de entendimiento. Cada uno, eso sí, ha subrayado su propio papel para alcanzar el pacto. En ese sentido, Bolaños ha destacado la "satisfacción del Gobierno" por "renovar instituciones que llevan tres años fuera del mandato constitucional". Y ha recordado que la meta del Ejecutivo es "que consigamos que en la democracia los órganos funcionen con normalidad".
"La renovación del CGPJ es factible esta legislatura. Es también deseable, y estamos dispuestos a llegar a un acuerdo", ha dicho.
Para García Egea, la renovación institucional se ha desbloqueado "después de que Pablo Casado haya tomado la iniciativa" y "haya tendido la mano a Sánchez". El PP, ha dicho García Egea, ha hecho entender al Gobierno que "había entendimiento para estos órganos que se van a renovar y aún no para el CGPJ" y que, por tanto, "se podría alcanzar un acuerdo para estas instituciones y seguir negociando para el CGPJ".
