"Los cambios en un Gobierno se cocinan entre tres o cuatro personas". Así resume un veterano socialista con pasado en el Ejecutivo de la Nación las especulaciones entorno a la inminente remodelación del Consejo de Ministros que prepara Pedro Sánchez. Según ha sabido Vozpópuli, el presidente tiene en mente, por un lado, cambios de competencias en el área económica que situarán a la vicepresidenta Nadia Calviño, ministra de Economía, al frente de la gestión de los fondos europeos. Y, por otro, un refuerzo político de los llamados Ministerios de Estado y el área social.
Sánchez, su director de Gabinete, Iván Redondo, y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, son las únicas personas que trabajan en los perfiles del nuevo Gobierno. La tarea requiere una negociación con su socio de coalición Unidas Podemos y el juego de equilibrios internos en el seno del PSOE.
Sánchez tiene previsto dar un cambio radical a su ejecutiva en el congreso federal de octubre en Valencia. Y existen dudas sobre el peso que mantendrá José Luis Ábalos en el partido, el papel que jugará Adriana Lastra y qué otras figuras incorpora el presidente al núcleo duro de Ferraz. La crisis de Gobierno puede ofrecer algunas pistas del PSOE que prepara para el nuevo ciclo electoral.
Las quinielas: Duque, Garzón...
Mientras tanto, las quinielas de entradas y salidas son, dicen estas fuentes, pura especulación. Pero el hecho de que Sánchez quiera adelgazar las 22 carteras de su Ejecutivo ha provocado que ministros como el de Ciencia, Pedro Duque, o los ministros morados de Consumo y Universidades, Manuel Castells y Alberto Garzón, se les coloque más fuera que dentro.
Una de las claves de esta crisis será la reforma del área económica del Ejecutivo para adecuarla a la gestión tan compleja que requerirá la llegada de los 140.000 millones de los fondos europeos. La idea es que las "palancas de inversión" identificadas por el Gobierno en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia negociado con Bruselas estén perfectamente definidas en la nueva estructura del Ejecutivo.
"Canalizar los 140.000 millones va a ser una tarea muy compleja", explican estas fuentes. "No tiene sentido tener repartidas las competencias de pymes entre varios ministerios y quizá vale la pena pensar si hace falta un Ministerio de Industria sin competencias claras o si se puede solventar con una o varias secretarías de Estado integradas en un Ministerio económico potente", añaden.
Sánchez baraja perfiles más técnicos con la vicepresidenta Nadia Calviño como referencia. "Es una oportunidad de responder políticamente a Pablo Casado por el Gobierno de salvación nacional que está reclamando", aseguran desde el PSOE. Calviño podría dirigir un súperministerio económico como el que José Luis Rodríguez Zapatero asignó a Elena Salgado para contentar a Europa ante los avance de la crisis financiera hace diez años.
El contrapeso de Yolanda Díaz a Calviño
El problema es que Sánchez no gobierna en solitario y Podemos no renuncia a ejercer de contrapeso en las carteras económicas con la vicepresidencia de Trabajo de Yolanda Díaz. Los choques más sonados de la coalición han sido siempre por desavenencias en materia económica. Y en especial con Calviño y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. "Todos esos factores estarán en la negociación, que será más sencilla sin Pablo Iglesias", auguran estas fuentes.
La remodelación del Consejo de Ministros también afectará a los ministerios de Estado y a los más "sociales", donde Sánchez busca perfiles más políticos. Hay nombres que llevan meses en el disparadero como el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska. A pesar de que la oposición tiene a Marlaska en su punto de mira, el presidente siempre le ha mostrado su apoyo en público.
Otro nombre que se ha incorporado a las quinielas de salida es el de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González-Laya. La gravedad de la crisis diplomática con Marruecos y el fiasco de su plan de vacunación para los diplomáticos en el exterior han colocado a Laya en el disparadero. Y su continuidad, que hace un mes se daba por segura, está ahora en entredicho.
Demasiados secretarios de Estado
Sánchez tendrá que remodelar también el resto de carteras tanto en nombres como en competencias. El tamaño del Gobierno, dicen estas fuentes, ha provocado que haya un exceso de altos cargos. Y esta situación ha dificultado el funcionamiento de la comisión de Secretarios y Subsecretarios de Estado, que preside Calvo y que cada semana prepara el Consejo de Ministros. "Son 50 personas que tienen que intervenir y que encima se han encontrado con una pandemia que hace casi imposible las reuniones presenciales", señalan.
Hay competencias como Consumo, Ciencia o Universidades o Derechos Sociales que alcanzaron el rango de Ministerios solo por el pacto de investidura. Algunas desaparecerán y otras volverán a fusionarse. También cambiarán sus titulares. "No puede ser, por ejemplo, que todo el tema de investigación esté separado de Educación".