Pedro Sánchez ha barrido del Gobierno a los principales cargos del PSOE que resistieron a su lado con todo en contra en las primarias del 2017. La crisis de Gobierno en el área socialista del Consejo de Ministros solo puede entenderse en clave interna. Fuentes del PSOE aseguran a Vozpópuli que la salida de Iván Redondo, la rehabilitación de viejos enemigos orgánicos, la inesperada degradación de Miquel Iceta y el aviso a los barones críticos han convertido el congreso del PSOE en octubre en un “paseo militar para Sánchez”.
El jefe del Ejecutivo ha sorprendido con un cambio de Gobierno que es una revolución. Sánchez ha vuelto a demostrar, por un lado, el poco apego que tiene por nada y por nadie cuando se trata de “resistir” en La Moncloa. Y, por otro, esa especie de necesidad por cambiar equipos en menos de dos años que ha demostrado desde que asumió el Gobierno en 2018.
Carmen Calvo, José Luis Ábalos o Isabel Celáa no son solo ministros salientes, sino personas que estuvieron al lado de Sánchez tras su caótica dimisión en 2016. Ábalos es quizá la víctima con mayor peso por los incendios que ha tenido que apagar en estos años y la complicada gestión interna del fenómeno Redondo. La hiperactividad del principal asesor de Sánchez y los charcos que ha pisado como en la Comunidad de Madrid han roto las costuras del PSOE en más de una ocasión. Ábalos se va a además con muchas dudas sobre su gestión en el Ministerio de Transportes y sombras como el Delcygate y Plus Ultra, ambos casos destapados por este diario.
Dudas sobre Adriana Lastra
La remodelación afecta de forma indirecta a su escudera más fiel en todos los trances: Adriana Lastra. La posición de la portavoz del PSOE en el Congreso queda ahora muy debilitada. Lastra formaba una dupla inseparable con Calvo y tenía la protección de Ábalos.
El único objetivo del presidente es dar la vuelta a una situación muy adversa en las encuestas tras aprobar los indultos a los líderes separatistas catalanes y flirtear con la idea de un referéndum
El único objetivo del presidente es dar la vuelta a una situación muy adversa en las encuestas tras aprobar los indultos a los líderes separatistas catalanes y flirtear con la idea de un referéndum. Para ello, ha dejado al área de Podemos cocerse en su propio salsa. Y ha dado un giro hacia el PSOE menos sanchista. “No tiene nombre filtrar a la prensa que se cambia al ministro de Justicia tras cumplir con los indultos, como si eso fuera una decisión de Campo y no suya”, lamentan voces del PSOE.
El cambio de Iván Redondo por Oscar López en la jefatura del Gabinete de Presidencia es quizá la mayor sorpresa. No tanto por la salida de Redondo, sino por el fichaje de López. Fuentes socialistas explican que López estaba totalmente fuera de la política en su retiro dorado en Paradores. Y que él mismo había expresado en privado sus pocas ganas de implicarse en nada.
Sánchez avisa a Page, Lambán y Puig
Otro de los mensajes más potentes en clave interna es el que ha dirigido Sánchez a los barones de Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia. Tres mujeres ministras y tres posibles candidatas a suceder a Emiliano García Page, Javier Lambán y Ximo Puig. Solo así pueden interpretarse los nombramientos de Isabel Rodríguez como ministra de Política Territorial y portavoz; Pilar Alegría en Educación; y Diana Morant en Ciencia.
En ese sentido, estas fuentes interpretan la degradación de Iceta -de ministro de Política Territorial a titular de Cultura y Deporte- como un intento de protegerse de la negociación con la Generalitat. “No quiere que el PP utilice a Iceta como un ariete de las cesiones a Cataluña”, dicen estas fuentes.
La maniobra de Sánchez es un anticipo de la revolución que prepara para la ejecutiva del PSOE en el congreso federal de octubre. La salida de Ábalos deja vacante la secretaría de Organización del partido.
La maniobra de Sánchez es un anticipo de la revolución que prepara para la ejecutiva del PSOE en el congreso federal de octubre