El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ofrecido este domingo ante el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, abrir una nueva etapa en Cataluña de “colaboración, encuentro y diálogo” entre administraciones en la que se antepone “unir fuerzas” y favorecer “la convivencia y el acuerdo”.
Sánchez ha tendido la mano a la Generalitat en su discurso en la cena de bienvenida del Mobile World Congress (MWC) que ha presidido Felipe VI en el Museu Nacional d'Art de Catalunya de Barcelona, donde también ha asistido la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau.
Para Sánchez, la mayor feria tecnológica del mundo pone de relieve lo positivo de la colaboración entre instituciones cuando se trabaja con “lealtad y confianza”.
“Abrimos una nueva etapa de colaboración, encuentro y diálogo, centrándonos en todo aquello que nos une, que es el progreso de Barcelona y de Cataluña”, ha demandado el presidente del Gobierno. Una Cataluña “abierta, plural y dinámica” por la que, ha añadido, “vale la pena unir fuerzas y voluntades”.
“Es algo a lo que nos tenemos que dedicar todos. Hagámoslo desde el valor de la convivencia y el acuerdo, desde la voluntad compartida de superar las diferencias para seguir avanzando por el bien de la gente. Para eso sirve la política”, ha enfatizado Sánchez en su intervención, posterior a la de Aragonés, quien, al igual que Colau, no han participado en el saludo protocolario la rey en un gesto de rechazo a la monarquía.
Además de resaltar el papel de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona en la organización del Mobile, el jefe del Ejecutivo ha agradecido al rey su “cercanía y solidaridad” hacia esta cita anual. Su presencia, ha subrayado, es “expresión de su compromiso con Barcelona, con Cataluña y con España”.
Ante los directivos de la GSMA, la patronal de los operadores móviles y organizadora del Mobile, y de destacados presidentes de empresas, como el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, o Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, Sánchez ha hecho gala de la evolución de la economía española a pesar de la inflación y de los efectos de la guerra de Ucrania.
A su juicio, España “resiste el embate de la incertidumbre con fortaleza y solidez”.