El presidente el Gobierno, Pedro Sánchez, se ha desmarcado del resto de líderes europeos y España no enviará material bélico ofensivo a Ucrania. Sánchez ha evitado responder en una entrevista concedida a RTVE si esa decisión se debe a discrepancias con su socio de coalición Unidas Podemos.
Sánchez ha explicado que el Gobierno seguirá enviando ayuda humanitaria y material defensivo -chalecos o cascos- a Kiev, vía Polonia y Moldavia. Pero no ofensivo. En ese sentido, se ha remitido al armamento bélico que está haciendo llegar la Unión Europea a través de su fondo especial para la paz.
Sánchez ha recordado que España es el cuarto país de Europa en aportación económica a este mecanismo, dotado con 800 millones de euros. Unos 500 millones, ha dicho el presidente, se van a destinar a la compra de material ofensivo para Ucrania, como los aviones de combate que se han entregado recientemente. Sánchez ha asegurado que esta decisión se adopta porque la invasión rusa de Ucrania es "una amenaza a la seguridad a la Unión Europea que merece una respuesta europea".
"El gesto (hacia Ucrania) lo estamos haciendo con la ayuda humanitaria, lo estamos haciendo con el material defensivo, y el material ofensivo lo vamos a vehicular a través de este fondo europeo de mecanismo para la paz", ha dicho Sánchez al ser preguntado si España no era una "excepción" en el contexto europeo. La mayoría de países de la UE, incluidos Estados muy reacios a estas ventas como Alemania y Finlandia, está enviando ya armas de forma bilateral a Kiev.
El presupuesto de Defensa
El jefe del Ejecutivo ha respondido por primera vez a preguntas de la prensa desde que Rusia inició la invasión de Ucrania. El presidente ha agradecido el apoyo del PP y su futuro exlíder, Pablo Casado, estos días. Y también ha subrayado la conversación que mantuvo el pasado fin de semana con los cuatro expresidentes vivos de la democracia. Sánchez telefoneó a Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy para valorar la respuesta que debe dar España a este conflicto.
Sánchez no solo ha descartado el envío de material bélico ofensivo. También ha dicho que no habrá un aumento significativo del presupuesto de Defensa dado el nuevo contexto mundial. Y ha querido separar lo que ocurre en Ucrania de un punto caliente para España como es Ceuta y Melilla. Sánchez ha culpado a presidente de Rusia, Vladimir Putin, de provocar este conflicto con el único interés de desunir a la Unión Europea. Pero que ha conseguido justo lo contrario. "El origen del conflicto es que Putin no acepta la UE, no acepta lo que representan los valores europeos. Y eso es lo que ve como una amenaza", ha señalado.
Sánchez tampoco ha querido mojarse con la solicitud realizada por Ucrania para entrar en la Unión Europea. Ha recordado que el país ucraniano ya tiene un acuerdo de asociación estratégica con la UE. Y que el proceso de adhesión requiere de unos mecanismos y unos requerimientos en los que los 27 tienen que ponerse de acuerdo.
Oferta de Sánchez en el Congreso
El presidente del Gobierno ha anunciado que planteará un gran acuerdo a los grupos el próximo miércoles en el Congreso para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra. Ha recordado que Europa ya trabaja en un mecanismo de compensación para los países afectados, pero ha pedido consenso a los partidos políticos en España. "Si estamos unidos en las sanciones económicas a Rusia, debemos unirnos a las respuestas económicas", ha explicado sin dar más detalles sobre si propone un pacto de Estado.
En ese sentido, ha dejado entrever, por ejemplo, que el informe fiscal de los expertos que pidió el Ministerio de Hacienda puede estar desfasado por la desestabilización de los mercados, y el alza que se espera en los precios de la energía. Es decir, ha dejado la puerta abierta a que algunas subidas de impuestos, como el del diésel, queden congelados. "Europa necesita acometer una reforma del mercado energético, desacoplar el gas al precio de la electricidad", ha afirmado.
Sánchez también ha dado entender que el Gobierno regularizará a los 100.000 ucranianos que viven en España. Y se ha dirigido a la comunidad rusa en España, unas 70.000 personas según sus cifras. El presidente ha dicho que España no tiene nada contra ellos, "todo lo contrario", y que lamenta el conflicto creado unilateralmente por Putin.