HongKong Travis Asia Limited, la empresa con la que Sanidad ha firmado algunos de los contratos más cuantiosos para la compra de material sanitario, se constituyó hace menos de un año con una inversión inicial inferior a 1.200 euros. Dos ciudadanos de origen chino aportaron el capital inicial para la constitución de la sociedad, a la que el departamento dirigido por Salvador Illa ha confiado una serie de 'megacontratos' con un valor total de 245 millones de euros.
De acuerdo a las escrituras que la sociedad depositó en el registro mercantil, los ciudadanos Xulei Yu y Xiaojuan Li ingresaron los 10.000 dólares hongkoneses necesarios (1.194 euros) para la constitución de la empresa el 14 de mayo de 2019, no hace ni un año. El primero invirtió 6.500 dólares hongkoneses y la segunda, los 3.500 restantes.
Fuentes del sector consultadas por Vozpópuli destacan la facilidad con la que se crean empresas en el antiguo protectorado inglés, que mantiene ciertas normas comerciales al margen de las chinas. En concreto, el accionista principal no tiene por qué acudir presencialmente a la constitución de la empresa, que requiere una inversión mínima para ponerla en marcha. Las mismas fuentes detallan una práctica habitual en Hong Kong, que es la creación de empresas durmientes con actividades genéricas de importación y exportación, y que se activan exclusivamente para afrontar contratos o negocios puntuales.
Los escritos que HongKong Travis Asia presentó en el registro mercantil no detallan el ámbito de actividad que desarrollará la empresa. A lo largo de 17 páginas determina el funcionamiento interno de la compañía: la cifra máxima de miembros será de 50, qué poder tendrán los directores en la toma decisiones, el voto en las asambleas y las condiciones para el reparto de dividendos. En resumen, los tecnicismos que regirán la vida interna de la empresa.
Este medio ha contactado con el Ministerio de Sanidad para conocer los argumentos que llevaron a contratar los servicios de Hong Kong Travis Limited. A falta de una justificación más detallada, la explicación que se recoge en los contratos públicos reza del siguiente modo: "Se entiende que la empresa indicada responderá a la situación de emergencia de salud pública de forma adecuada y con la premura que dicha situación requiere y, por ello, ha sido seleccionada".
Los contratos firmados
Una compañía en la que, poco menos de un año después de su fundación, el Ministerio de Sanidad español confiará algunas de las partidas más cuantiosas durante la crisis del coronavirus. Atendiendo a la excepcionalidad del estado de alarma, se le adjudicó tres contratos sin concurso previo, todos ellos para la compra de mascarillas -quirúrgicas, FFP2 y FFP3- por un valor total de 244,98 millones de euros. El más importante rozó los 200 millones.
Las licitaciones fueron aprobadas por la Dirección del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), órgano del Ministerio que ha gestionado la compra de material durante esta pandemia. Poco después se publicaron en la Plataforma de Contratación. El Gobierno aprobó un fondo de contingencia de 1.000 millones de euros para estas adquisiciones urgentes, ampliables en caso de agotarse y requerir más elementos sanitarios.
Contratos, todos ellos, que incurrieron en los mismos defectos de forma en su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE): en ninguno de ellos se especificó la ubicación o la localidad de procedencia de HongKong Travias Asia Limited: “Dirección desconocida”, detallaba. Según las explicaciones ofrecidas por el Ministerio de Sanidad, esta circunstancia se debió a un “error administrativo”. Como adelantó este diario, el departamento dirigido por Salvador Illa ya ha rectificado una docena de licitaciones que incurrieron en el mismo fallo.