Los senadores y diputados ocupan un escaño representando a los ciudadanos en ambas cámaras, donde se aprueban leyes, se debaten asuntos de interés público y se ejerce un control parlamentario sobre el Gobierno y su actividad.
Sin embargo, a pesar de que ser senador o diputado requiere dedicación exclusiva según marca la Ley Electoral en su artículo 157, es legal que los parlamentarios ejerzan otros trabajos fuera de la política, siempre y cuando estos no interfieran en la actividad relativa a la representación popular.
Al inicio de cada legislatura, de la misma forma que deben rellenar un formulario en el que especifiquen los cargos públicos que ostentan, sus actividades privadas por cuenta propia o ajena o los ingresos que puedan percibir con cargo al sector público, también deben indicar cualquier otra tarea retribuida que realicen al margen de la representación popular.
Después de especificar la tarea, en el caso de que la hubiese, deberán recibir la autorización de la cámara correspondiente para poder ejercerla. En esta línea, la mitad de los senadores ha recibido este miércoles la autorización del Pleno del Senado para realizar actividades privadas.
Abogacía, docencia... o venta de naranjas
Las actividades más recurrentes tienen que ver con la abogacía o la docencia universitaria, aunque también se cuelan otros menos habituales menesteres como la venta de naranjas o la participación en tertulias de televisión.
También destacan los cargos municipales y autonómicos que muchos desempeñan, así como asesores de partidos políticos, profesionales sanitarios o funcionarios.
Para participar en tertulias ha pedido permiso, este legislatura, la expresidenta de Andalucía, Susana Espadas, el senador del PP Vicente Azpitarte o el expresidente del Senado Manuel Cruz.
En el caso del senador del PP por Castellón, Vicente Tejedo Tormo, la Cámara Alta ha avalado otras actividades que realiza fuera de la institución, como es la venta de naranjas. No es el único dedicado al sector primario, ya que su compañero de bancada Raúl Dalmacio Valero Mejía también es autónomo agrícola.
Sin perjuicio de la dedicación al Senado
La Cámara Alta permite compatibilizar distintos trabajos y de hecho viene autorizando cada legislatura a numerosos parlamentarios compaginar el escaño con variadas actividades profesionales privadas, siempre que estas labores no tengan relación alguna con la Administración y que no supongan un menoscabo de su dedicación en el Senado.
Todos los asuntos relacionados con las posibles incompatibilidades son analizados por la Comisión de Incompatibilidades del Senado, que estudia caso por caso.
Una vez resuelta individualmente cada declaración, en la que los senadores se pueden ver en la situación de tener que escoger entre el escaño o la actividad privada, esta comisión emite una autorización que es aprobada públicamente en el Pleno.