España

Tiradores de precisión de la OTAN se forman en Albacete para combatir en áreas desérticas

Los especialistas se dieron cita en Chinchilla de Montearagón en un ejercicio bajo coordinación del Mando de Operaciones Especiales, aunque la voracidad de los incendios obligó a interrumpirlo antes de tiempo

  • Francotirador en el ejercicio de la OTAN celebrado en Chinchilla, en una imagen de archivo -

Chinchilla de Montearagón (Albacete) es el lugar elegido para celebrar un curso exigente, en condiciones similares a los de áreas desérticas, en el que tiradores de precisión de diversos países de la OTAN han puesto a prueba sus capacidades. Los especialistas de diversos países, bajo estrecha coordinación del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, han pulido sus destrezas para operar en escenarios como Irak, donde el calor y el sol influyen de forma determinante en su objetivo: acertar al enemigo a grandes distancias, en ocasiones superiores al kilómetro.

La instrucción tuvo lugar bajo un ejercicio bautizado con el nombre de Desert Sniper. Tiradores de precisión de Estados Unidos, Italia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Grecia y España se reunieron en Chinchilla de Montearagón para poner a prueba sus capacidades, fomentar la interoperabilidad entre las naciones aliadas en esta materia y analizar el impacto de las temperaturas extremas en las actividades que desarrollan estos especialistas.

¿La razón? Cualquier elemento puede influir en la trayectoria de un tirador de precisión. Se analiza la distancia exacta en la que se encuentra el objetivo, la fuerza y dirección del viento, si hay precipitaciones o si el cielo está despejado. Y el calor extremos es uno de los elementos determinantes en su actividad: puede afectar gravemente a la trayectoria del proyectil en caso de que éste no se haya almacenado en condiciones de frescura.

Los tiradores de la OTAN

Los tiradores de precisión de la OTAN han desempeñado en Afganistán misiones que requieren una precisión quirúrgica. Actualmente también se desempeñan en Irak, donde el Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra despliega a sus efectivos. Calor extremo durante el día y, según en qué épocas del año, frío intenso en las noches. La Alianza encuentra en Chinchilla de Montearagón un escenario similar al de estos países y, por eso, promueve la participación de los tiradores de precisión de los países aliados en el Desert Sniper, que ya acumula varias ediciones.

Pasar desapercibidos es indispensable para el debido cumplimiento de su misión, aun cuando las temperaturas superan los cuarenta grados. El desgaste climatológico incide tanto en el tirador como en la munición. Y el calor que cae sobre Albacete en el mes de julio, fecha en la que se celebró el encuentro, reúne las condiciones adecuadas para adaptarse a estos escenarios.

La edición de este año, no obstante, contó con un contratiempo sobrevenido. Los organizadores del ejercicio tuvieron que terminarlo antes de tiempo por la influencia de los incendios que este verano han asolado la Península, según informó La Tribuna de Albacete: el Desert Sniper se celebra con el apoyo habitual de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que en los últimos meses han tenido que emplearse a fondo en la lucha contra el fuego.

Chinchilla es Irak; Almería es Mali

Y de Chinchilla de Montearagón a Almería. Las Fuerzas Armadas -esta vez sin participación de países de la OTAN- celebraron también a principios de julio unas jornadas de actualización de combate en desierto. La revista Tierra, editada por el Ejército de Tierra, detalla que la brigada Rey Alfonso XIII de la Legión ejerció de anfitriona, en unas maniobras celebradas en Viator que reunió a personal de las fuerzas Aeromóviles del Ejército de tierra, del Mando de Ingenieros, de las Comandancias de Ceuta, Melilla y Baleares, y un jefe de compañía de desembarco de la Armada.

"El ejercicio tenía como objetivo actualizar los conocimientos tácticos y técnicos en combate en desierto de los participantes, así como experimentar la adaptación al medio que sufre el cuerpo humano en este tipo de ambientes", detallan desde el Ejército de Tierra, al mismo tiempo que destacan la similitud de este escenario con las condiciones que se pueden encontrar en Irak o Mali.

"El impacto de las altas temperaturas, el terreno árido y sobre todo las limitaciones logísticas, hacen que el combate en desierto merezca una instrucción y unos conocimientos específicos", incide el Ejército de Tierra. Además se formó a los militares en aspectos sanitarios específicos del desierto y en la recuperación de vehículos en la arena, entre otros. Las jornadas contaron con el apoyo de la escuela de supervivencia Anaconda. Para culminar los ejercicios, los militares españoles simularon una operación convencional de asalto que se prolongó durante 24 horas.

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