La relación de Begoña Gómez con la Universidad Complutense de Madrid ha sido objeto de interés desde, al menos, 2023. En ese año un abogado giró dos solictudes de información al Portal de Transparencia para tener conocimiento concreto de los motivos que le llevaron a la universidad pública a contratar a la mujer del presidente del Gobierno. Pese a sus intentos, el organismo se negó a informar sobre su formación académica así como sobre su compatibilidad.
Así se desprende de las respuestas del órgano, a las que ha tenido acceso Vozpópuli, a tenor del interés de un particular que terminó interponiendo querella en los tribunales por este asunto. En concreto, consta como en marzo de 2023 solicitó que se le informara sobre las "causas excepcionales" que justificaron el nombramiento de Begoña Gómez como codirectora de la cátedra de Transformación Social Competitiva "sin reunir los requisitos de ser personal docente de la UCM".
Del mismo modo, requirió los títulos académicos que posee la mujer de Pedro Sánchez, su trayectoria profesional, los órganos colegiados de los que es miembro, las actividades privadas o públicas para las que se le concedió la compatibilidad y, finalmente, las remuneraciones y las actas de las sesiones de la Comisión sobre la cátedra. En su respuesta, la Complutense defendió que no tenía obligación de facilitar información sobre su perfil o trayectoria profesional porque no forma parte de la universidad.
"No ocupa puesto de responsabilidad"
"La Sra. Gómez Fernández no es empleada de la UCM ni, lógicamente, ocupa cargo ninguno ni le corresponde un puesto de responsabilidad, por lo que estas obligaciones de publicidad activa no son exigibles", reza el documento que firmó la entonces secretaria general de la Complutense, Araceli Manjón-Cabeza. Del mismo modo, rechazaron informar sobre las compatibilidades de la mujer del presidente del Gobierno, aludiendo igualmente a que no era personal docente de la universidad.
No obstante, la misiva precisó que, al ser una persona de relevancia pública, accedían a informar sobre sus remuneraciones, así como de las actas de la comisión de la cátedra, las cuáles, son, por regla general, públicas. Así pues, la universidad alegó que se basaron en su "acreditada experiencia personal" y su "formación permanente" en las materias que imparte para elegirla como directora de la cátedra. Además, expuso que el rector de la UCM "excepcionalmente y por causas justificadas, podrá designar como Director/a de la Cátedra a alguien sin vinculación laboral con la Universidad". Al respecto explicaron que Gómez inició su relación con el órgano en 2012 y que había participado como profesora en las distintas ediciones del cuso, "habiendo sido valorada por sus estudiantes con la máxima nota".
En relación con sus retribuciones, explicó que Begoña Gómez -al igual que el resto de directores de cátedras extraordinarias- no percibió salario alguno por esta labor. Sí que se remuneró su actividad como directora de los másteres en Dirección de Fundraising Público y Privado en Organizaciones sin Ánimo de Lucro y del máster en Transformación Social Competitiva.
Dos intentos fallidos
La respuesta en cuestión incluyó las actas de la comisión y el salario que percibió si bien, el solicitante de información respondió a Transparencia que ni se había informado de si Gómez está licenciada ni tampoco se conocían los motivos por los cuáles el rector decidió asignarle la dirección de una cátedra pese a ser personal ajeno a la Universidad Complutense de Madrid. Al hilo, recordó que la universidad está incluida en el ámbito de aplicación de la Ley 19/2013 y que debían hacer públicos los datos ocultados. "Ni en su respuesta de fecha 14 de abril de 2023 ni sus anexos consta reflejado la existencia de título universitario alguno expedido a favor de Dña. Begoña Gómez Fernández, ni las entidades que lo emiten", plasmó.
"A la vista de esta situación, se hace imprescindible conocer cuáles son las razones que fundamentaron su nombramiento, dado que no es profesora ni personal administrativo con vinculación permanente a la UCM ni, además, tampoco responde a un perfil de prestigio profesional, técnico y científico reconocido en el ámbito temático del objeto de la colaboración", indicó en su nueva misiva dirigida a Transparencia. Finalmente advirtió que acudiría a la vía penal si no se le remitía la documental que ahora se investiga en la causa abierta contra Begoña Gómez.
Tras ello, Transparencia emitió una segunda respuesta en la que reiteró que Begoña Gómez venía colaborando con la UCM desde el año 2012 y que, por tanto, su trayectoria profesional estaba avalada por esta experiencia. También dijo que se hacía "innecesaria la acreditación documental de los hechos conocidos"."Por ello, no cabe apreciar conducta arbitraria alguna ni procede la advertencia sobre una posible querella. Se ha cumplido de esta manera el objetivo de la trasparencia", respondió.
Los alumnos del máster
Precisamente, una de estas respuestas obra en el sumario del procedimiento abierto el pasado mes de abril contra Begoña Gómez por dos delitos. A día de hoy, su vinculación con la UCM se ha convertido en una de las patas claves de la causa, especialmente después de que el rector Joaquín Goyache, desvelara en julio que acudió a Moncloa a mediados de 2020 a tenor de una llamada de la empresaria y que en dicho encuentro se habló de la creación de la cátedra.
Los documentos aportados al juzgado evidencian que a finales de octubre se formalizó su creación, esto es, tres meses después del encuentro en Moncloa. Ahora bien, Goyache, que terminó siendo imputado por estos hechos, negó en sede judicial tener relación alguna con esta actuación. De hecho, delegó la responsablidad de estos hechos en el entonces vicerrector, Juan Carlos Doadrio Villarejo.
Éste, sin embargo, declaró como testigo que la orden de crear la cátedra procedió de Goyache. "Me llama el rector por teléfono (...) y me dice: "Tengo que crear una cátedra para Begoña Gómez, la mujer del presidente. ¿Tienes algún inconveniente?". Yo le contesté: 'Si viene la documentación bien, no'", relató en su testifical del pasado 19 de julio.
Las testificales practicadas entonces evidenciaron contradicciones en relación con el número de alumnos de los másteres de Begoña Gómez; motivo por el cual el instructor de la causa, Juan Carlos Peinado, reclamó a la universidad los expedientes de la mujer de Sánchez. Desde la UCM, sin embargo, se ha respondido que no conservan su currículum (ni el de ninguno de los directores de las cátedras extraordinarias). También, se niegan a dar información de los alumnos por motivos de protección de datos.
Los correos aportados al sumario, no obstante, evidencian que la propia Begoña Gómez transmitió en un correo en 2021 la necesidad de buscar alumnos de cara al nuevo curso. "Quisiéramos una vez más contar con un equipo diverso de participantes que agrupe a diferentes sectores y empresas de nuestra economía. Seguro que conocéis perfiles que puedan sumar y que quieran formar parte del cambio. Contamos con todos vosotros para seguir aprendiendo juntos", alegó.