El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha asegurado que no es partidario de irse de los debates sino de "combatir con la palabra, como se hace en democracia," determinadas actitudes, y ha mostrado su solidaridad con las personas que en estos días están siendo amenazadas "porque a nadie le gusta que le manden balas a casa".
Fernández Vara, que como secretario regional del PSOE extremeño ha inaugurado este sábado en Mérida las VI Jornadas Regionales de Memoria Democrática, ha asegurado que la solución tampoco es el aislamiento "sino que hay que combatirlo con las ideas, los principios y los valores".
A su juicio, situaciones como las que se están viviendo en los últimos días en España son consecuencia del proceso "hacia el puro individualismo" en detrimento del conjunto de la sociedad, y que es una realidad que "no se puede desechar en dos telediarios".
En este sentido, ha advertido de que lo que hoy representa la ultraderecha en España no es la que pudieron representar "Blas Piñar, Ruiz Mateos o Jesús Gil", sino que es una fuerza política que tiene 52 diputados, y ha añadido que mucha gente que en las municipales de 2019 votaron a partidos "incuestionablemente democráticos" seis meses después votó a Vox.
"El voto de Vox viene solo de la extrema derecha"
"Vivimos momentos complicados y nos equivocaríamos si hacemos diagnósticos simples... no creamos que el voto de Vox viene solo de la extrema derecha de toda la vida", ha dicho Fernández Vara, que ha añadido que "comparar lo que le cuesta a un país los menores no acompañados con la pensión de los mayores no es casualidad".
Además, ha alertado de que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, en España "no solo no se les aísla, sino que están en gran parte de gobiernos, por acción o por omisión".
Por ello, ha apelado a hacer un análisis riguroso de la realidad "y no pensando en las próximas elecciones", y ha asegurado que "la profunda ruptura de España en dos bloques" hace que desaparezca "el espacio para la moderación", lo que hará que este país "esté al albur de lo que decida una parte de España", donde el País Vasco y Cataluña "van a tener peso como nunca en la política española".