España

Vuelve el 'Wallapop' de la Guardia Civil ante la falta de ropa: "Tengo un traje de moto sin estrenar"

Más de cien agentes de la Guardia Civil han entrado en poco más de un año en un grupo de Telegram que busca el intercambio de prendas de ropa de la uniformidad

El 'Wallapop' que se organizó entre los guardias civiles para el intercambio de ropa sigue vigente. Este grupo de Telegram sigue aumentando su número de integrantes y amenazan con proseguir en su intento de conseguir prendas. Otra de las nuevas críticas de los agentes es que los equipos actuales que se van a pedir por parte de Dirección General son de calidad bastante menor que las que disponen, los que las tienen, ahora, según denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Este grupo de Telegram comenzó su andadura en octubre del año pasado ante la falta de ropa y de respuesta por parte de la Guardia Civil de Tráfico. En pocas semanas consiguieron llegar a la cifra de más de 300 miembros que buscaban prendas, eso sí, sin contraprestación económica.

Más de un año después, el grupo del 'Wallapop' sigue activo y el número de integrantes ya son 465 personas. Se han incrementado en más de un centenar. Los mensajes de petición de ropa se han ido reproduciendo en todo este periodo. "El grupo es para poner en contacto al personal de la agrupación para cambios o cesiones de uniformidad sin ningún tipo de lucro", advierten en la cabecera de "AUGC Grupo Mercadillo".

Uno de las decenas de mensajes que discurren por el grupo advierte: "Tengo un traje de moto talla 46, sin estrenar. ¿Habría opción de cambio por una 44?". Otro responde: "Tengo uno que te puede valer". Un intercambio que se producirá a la vuelta de las vacaciones de Navidad.

"No hay más remedio que acudir a este grupo"

Desde AUGC, que impulsaron este grupo, explican a Vozpópuli que la Guardia Civil es el "cuerpo de seguridad más maltratado en España". "Las diferencias salariales frente al resto de cuerpos policiales y la falta de derechos lo demuestran", aclaran. El Instituto Armado sigue teniendo problemas de "vestuario" y tienen que intercambiar las ropas en un chat con similitud a Wallapop.

Desde AUGC recuerdan que "estas prendas son equipos de protección individual, porque tienen un poder reflectante, y hay compañeros que sí tienen estas prendas, incluso no las han usado por cambio de complexión". Sin embargo, los agentes que están entrando en la agrupación sufren la falta de vestuario, para el "clima grueso por ejemplo la zona norte de España" y la falta de soluciones de la DGT y de la Dirección General de la Guardia Civil. "No les queda más remedio que acudir a este grupo", aseguran.

Un Guardia Civil de Cambados, en Pontevdra
Un Guardia Civil de Cambados, en Pontevedra

Para los agentes de Seguridad Ciudadana se agrava el problema. Y es que, según el sistema establecido en la actualidad, desde que un Guardia Civil solicita una prenda hasta que es adjudicado transcurren muchos meses. "Puede incluso superarse los dos años. para AUGC la gestión de los recursos materiales de la Dirección General es desastrosa", lamentan desde esta entidad.

Más ropa con menos calidad

Otra de las denuncias que se repiten de forma reiterada es que hace poco más de un mes la Guardia Civil sacó a concurso una licitación para comprar ropa que reduce la calidad de las prendas. Todo ello por una cantidad que supera los 8,3 millones de euros sin impuestos.

"Nos hemos encontrado con la desagradable sorpresa de que, una vez más, primará lo económico y para ello, han modificado considerablemente los pliegos de prescripciones técnicas y rebajado la calidad de las mismas con el objeto (suponemos) de que puedan entrar en el concurso empresas que ofrecen ropa a bajo coste", añaden.

Una circunstancia que se ha hecho a "espaldas de los trabajadores y representantes". Por este motivo, consideran que la Guardia Civil ha incumplido su obligación de consulta y han presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo y no descartan, en su caso, acudir a instancias europeas. "Realizaremos un exhaustivo seguimiento de la licitación para ver la adjudicación, así como, una vez se distribuyan y entreguen las prendas, el resultado de las mismas pues, nos tenemos que lo barato no sólo puede poner en riesgo la salud de los trabajadores, sino también salir caro a la larga si la duración de las prendas se reduce", explican los agentes sobre la nueva ropa.

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