¿Una cerveza bien fresquita?. Pocas bebidas alivian la sed como la este líquido ambarino que cuenta con una larga historia detrás y cuyo origen se remonta a China 5.000 años atrás, cuando consumían un brebaje muy similar denominado Kui.
Babilonios, egipcios, romanos y griegos la degustaban con fruición como consta en diversos restos arqueológicos y en la Edad Media la técnica se depura gracias a los monjes, que la elaboraban en los monasterios para autoconsumo y venta. Una anécdota: nuestro rey Carlos I de España y V de Alemania se hizo llevar a su retiro de Yuste su propio maestro cervecero flamenco, Enrique Vandetrehen.
La llegada de las grandes fábricas, en el siglo XIX, abarató su coste, la popularizó y dejó de ser una bebida de las elites para ser coto de la clase obrera. Esta bebida espumosa está hecha con granos de cereales que se someten a un proceso de fermentación.
Sólo en Alemania se encuentran unas 5.000 variedades distintas de cerveza. El consumo en España aumentó en 2022 hasta los 58 litros por persona según datos de Cerveceros de España
Existen cervezas de maíz, de arroz, de trigo... aunque la materia prima más utilizada es la cebada. Actualmente encontramos en el mercado numerosos tipos de cerveza y, sólo en Alemania, se encuentran unas 5.000 variedades distintas.
De la pilsen a la stout hay todo un mundo inabarcable. Hemos seleccionado a grandes rasgos las principales para encontrar sus mejores armonías y no nos hemos dejado en el tintero platos tan nuestros como el gazpacho, el ajo blanco, la paella o los huevos fritos. Un dato más: en España el consumo aumentó en 2022 hasta llegar a los 58 litros por persona.
Cervezas Lager
De fermentación baja, conviene consumirlas en un corto espacio de tiempo. La Pilsen procede de la ciudad checa del mismo nombre, es la más famosa de las encuadradas dentro de esta categoría. Son doradas, claras y ligeras.
Maridaje: Son perfectas para el gazpacho o el ajoblanco. También para las gambas, langostinos o cigalas ya que el dulzor de estos mariscos se potencia con la suavidad de esta cerveza. Y para el ‘pescaíto’ frito. También para todas aquellas preparaciones que lleven ajo, como las patatas alioli, ya que limpiará la boca. Lo mismo ocurre con los platos picantes.
Cervezas Ale
Son típicas de las Islas Británicas, de alta fermentación y con aromas y sabores más complejos que la anterior y más amargor. Algunas de ellas fermentan en barriles de madera (Bitter, Pale Ale y Brown Ale). La más consumida es la “Pale Ale”, suave y de ligero amargor.
Maridaje: La Pale Ale o Blonde es una buena compañera de pescados azules a la parrilla, mariscos de concha y ensaladas de verano (siempre que no lleven un exceso de vinagre, lo que las anularía). Carnes blancas como el pollo o la ternera también hacen buena pareja. Es la ideal para el sushi y los ahumados. A las paellas- de marisco o mixtas- les va de maravilla.
Cervezas Trapenses
Producidas principalmente en seis monasterios trapenses de Europa, cinco de ellos en Bélgica y uno en Holanda, aunque algunas órdenes dan la licencia a otras congregaciones de sus órdenes enclavados en otros países. Algunas tienen hasta tres fermentaciones. Muy afrutadas, algunas tienen cierto sabor a azúcar cande que se añade al mosto en ebullición. Las denominadas "de abadía" tienen similares características.
Maridaje: Son muy distintas entre ellas y sería imposible definir las mejores armonías de cada una sin catarlas previamente. Como norma general, como poseen cierto sabor dulzón al añadirle azúcar cande, con quesos cremosos añejos (camembert, brie…) darían un buen contrapunto. Incluso con quesos de cabra. Hay marcas en las que la fruta está muy presente (cerezas, etc.) por lo que algún chocolate negro irá a la perfección.
Cervezas de trigo
Contienen un 50% al menos de este cereal. Son típicamente bávaras y se denominan también "blancas". Aromáticas, su turbiedad las delata. Posee notas dulzonas.
Maridaje: Con codillo y las salchichas blancas harán un extraordinario matrimonio ya que debido al contraste se potenciarán. También con las ensaladas alemanas, especialmente la de morros y, en general, las que lleven encurtidos y mayonesa. Pruébalas con la pizza. Y con verduras amargas como la escarola, endivia, alcachofa y rúcula.
Cervezas tostadas
No es una categoría como tal, pero engloban todas aquellas cervezas que poseen color ambarino- cobrizo. Esto es debido a un mayor tueste de las maltas utilizadas.
Maridaje: Con huevos Benedictine podemos hacer una genial combinación. También en guisos de patatas (en amarillo, con pescado), sándwiches de pastrami y toda la familia del cerdo (excepto el jamón ibérico). Igualmente, con hamburguesas y huevos fritos.
Cervezas Lambic
Fabricadas con cebada malteada y trigo crudo, son características de Bruselas, donde se produce una fermentación espontánea debido a las levaduras del ambiente. Son la base para las cervezas de frutas como grosella, melocotón o frambuesa.
Maridaje: Ideales para quesos recios, como el Cabrales o el Roquefort. Con frutos secos (de la almendra a la avellana especialmente) harán buena pareja. Incluso con conservas fuertes, como los mejillones en escabeche. También como contraste con los ceviches.
Cervezas Porter y Stout
Son las cervezas negras, espesas, muy secas, potentes y de espuma en tonos ocres. La más conocida es la irlandesa, elaborada por primera vez por el cervecero Arthur Guinnes (si vas a Dublín, no te pierdas su Museo), aunque hay teorías que sitúan su nacimiento en Alemania.
Maridaje: Su cremosidad y sabor a torrefactos la hacen, por contraste, una buena colega de la repostería, desde tartas a tiramisú. También con chocolates negros. Todas las carnes (incluido el buey), embutidos, salchichas, estofados… Con las ostras sobre pan de centeno con una fina capa de mantequilla te sorprenderás.
No están todas las que son pero, a grandes rasgos, sí se encuentran aquellas categorías que son más habituales. Y todos los secretos de sus mejores armonías.