Internacional

Bayrou propone recular con la reforma de las pensiones a cambio de que los socialistas no voten la moción de censura

Bayrou tendría dos meses más para preparar un nuevo examen oral mucho más complicado

  • François Bayrou -


El primer ministro francés, François Bayrou, anunció ayer la renegociación la reforma de las pensiones, la medida más importante del segundo mandato del presidente Emmanuel Macron, aprobada con fórceps y sin debate parlamentario en 2023.

 

Era la condición indispensable para que una parte de la izquierda, y en especial los socialistas, no se una a “La Francia Insumisa” de Jean-Luc Melenchón en su intento de derribar al ejecutivo en una sesión prevista para el jueves.

 

Ni “suspensión”, ni abrogación. Bayrou debía encontrar un término que salvara la cara de sus aliados macronistas y centristas, y no irritara a la derecha tradicional. La “suspensión” exigida por los socialistas se transforma en “renegociación”, en una pirueta semántica que busca contentar a, casi, todos.

 

En la presentación de su programa de gobierno ante la Asamblea, François Bayrou ha anunciado este martes el inicio de un dialogo con los sindicatos y la patronal para buscar una reforma “socialmente más justa y “equilibrada”, subrayó, en la que la discusión sobre la edad tampoco representará un tabú. La reforma de 2023 aumenta de 62 a 64 años la edad de jubilación. Bayrou se da de plazo tres meses para renegociar el texto, pero advirtió que, si no se alcanza un acuerdo, se aplicará la ley aprobada hace más de un año.

 

Si la propuesta del nuevo jefe de gobierno se cristaliza, Bayrou tendría dos meses más para preparar un nuevo examen oral mucho más complicado, como es la aprobación de los presupuestos para 2025 y la financiación de la seguridad social. Su objetivo es superar cada obstáculo para llegar al verano y, quizá, ofrecer a Macron la posibilidad de llamar a nuevas elecciones legislativas en otoño, o no.

 

En la presentación de su “Declaración de política general”, que como su título indica es muy genera, el líder centrista anunció también su intención de introducir una parte de proporcional en el sistema electoral. Es una de las medidas que ayudaría a los socialistas, a emanciparse de Melenchón y “La Izquierda Insumisa”. Si se aplicara la propuesta, el PSF, hoy aliado con ecologistas y comunistas en el “Nuevo Frente Popular”, tendría más posibilidades de obtener un número mayor de escaños que con el actual sistema, mayoritario a dos vueltas. El sí del PS y otros partidos no insumisos depende también de esa reforma del sistema electoral.

Tengo la convicción profunda de que la inmigración es una cuestión de proporción: acoger una familia extranjera en un pueblo de los Pirineos, por ejemplo, es un movimiento de generosidad. Pero si se instalaran treinta familias, ello sería apercibido como una amenaza

Bayrou aseguró que quiere un mayor control de la inmigración. “Tengo la convicción profunda", dijo, “de que la inmigración es una cuestión de proporción: acoger una familia extranjera en un pueblo de los Pirineos, por ejemplo, es un movimiento de generosidad. Pero si se instalaran treinta familias, ello sería apercibido como una amenaza”. En este mismo capítulo, el primer ministro denunció que de las 140.000 órdenes de expulsión de extranjeros decididas por la Justicia cada año, solo un 7% se hacen efectivas. Era también una referencia a la actual crisis de París con Argel, cuyo gobierno rechaza casi sistemáticamente la acogida de sus nacionales expulsados de Francia.

Se refirió también a la situación en Mayotte, donde la inmigración ilegal proveniente de la vecina Comores está fuera de control. El número de clandestinos en ese territorio francés del sureste de África equivaldría en proporción a una cantidad de medio millón de ilegales en el París intramuros, según el primer ministro. Algo “insoportable para nadie”, recalcó.

 

El dilema de los socialistas

 

El reciente jefe de gobierno no entró tampoco en muchos detalles sobre el asunto de la deuda, aunque comenzó su discurso advirtiendo que Francia está “al borde del precipicio”, recordando la cifra trágica: 3,2 billones de euros. Sin adelantar medias económicas, que serán discutidas en marzo, Bayrou dejó entender que no habrá aumento de impuestos a las empresas.

 

Tras semanas de negociaciones, François Bayrou confía en que los responsables socialistas no voten la moción de censura que La Francia Insumisa del jueves. Para el PSF la disyuntiva es seguir bajo la tutela y la sumisión de Melenchón, o abandonar el radicalismo y volver a ser un “partido de gobierno”. En las últimas horas, los socialistas han recibido toda la panoplia de insultos y descalificaciones del líder y los tenientes de “La Francia Insumisa” hasta llegar a ser tildados de “colaboradores, como en otros tiempos”, refiriéndose así a los diputados socialistas que en 1940 votaron los plenos poderes del Mariscal Petain.

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