Un jurado de EEUU declaró este jueves culpable de varios cargos de terrorismo a El Shafee Elsheikh, miembro del grupo Estado Islámico (EI) que participó en el secuestro en Siria de los periodistas españoles Javier Espinosa, Ricard García Vilanova y Marc Marginedas.
Elsheikh, miembro de la célula conocida como los "Beatles" por su acento británico, no fue procesado por el secuestro de los españoles sino por su implicación en el asesinato de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y de los trabajadores humanitarios Peter Kassig y Kayla Mueller.
Espinosa, que estuvo seis meses retenido en Siria, ha descrito a Elsheikh como el terrorista "más loco" y "más brutal" de los que le secuestraron.
La crueldad de la célula
Los integrantes de la célula conocida como los "Beatles" han pasado a ser conocidos por la crueldad con la que trataban a sus rehenes, a los que torturaban, humillaban y golpeaban, incluso forzándoles a pelearse entre ellos hasta que perdían el conocimiento.
Elsheikh, capturado en 2018 por milicias kurdas en Siria, confesó durante el proceso judicial en EEUU que había formado parte de esa célula y explicó que, entre otras cosas, se encargaba de contactar a las familias para mostrar que los rehenes seguían vivos y pedirles una recompensa por su liberación.
El jurado dio a conocer su veredicto tras deliberar durante cuatro horas en una corte federal de Alexandria (Virginia), a las afueras de Washington.
El siguiente paso es que un juez de esa corte fije la pena contra el acusado, conocido por sus apodos "Jihadi Ringo" y "Jihadi George" y que se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.
Elsheikh ha podido ser enjuiciado en EEUU por su papel en el secuestro de los periodistas Foley y Sotloff y de los trabajadores humanitarios Kassig y Mueller.
Foley, Sotloff y Kassig fueron decapitados y sus muertes fueron grabadas en vídeo a modo de propaganda, mientras que Mueller fue seleccionada por el jefe del EI, Abu Bakr Al Baghdadi, para ser su rehén personal, periodo en el que fue violada en repetidas ocasiones antes de ser asesinada.