Rusia ha confirmado que sus tropas han informado al presidente del país, Vladímir Putin, del "inicio de la etapa final" de la contraofensiva en la región de Kursk. La región desde que fue invadida en agosto del año pasado a servido a los ucranianos como "moneda de cambio" en unas posibles territoriales para recuperar el terreno perdido de su país tras la invasión de 2022.
"Putin ha escuchado los informes del comandante y subcomandante sobre el progreso de la operación en Kursk, así como el inicio de la etapa final de la operación para liberar el territorio de los militantes que se han atrincherado allí", ha explicado el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov.
Putin visitó ayer la línea de batalla, se reunió con su Jefe de Estado Mayor y agradeció a sus divisiones el esfuerzo realizado en la contraofensiva y afirmo que su objetivo es expulsar totalmente a las tropas ucranianas. Putín afirmó que por el momento el ejército ucraniano ha perdido 67.000 de sus militares, muertos o heridos y han destruido cientos de vehículos blindados y carros de combate. Ha destacado también un operativo de 600 militares que avanzaron varios kilómetros por un gasoducto y sorprendieron a las tropas ucranianas por la retaguardia
A finales de año, Kiev llegó a tener bajo control unos 1.200 kilómetros cuadrados y más de un centenar de localidades de Kursk y Rusia tuvo que desviar su atención del frente en territorio ucraniano para expulsar a las tropas enemigas que se habían alojado en sus tierras. Esto provocó que la guerra en Ucrania entrara en un periodo de estancamiento, con los frentes prácticamente invariables y sin negociaciones de paz a la vista.
Negociaciones
Hoy, Pescov también ha anunciado que el Kremlin tendrá una reunión con enviados especiales del presidente de EEUU, Donald Trump, para abordar la propuesta de tregua aceptada ya por Ucrania.
"Efectivamente, los negociadores están volando. Hay contactos previstos", ha explicado el portavoz Peskov.
Paquetes explosivos
Por otro lado, las autoridades de Rusia han anunciado este jueves la desarticulación de una serie de ataques con paquetes explosivos contra militares y funcionarios y han apuntado directamente a los "servicios especiales de Ucrania" como responsables de estos "actos terroristas".
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha indicado que "ha impedido una serie de actos terroristas y sabotajes planificados por los servicios especiales ucranianos contra miembros del Ministerio de Defensa ruso que participan en la invasión, así como hacia funcionarios.
El Servicio ha subrayado en un comunicado que los agentes hallaron cinco paquetes con "artefactos explosivos de fabricación artesanal" en el aeropuerto de Cheliábinsk (centro), antes de agregar que "estaban disimulados como paquetes de regalo con perfumes". "Fueron desarticulados por artificieros del FSB".
Sin embargo, este último asunto cambió con el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos. El magnate había prometido que resolvería la guerra con apenas una llamada telefónica y, aunque esto no ha terminado de suceder, Ucrania ha aceptado una propuesta de alto el fuego temporal que ahora tiene que recibir 'luz verde' de Rusia.
Putin refuerza sus apoyos
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha lanzado un comunicado en el que ha anunciado su visita a Putin, y ha matizado que ambos líderes tienen previsto abordar cuestiones relacionadas con la cooperación bilateral y las "áreas de interés mutuo e interacción" entre los dos países.
Es el primer viaje oficial del mandatario bielorruso al extranjero desde que se hizo con la reelección en los comicios del pasado mes de enero, que según la oposición se desarrollaron en un ambiente fraudulento y de represión.
Además, Putin y Lukashenko mantendrán conversaciones sobre la situación geopolítica a nivel internacional y firmarán una serie de documentos y declaraciones conjuntas, tal y como indica el comunicado.
El Kremlin, por su parte, ha destacado la importancia de la "asociación estratégica" entre las partes y ha señalado que ambos tienen expectativas en relación con el diálogo para abordar "temas actuales de la agenda internacional" y cuestiones encaminadas a la "integración" en el marco del Estado de la Unión.
