Cientos de españoles se encuentran en estos momentos “atrapados” en la India. Con más de 200 casos confirmados y cinco muertos, el país asiático ha decretado ya el estado de alarma por la crisis del coronavirus y ellos se han quedado "desasistidos" sin forma de regresar a España por las incesantes cancelaciones de vuelos. El Gobierno, insisten, ha “abandonado” a su suerte a quienes aún permanecen allí. Y algunos ya han desistido: “Yo ya lo dejo, he perdido toda esperanza de salir de aquí”,
Muchos están teniendo problemas para encontrar un alojamiento. Los extranjeros ya nos son bienvenidos en hoteles. Por las calles, casi vacías en un país donde el bullicio es la norma, los blancos se han convertido ahora en unos “apestados”, despreciados al grito de “¡corona, corona!”. Ni siquiera los hospitales privados les atienden. Los “tuk-tuk” ni siquiera se paran. Tienen que ir andando. Corren las horas, el tiempo se agota y va en aumento la incertidumbre de no saber cómo y cuándo volverán a casa.
“En la embajada nos dicen que hasta que el Gobierno no diga nada, no pueden hacer nada… Hemos leído las noticias de la ministra de Exteriores diciendo que vamos a volver, que es muy bonito decirlo para hacerse la foto, pero queremos hechos”, apunta José Luis Bravo, que se encuentra en India colaborando con una ONG y ha tenido que viajar rápidamente desde Pushkar hasta Delhi en busca de una solución urgente, que no llega: “¿Para qué sirve el embajador? ¿Sólo para ir a las fiestas?”.
No hay vuelos. Se sienten “atrapados” y “abandonados”. Sin embargo, en la embajada les siguen instando a marcharse. “Nos dicen que volvamos, que están saliendo vuelos… ¿Pero cómo me voy a volver si nos hay vuelos?”, exclama José Luis. “¿En qué me voy? ¿En camello? ¿En un carro de bueyes?”, se pregunta otra afectada, María Jesús García, que duda —por sus propios contactos— que haya vueltos antes del 15 de abril.
Sin vuelos ni esperanza
Las aerolíneas siguen ofertando vuelos que no existen. María Jesús ha llegado a pagar 1.600 euros por un billete de vuelta que le han cancelado a las horas, dice: “Ni me han devuelto ese dinero ni me han devuelto otros vuelos anteriores que he comprado y me han suspendido”. El banco le ha bloqueado la tarjeta tras un sinfín de intentos: “Se pensarán que me están haciendo fishing, no puedo comparar nada por Internet”. “Yo ya lo dejo, he perdido toda esperanza de salir de aquí”, afirma.
Quedarse tampoco es una opción halagüeña. Están “inquietos” por lo que pueda pasar si se extiende el coronavirus en India: “Aquí no hay hospitales como en Europa ni la higiene es la misma, comen con las manos, los jabalíes están por las calles… Es otro rollo”, explica María Jesús, que duda de que aún no se haya registrado ni un caso: "Aquí va a haber muchas muertes”. “No hay hospitales para tantísima gente”, asevera José Luis al otro lado del teléfono. Por eso, piden a las autoridades españolas un salvoconducto: “Que digan un día y a tal hora, y que pongan un avión para repatriarnos, pero que organicen algo, que el coronavirus nos pille en nuestra tierra”.
Estos españoles, que se han conocido esta mañana en la puerta de la embajada, han conformado una plataforma, bautizada con el nombre “Queremos volver”. Por ahora son “unos veintitantos”, pero estiman que hay muchos más en el país, que se irán sumando. “Hay gente que se ha ido del sur porque los policías los han echado la policía, es surrealista, pero es así”, explica. José Luis: “Yo que amo India, pero me pregunto cómo puede estar pasando esto. Lo peor es que aquí son tantísimos, no hay hospitales para tantísima gente”.