Cada 18 de julio se celebra el Día Internacional de Nelson Mandela. En 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió marcar este día para conmemorar la vida y la trayectoria del expresidente de Sudáfrica como defensor de la paz y la libertad.
Este día rinde homenaje al recorrido que el político sudafricano emprendió para promover un sistema político y social pluricultural, sin discriminación por motivos de raza o género. Tras una vida de lucha activista, Mandela, se convirtió en presidente de la República de Sudáfrica tras la caída del apartheid, un sistema de segregación racial que se instauró en el país entre 1948 y 1994.
Primeros años: influencias ideológicas y activismo político
Nelson Rolihlahla Mandela, nació el 18 de julio de 1918, fecha que coincide con el día elegido para honrar su memoria. Creció bajo las enseñanzas del cristianismo, razón por la que con siete años ingresó en una escuela metodista. Allí, el joven alumno se interesó por la historia africana y los movimientos imperialistas, lo que incluiría en sus principios políticos y sociales.
Su interés por el activísimo político empezó a nacer en la década de los años 30, cuando el líder africano comenzó a participar en protestas estudiantiles, mientras cursaba la licenciatura en Artes en el Colegio Universitario de Fort Hare. Allí, estudió inglés, Antropología, Política, Derecho Romano y Administración de los pueblos nativos.
En esta época, el político africano empezó a asistir a conferencias y reuniones de los comunistas, donde quedó impresionado por el trato igualitario entre sudafricanos de origen europeo, hindúes, africanos bantú y mestizos. Pocos años después, ingresó en el (Congreso Nacional Africano), partido con que casi medio siglo después llegaría a la presidencia.
Problemas con la justicia y paso por prisión
Tras su paso por la facultad de Derecho, donde el joven estudiante pudo hacer amistades de diferentes razas y religiones, Mandela empezó a hacerse un hueco entre las filas del partido, con el paso de los años, pasó a liderar algunas de las protestas y movimientos populares en contra del apartheid.
El activista sudafricano fue arrestado y juzgado en numerosas ocasiones, por lo que tuvo que huir del país. Bajo el nombre falso de David Motsamayi, el líder del movimiento democrático viajó por el continente e Inglaterra para conseguir apoyo internacional para acabar con la segregación racial o sexista que imperaba en su país.
A su regreso, fue condenado a cadena perpetua, junto con otros compañeros, uno de ellos blancos. Nelson Mandela pasó media vida entre rejas, desde la cárcel siguió a la causa democrática, donde participó en huelgas de hambre y otras protestas en pro de mejorar la condiciones de los presos. También recibió la visita de múltiples figuras sociales y políticas, internacionales y nacionales, que abogaban por el fin del apartheid y la lucha por la liberación y la unidad de África.
Fin del apartheid y llegada a la presidencia
Tras enfermar de tuberculosis, Mandela pasó a arresto domiciliario, hasta que fue liberado en 1990. El líder del movimiento de liberación democrática, consiguió la libertad a los 72 años, tras veintisiete años de prisión, a su salida, fue nombrado presidente del partido CNA y empezó su carrera política con el objetivo de propiciar el fin del apartheid.
En 1994, Nelson Mandela se convirtió en presidente de Sudáfrica, tras unas elecciones con sufragio universal. Como jefe de Gobierno, inició el proceso de democratización de las instituciones, apostando por la reconciliación nacional y trabajando para que su país se convirtiera en un país alejado de las divisiones por el odio racial.
En 1997, el activista renunció a la presidencia, aunque siguió participando en la vida política, manteniendo influyentes relaciones con algunos líderes internacionales. Finalmente, el expresidente sudafricano falleció en 2013.
Frases célebres
La influencia de la trayectoria personal y política de Mandela ha marcado la historia de África y de la lucha por los Derechos Humanos para siempre. El expresidente será recordado por decenas de frases e intervenciones que marcaron el discurso político de parte del siglo pasado y de este.
- "Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada".
- "Nunca he considerado a ningún hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel".
- "Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión".
- "Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás".
- "La grandeza de la vida no consiste en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos".
- "La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es el arma más poderosa para cambiar el mundo".
- "La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que creía necesario por su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que yo he cumplido ese deber, y por eso descansaré para la eternidad".