James Costos es el nuevo embajador norteamericano en España. Izquierdista, ejecutivo de la cadena televisiva HBO relacionado con el mundo de la farándula, vegetariano y gay, su llegada supone toda una revolución respecto a los perfiles anteriores que ocuparon su posición (el republicano cubanoamericano Eduardo Aguirre o el judío demócrata Alan Solomont). El diario 'El País' ha entrevistado a Costos, quien ha asegurado que "ser gay no es lo que me define como persona, pero es parte de lo que soy. Es como ser vegetariano: otra faceta más de mí".
Costos, con orígenes familiares griegos, fue un importante donante de la campaña de Barack Obama con alrededor de medio millón de euros. La lucha contra la piratería, además de la salvagurada de los intereses de las empresas energéticas norteamericanas en España, será una de sus principales misiones, pero las preguntas le llegan también por su novedosa condición de homosexual: “No soy un activista gay. Me considero defensor de los derechos humanos en general, de heterosexuales, homosexuales, mujeres, cualquier grupo que pueda necesitarlo. Y da la casualidad de que soy gay. Nunca he levantado pancartas ni he ido a manifestaciones, aunque sí las apoyo. Más que activista, me sentí activado por las palabras del presidente Obama hace cinco o seis años, cuando empezó a decir las cosas que quería hacer. En este momento hay cinco nuevos embajadores que son gays; esa es una firme declaración de intenciones, y me siento honrado de ser uno de ellos", ha dicho el embajador, que ya ha sido recibido por portales con temática homosexual.
Costos también ha asegurado en la entrevista es un ferviente defensor de los derechos de los animales, en un país donde la Jefatura de Estado es oficialmente taurina. Pero el embajador no va a polemizar en ese asunto: "Mis opciones son personales. Pero respeto la cultura española y sus tradiciones, una de las cuales es la corrida, y no soy quién para dar mi opinión. No es mi papel. Igual que, en esta embajada, vamos a servir todo tipo de alimentos”. Según dijo, el consejo que le dio Obama cuando le preguntó cómo debía afrontar su estancia en España fue "ve allí y diles a los españoles cuánto les apreciamos", así que asegura querer seguir "mejorando una relación que tiene más de 200 años".
Y como prueba de que se va a mover con el pragmatismo como bandera, el nuevo embajador, de 50 años, asegura que “mi principal foco de atención en estos momentos es el terreno militar, por supuesto, la defensa y la seguridad. Y esto es algo que el presidente quiso que dejara muy claro a los españoles: que sepan lo mucho que les agradecemos su situación estratégica y el hecho de que nos acojan aquí”.