El debate sobre los límites de la libertad de expresión ha vuelto a la palestra después de que esta semana el Gobierno anunciase que estudia la posibilidad de reformar varios de los denominados "delitos de expresión", como el de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, el de odio, injurias a la Corona y delitos contra los sentimientos religiosos de tal manera que los cometidos en el contexto de manifestaciones artísticas, culturales o intelectuales, no tengan un castigo penal.
Desde el Ministerio de Justicia señalan que el objetivo es estudiar una posible reforma de los delitos "más controvertidos" considerados de expresión. Creen que existe "una cierta indefinición del bien jurídico protegido" y que, por la amplitud de la conducta descrita en la ley, se puede generar inseguridad jurídica.
El anuncio de Moncloa, que se produjo el pasado lunes antes de las 21 horas, llegó después de que la Audiencia Nacional ordenara el ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél para cumplir una condena de nueve meses de cárcel por enaltecimiento de terrorismo e injurias a la monarquía, pero también en vísperas de que Unidas Podemos presentara en el Congreso una proposición de ley para derogar los artículos del Código Penal que, según consideran, "atentan" contra la libertad de expresión.
El caso de Hasél es el último que ha avivado el debate sobre los límites de la libertad de expresión en nuestro país, pero no es el único: el actor Willy Toledo, el rapero Valtonyc o el cantante César Strawberry protagonizaron otras sonadas sentencias en este sentido que provocaron profundas discusiones en los tribunales. Del mismo modo, cabe destacar que en varias ocasiones España se ha topado de frente con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) a la hora de penar este tipo de delitos.
Libertad de expresión en otros países de Europa
La mayoría de las democracias occidentales ha tenido recientemente algún caso relacionado con la libertad de expresión que ha terminado en los tribunales. Un estudio de la plataforma en defensa de las libertades de los artistas Freemuse estima que el 41% de las condenas de este tipo han tenido lugar en Europa durante 2019, aunque China, Rusia y Estados Unidos acaparan las mayores cifras.
El debate de los límites de la libertad de expresión, al igual que en España, también tiene lugar en otros países como Francia o Portugal que recogen en sus respectivas constituciones este derecho.
En Francia, la libertad de expresión se tiene en consideración desde la Revolución Francesa. Desde hace 29 años más de 15 artistas se han visto obligados a prestar declaración ante las autoridades por el contenido de sus obras. Sin embargo, no todos ellos han sido condenados penalmente o con una sanción administrativa.
Más recientemente, en el país galo han tenido lugar multitud de protestas contra la ley de seguridad global que penaliza la difusión de imágenes de agentes de las fuerzas de seguridad. La prensa y organizaciones de defensa de los derechos humanos consideran que atenta contra la libertad de expresión y el derecho a informar.
Por su parte, en Alemania está terminantemente prohibido hacer apología del fascismo y del nazismo y la sátira con este tema se vigila de cerca. También existen leyes que limitan o restringen determinadas manifestaciones políticas. En 2016 el cómico Jan Böhmermann fue denunciado por el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan tras publicar un poema en el que se burlaba del dirigente. Se llegó a plantear pena de cárcel para él tras "difamar a un jefe de estado extranjero", pero finalmente fue absuelto tras haberse prohibido varios versos de su polémico escrito.