Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) declararon este lunes su rechazo a cualquier “esfera de influencia”, un concepto que aseguraron no tiene cabida en el siglo XXI, a raíz de la tensión generada por la acumulación de tropas rusas junto a la frontera ucraniana.
Los ministros, reunidos en un Consejo en Bruselas en el que participa también el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, por videoconferencia, aprobaron unas conclusiones sobre la situación de la seguridad europea, en las que afirmaron que ésta es “indivisible” y que cualquier desafío al orden de seguridad europeo afecta a la seguridad de la UE y sus Estados miembros.
El texto al que dieron luz verde incluye el decálogo planteado en la reciente reunión informal de los ministros en Brest (Francia) por el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a propósito de la crisis entre Ucrania y Rusia.
Tensión y “acciones agresivas y amenazas”
El Consejo condena en sus conclusiones las continuas “acciones agresivas y amenazas” de Rusia contra Ucrania, y pide a Moscú que reduzca la tensión, respete el derecho internacional y participe de manera constructiva en el diálogo a través de los mecanismos internacionales establecidos. Recuerda además que, como declararon los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en su cumbre de diciembre pasado, “cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y costes elevados“.
Asimismo, los ministros comunitarios confirman su “apoyo inquebrantable” a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y otros socios de la vecindad oriental dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, y piden a Rusia que vuelva a participar constructivamente en los marcos internacionales existentes para la resolución sostenible y pacífica de los conflictos.
Por otra parte, el Consejo reafirma el enfoque “unido” de la UE y la estrecha cooperación y coordinación en curso con los Estados Unidos, la OTAN, Ucrania y otros países socios.
Por último, reitera la importancia de fortalecer aún más la resiliencia y las capacidades de respuesta de la UE y sus socios cercanos, incluyendo la capacidad para contrarrestar los ataques cibernéticos e híbridos, la manipulación e interferencia de información extranjera, también la desinformación.