Vender más de 7.000 copias en un mes en un libro podría no parecer mucho, pero es todo un exitazo en un mercado pequeño como el de Portugal. Esto es lo que ha conseguido por el momento 'Porque devemos sair do euro' (Editorial Lua de Papel), un libro que está planteando alto y claro un debate hasta ahora tabú en el país vecino: la necesidad de salir del euro no como opción, sino como obligación para lograr que Portugal vuelva a crecer. Su autor es el economista de izquierdas Joao Ferreira do Amaral, que se dedica desde mediados de abril, cuando se publicó su bestseller, a conceder entrevistas para ganar adeptos. Dice tener la solución para el país y pide valentía: Portugal debe mirar por sus intereses y salirse del euro de forma pactada.
Ferreira do Amaral ha hablado con Vozpópuli desde Lisboa: "Como el euro es una de las monedas más fuertes del mundo, la entrada en la eurozona se manifestó en Portugal con una progresiva caída de la proporción de bienes susceptibles de exportar en relación al PIB. Esto nos ha llevado a un rápido proceso de desindustrialización -pues las manufacturas son el 13% del PIB ahora cuando eran el 25% a principios de los 90-, a grandes déficits por cuenta corriente en la balanza de pagos y por tanto a enormes aumentos de la deuda externa. La única forma de darle la vuelta al proceso es con un incentivo a la inversión y la producción de bienes que podamos exportar". La devaluación es la panacea para los males de nuestro vecino ibérico, según Ferreira, que cree que ni siquiera con un plan de inversiones a nivel europeo se daría el efecto que necesita el país: "La inversión pública va sobre todo a la construcción y es buena para el empleo. Pero refuerza el peso de toda la economía que no puede exportarse". Para Portugal, el futuro debe pasar por la exportación de manufacturas a precios bajos, a la china pero siendo una democracia europea.
Portugal está por debajo en capacidad de compra de otros países europeos medianos que sí controlan su propia divisa, y tienen mejores expectativas, como Hungría o Chequia
Muchos portugueses parecen comprarle la idea a Ferreira do Amaral. Una reciente encuesta ha mostrado como Portugal es el país de la UE donde más gente reconoce "no tener en absoluto los recursos necesarios para consumir". Uno de cada cuatro ciudadanos confiesa que no tiene recursos para consumir nada. Hasta en Hungría o Chequia se declaran con más capacidad de compra. Ambas tienen su propia moneda, son Estados medianos como Portugal pero con más expectativas que ellos.
Con la austeridad, la mayoría de lusos se han empobrecido, con el agravante de que el país no aprovechó el boom de la década de los 2000 y apenas creció, como sí hizo España. Muchos años de penurias y unas soluciones dictadas desde el norte que no convencen. El pueblo portugués tiene fama de paciente y resignado pero, ¿por qué no dejar el euro y acabar con esta situación desesperante de forma negociada?
"Hay que seguir, pero cambiando cosas"
Pero no todos los economistas piensan como Ferreira do Amaral. Hemos hablado también con José Silva Lopes, que fue gobernador del Banco de Portugal entre 1975 y 1980 y también ministro de Finanzas. Ha superado ya los 80 años, pese a lo que nos atiende en perfecto inglés. Reconoce el impacto que está teniendo 'Porque devemos sair do euro' entre los especialistas lusos y reconoce a Ferreira como "un buen economista al que respeto mucho", pese a lo cual asegura no estar en absoluto de acuerdo con él. Para Silva Lopes, el futuro de Portugal debe estar dentro del euro, aunque con cambios profundos.
"La tasa de cambio por sí sola no es una garantía de éxito, necesita también que se mantenga la disciplina fiscal, algo que no hemos hecho en mucho tiempo"
"Para Ferreira parece que salir del euro fuera tremendamente fácil, y no lo es. Estoy de acuerdo en que estar en la moneda única constriñe fuertemente nuestra política económica, y sería un incentivo volver a tener de nuevo la política monetaria. Estoy de acuerdo con eso, pero la tasa de cambio por sí sola no es una garantía de éxito, necesita también que se mantuviera la disciplina fiscal, que es algo que no hemos hecho en mucho tiempo, y que los salarios reales no cayeran demasiado" frente a una inflación que sí aumentaría con fuerza en caso de salida, empobreciendo a los lusos y al dinero que tienen en el banco. Para Silva, "si los salarios reales se hundieran, el efecto sería cero" y los portugueses podrían aumentar incluso más su empobrecimiento.
Silva Lopes recuerda otro de los miedos ante una salida del euro: "Portugal es un país muy endeudado, no sólo el Estado, pero también las empresas. Para muchas de ellas no sería posible hacer frente a la deuda que ya tienen contraída en euros desde un escudo desvalorizado", dice el viejo profesor, que no obstante reconoce que "la zona euro no puede seguir así. Si sigue así acabará pronto".
Sin miedo al aislamiento
El argumento psicológico también juega a favor de la permanencia lusa en la moneda 'alemana'. Salir del euro no dejaría de ser un fracaso porque demostraría que el país no ha sido capaz de ser competitivo frente a sus homólogos europeos. Pero para nada quedaría aislado, al menos según Ferreira do Amaral: "El argumento del aislamiento es que no lo entiendo. Hay más de 10 miembros de la UE fuera del euro y nadie los considera aislados. Hay más de 150 divisas en el mundo. Y si Portugal quedaría aislado, entonces habría que considerar aislados a la mayoría de países del mundo".