La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, prometió este martes su cargo en una ceremonia que ha contado con una sonada ausencia. Y es que debido a que la carta que su antecesor Andrés Manuel López Obrador envió al Rey Felipe VI en 2019 quedó sin respuesta y sin una disculpa por la conquista española, la mandataria mexicana no invitó al monarca; y en señal de protesta por este gesto, el Gobierno español tampoco mandó una delegación en representación del país.
Sheinbaum se convirtió de este modo en la primera mujer en ostentar esta posición para el sexenio 2024-2030. Durante su discurso señaló que “es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres”, y que su ejecutivo "garantizará todas las libertades" negando que vaya a ocurrir una "militarización" del país. La presidenta entrante ha continuado el discurso populista de su predecesor arremetiendo contra la "invasión española" al mismo tiempo que ha agradecido a los diputados de Sumar, Eh Bildu y Podemos su asistencia a la ceremonia.
Y de boca del Presidente de Colombia, Gustavo Petro, este recordó que Sheinbaum fue colaboradora de la guerrilla colombiana Movimiento 19 de Abril, también conocido M-19. Y es que el colombiano aprovechó la toma de posesión para plantear “una revolución mundial” ante la emergencia climática causada por los combustibles fósiles, durante una conferencia en la capital mexicana, donde ironizó con la participación indirecta de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, en la guerrilla del M-19.
“El M-19 ha dado dos presidentes en América Latina”, señaló Petro, al recordar el movimiento insurgente armado del que formó parte de joven. Asimismo, el presidente colombiano rememoró que “en su juventud primera”, Sheinbaum “fue colaboradora y militante del M-19 en México”, país que dio cobijo a muchos guerrilleros perseguidos.
El primer acto violento con una muerte como resultado fue en 1976, cuando la banda secuestró y asesinó de José Raquel Mercado, un líder sindical al acusaban de traición. Fue durante los 80 cuando el grupo criminal tuvo su mayor momento de actividad delictiva, organizado ataques armados, atentados, secuestros y asesinatos, llegando incluso a protagonizar enfrentamientos contra el cartel de Medellín de Pablo Escobar.
Pero la acción que el M-19 dejara como huella para el futuro fue la toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985. Tras un fuerte enfrentamiento entre el ejército y la banda y el posterior incendio del edificio, el episodio se saldó con más de 100 muertos y desaparecidos. Entre los asesinados se encontraban 11 magistrados de la Corte Suprema. Cinco años más tarde de ese violento episodio, en 1990 el gobierno colombiano y la banda M-19 firmaron un acuerdo de paz, y la guerrilla terrorista se incorporó a la política a través del partido Alianza Democrática M-19.