Las autoridades ucranianas están investigando la presunta ejecución sumaria de 16 de sus soldados a manos de militares rusos en el frente de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk. Según ha anunciado el fiscal general de Ucrania, Andrí Kostin, el hecho, de confirmarse, sería la mayor ejecución de prisioneros de guerra ucranianos desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
El suceso fue dado a conocer a través de un vídeo publicado en redes sociales, en el que se observa a los soldados ucranianos, que se habían rendido, siendo alineados por las fuerzas rusas antes de ser abatidos. Posteriormente, los militares rusos habrían rematado a los prisioneros en el suelo, según describió Kostin.
The Russian military executed 16 (!!!) surrendered Ukrainian soldiers at sight.
— Illia Ponomarenko ?? (@IAPonomarenko) October 1, 2024
This is the worst incident of POW execution known so far in this war.
It happened near Pokrovsk.
Look at what the Russians did - they lined the surrendered Ukrainians up, shot them all down, and… pic.twitter.com/U3ub7PKx3x
El fiscal general afirmó que esta acción representa un "claro ejemplo" de la política deliberada de asesinato y tortura de prisioneros de guerra por parte de Rusia. Desde el inicio de la guerra, Kiev ha denunciado de forma reiterada este tipo de crímenes de guerra, señalando que las fuerzas rusas han ejecutado a decenas de soldados ucranianos desarmados o heridos que ya se habían rendido.
Aunque las investigaciones sobre la identidad de los soldados y la veracidad de las imágenes están en curso, Kostin subrayó que este incidente es "otra prueba" de que las ejecuciones no son incidentes aislados, sino una táctica sistemática utilizada por las fuerzas rusas bajo las órdenes de sus líderes militares y políticos.
Kiev ha pedido repetidamente a la comunidad internacional que investigue estas acciones como crímenes de guerra y ha instado a que los responsables sean llevados ante la justicia. Mientras tanto, Rusia no ha hecho declaraciones oficiales respecto a este último suceso, aunque Moscú ha negado en varias ocasiones la existencia de tales prácticas entre sus tropas.
Este incidente se suma a las ya numerosas denuncias de crímenes de guerra en el contexto del conflicto, profundizando aún más la tensión y el horror que sigue caracterizando la invasión rusa en Ucrania.