Internacional

Siria, un estado fallido abocado a una guerra sin fin

El presidente sirio, al Shara, firma un acuerdo con el comandante de las milicias kurdas para integrar sus instituciones en el nuevo Estado

  • Miembros de las fuerzas armadas sirias junto a un cuerpo -

La salida de Bashar al-Ásad no era sinónimo de paz. La semana pasada Siria vivió su peor, y más sangriento, fin de semana desde los rebeldes e islamistas forzaran la salida del anterior régimen de los Ásad. Insurgentes y leales a al-Ásad han sido partícipes de sendas masacres y asesinatos, según han denunciado varias ONG que colaboran en territorio sirio. Las nuevas fuerzas de seguridad de Siria han ejecutado, a sangre fría, a cientos de civiles de la minoría alauita, a la que pertenece la familia de los Ásad, en varias zonas costeras del país.

Todo fue consecuencia de un intento, por parte de los fieles al régimen, de mostrar un resquicio de poder cuando emboscaron y mataron en Latakia, una localidad costera, a decenas de miembros de seguridad de la nueva administración de Damasco. Este primer ataque desencadenó en intensos enfrentamientos y una campaña de represión contra la población alauita. Como consecuencia última de estos enfrentamientos armados, cientos de personas han huido de sus hogares en las provincias costeras de Latakia y Tartus, consideradas bastiones del expresidente.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó, el pasado martes, a 1.093 el número de civiles muertos en esta ola de violencia desatada el pasado jueves en la costa de Siria. La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, aseguró que hay una "relativa calma en las operaciones de venganza" en la costa, donde se documentó el asesinato de miembros de varias minorías religiosas. Sin embargo, la Red Siria de Derechos Humanos, otra ONG con sede en Gran Bretaña, reportó una cifra distinta con 779 muertos hasta el momento, en la que aseguró que hay al menos "211 civiles".

Alauitas sirios huyendo de las localidades de la costa Alauitas sirios huyendo de las localidades de la costa | EFE

Esta misma organización, pese al término de las operaciones militares del Gobierno en respuesta al ataque del jueves por parte de las milicias de al-Ásad, sostuvo que el "número de víctimas civiles sigue aumentando en los sangrientos acontecimientos ocurridos en las zonas costeras sirias y las operaciones de liquidación por motivos sectarios". El Observatorio recogió que, de los 1.093 civiles asesinados, una gran mayoría fueron en las provincias costeras de Latakia y Tartús, pero que estos episodios de violencia se vivieron también en las zonas centrales de Hama y Homs donde se registraron decenas de muertos. Esta organización, que más activamente, ha seguido las violaciones a los derechos humanos en Siria desde que comenzara la guerra civil en 2011 hizo un llamamiento "urgente a las autoridades sirias en Damasco para que exijan responsabilidades" a los implicados en estas matanzas.

"Ejecuciones sumarias de corte sectario"

En Siria, hace una semana, se llevaron a cabo "ejecuciones sumarias" de base "sectaria" por parte de grupos afiliados al régimen de Bashat al-Ásad y por otros fieles a las nuevas autoridades de la transición, tal y como indicó el pasado martes la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos. "En algunos casos familias enteras, incluyendo mujeres, niños y personas no combatientes, fueron asesinados en ataques que se dirigieron particularmente contra ciudades y poblaciones alauitas", según explicó en una rueda de prensa el portavoz de la Oficina, Thameen Al-Kheetan.

Las calles de Latakia tras los combates Las calles de Latakia tras los combates | EFE

"De acuerdo con muchos testimonios recogidos por nuestra oficina, los perpetradores de los crímenes fueron casa por casa preguntando a los residentes si eran alauitas o sunníes antes de decidir si los asesinaban o no. Algunos supervivientes nos contaron que mataron a muchos hombres frente a sus familias", afirmó Al-Kheetan. El portavoz de la oficina añadió que durante los días 6 y 7 de marzo hombres armados supuestamente afiliadas a las antiguas fuerzas de al-Ásad irrumpieron en hospitales de Latakia, Tartús y Baniyas, donde se enfrentaron a las fuerzas del nuevo gobierno de transición, causando decenas de víctimas que incluyeron pacientes, médicos y estudiantes de medicina. "Otros abusos denunciados en los últimos días han incluido saqueos de domicilios y tiendas por parte de personas anónimas que se aprovecharon del caos", agregó Al-Kheetan, quien subrayó que muchos civiles han huido de la violencia a zonas rurales y otros se han registrado en la base aérea cercana que controla Rusia.

El nuevo gobierno hace correr la sangre

En medio de la peor ola de violencia desde la huida de Bashar al-Ásad y su familia, la nueva autoridad en el país no ha ayudado a frenar la masacre. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 428 civiles murieron a manos de las fuerzas de Damasco desde el jueves. Sin embargo, poco más de 200 han sido los combatientes fallecidos en los enfrentamientos contra los fieles a al-Ásad, la otra mitad, la población civil local, según el Observatorio, fueron víctimas de "actos de venganza" por parte de las fuerzas gubernamentales.

Un hospital de Latakia tras los combates Un hospital de Latakia tras los combates | EFE

Vídeos que circulan en redes sociales, muchos de ellos verificados por el Observatorio y grupos de activistas, muestran a las nuevas fuerzas sirias y a grupos armados aliados disparando a quemarropa contra civiles desarmados y realizando "ejecuciones a sangre fría". Ante esta situación y la "masacre" de ciudadanos, entre ellos mujeres y niños, la ONG hizo un llamado a la comunidad internacional "para que adopte medidas urgentes y envíe equipos internacionales especializados de investigación para documentar las graves violaciones que han afectado a los civiles".

Capitulación de las milicias kurdas

Años de lucha contra la ocupación turca del norte de Siria y los grupos terroristas islamistas en el centro y este del país llegan a término con un acuerdo entre Ahmed al Shara y el comandante en jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazlum Abdi, en el que se pacta la integración de las instituciones autónomas kurdo-árabes del noreste de Siria dentro del nuevo Estado sirio. Según un comunicado de la Presidencia siria, este acuerdo supone la total integración de las instituciones civiles y militares kurdas en la administración siria, algo que incluiría los cruces fronterizos, el aeropuerto, además de los campos petrolíferos y gasísticos.

El texto firmado por ambas partes reconoce que la comunidad kurda es parte integrante del Estado sirio y garantiza su derecho a la ciudadanía, así como sus derechos constitucionales, el texto contempla "los derechos de todos los sirios a la representación y participación en el proceso político" y en las instituciones estatales, "independientemente de su origen religioso y étnico". Este acuerdo además incluye "alto el fuego en todos los territorios sirios" y rechaza cualquier tipo de división del Estado sirio y cualquier intento de "sembrar discordia" entre los actores de la sociedad civil. "Los comités ejecutivos trabajarán y se esforzarán por implementar el acuerdo a más tardar a final del año en curso", continúa el documento de Presidencia.

Las FDS, quienes se convirtieron en el principal aliado de Estados Unidos para su operación contra el Estado Islámico en Siria, han defendido , en multitud de ocasiones, la necesidad de "un cese de todas las operaciones militares" en el país tras la caída en diciembre del régimen de Bashar al-Ásad. Las autoridades autónomas kurdas en el noreste de Siria proclamaron su independencia en marzo de 2016 en la ciudad siria de Rmeilan, aunque su capital se encuentra en Ayn Issa. Las FDS, brazo armado de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), están integradas fundamentalmente por las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.

A lo largo de esta semana, un convoy del Ministerio de Defensa sirio puso rumbo a la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria, para hacer efectivo el control de la administración kurdosiria y los yacimientos de petróleo. "Un convoy del Ministerio de Defensa sirio se dirige a Al Hasaka en coordinación con las FSD para comenzar a tomar el control en las sedes estatales y luego para controlar los campos de petróleo", comunicó la televisión siria, citando fuentes anónimas.

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