Situación crítica en Prado del Rey. En la mañana del pasado domingo, RTVE destapó la caja de Pandora, activando con ella un remolino de autodestrucción que vuelve a poner todo patas arriba tras unas semanas de alegría por los buenos datos de audiencia de 'La Revuelta', apuesta prioritaria del ente y Moncloa para la parrilla televisiva de este curso.
Las oposiciones de Información y Contenidos se vieron suspendidas a falta de media hora para dar comienzo a causa de una filtración masiva, la cual destapó de forma anticipada el 83% de las cuestiones del examen a unos pocos privilegiados. Los 5.000 aspirantes congregados en el campus de Somosaguas vieron como, tras meses de encierro y preparación, todo se iba al garete.
Las 474 plazas en liza han sufrido un vuelco, y la nueva fecha de examen será, a tenor de lo anunciado, el próximo 2 de noviembre. Ayer conocimos, además, la dimisión del tribunal de oposiciones designado por RTVE tras la filtración de las respuestas horas antes de la celebración de la prueba.
Las oposiciones destapan problemas en RTVE
Una situación devastadora que vuelve a sacar a la luz los graves problemas internos que arrastra el ente público en muchas áreas. El primero de ellos, relacionado con los propios empleados de RTVE. Decenas de profesionales del organismo están en régimen de interinidad desde hace años. Una circunstancia que también se da en otros ámbitos como la sanidad o la educación.
Vozpópuli ha hablado con un trabajador de RTVE, el cual lleva desde 2023 ocupando como interino una plaza que salió a flote tras la ola de jubilaciones que hubo en el medio. Lo que se conoce como reposición por jubilación.
Nuestro protagonista, como varias decenas más, tiene su contrato ligado a la celebración de estas oposiciones, cuya fecha límite es el 31 de diciembre del presente año. Aunque el número exacto de personas en esta situación es inexacto, se calcula que en torno a un 20 o 25% de las plantillas de los diferentes medios de RTVE.
Todas estas bajas, al no poder cubrirse por contratos temporales o de obra y servicio, pues no están permitidos, se parchearon con los mencionados contratos por reposición hasta la celebración de dichas oposiciones. Su contrato tiene algunas diferencias con respecto a otros, está encuadrado en el P2 (procedimiento 2), basado en una prueba teórica y méritos.
Este caos, si va acompañado de una impugnación del proceso, situación para nada descartable, dejaría en el limbo a todos los que se encuentran en dicha tesitura. "No tengo la certeza de si el 1 de enero de 2025, de no celebrarse antes las oposiciones, voy a seguir trabajando en RTVE", denuncia este trabajador. Con la nueva fecha ya establecida, queda por ver si todo se desarrolla con normalidad, pues las dudas han infectado de lleno este proceso de oposición.
La Unión Europea mira con lupa las oposiciones
Las prisas que han impulsado este proceso de oposiciones es la presión que la Unión Europea lleva tiempo ejerciendo sobre las administraciones públicas españolas a costa del alto porcentaje de interinos que existen en España.
"Yo creo que se celebrarán antes de final de año por dos razones. Una, porque la Unión Europea te lo está pidiendo. Y dos, porque hay casi 200 personas relativas al P1 a la que has dicho que tienen plaza. A la empresa le interesa quitárselo de encima cuanto antes", señala nuestro protagonista.
Tiene que conocerse la nueva fecha del examen y la composición del nuevo tribunal, amén de pactar las preguntas. Al ser una situación tan inédita, todos los plazos y conjeturas están en el aire. Con el plazo final del 31 de diciembre en el horizonte, y con la imperiosa necesidad de avisar, como mínimo, 15 días antes de su celebración, los interinos y opositores cuyas vidas han sufrido un vuelco desearán que noviembre sea el mes donde se celebre el fallido examen.
¿Qué pasará con todos estos trabajadores, cuyo contrato está vinculado a la oposición, si esta no se llegase a celebrar? Veremos si hay una ampliación del plazo por parte de RTVE o un cambio en la directriz europea de estabilización de empleo que permita más margen de maniobra al ente público.
¿Un movimiento contra la presidenta interina?
Concepción Cascajosa, presidenta interina de la entidad, fue elegida por un plazo de seis meses, el cual venció el pasado 26 de septiembre. En la reunión del consejo de RTVE celebrada el pasado martes, Cascajosa decidió suspenderlo de forma repentina ante la posibilidad de que no fuese reelegida por otros seis meses de nuevo.
Una mayoría de cinco consejeros, de los nueve que tiene el consejo, tenía decidido que la actual presidenta interina ni podía continuar más. Por ello, y en vísperas de una deliberación negativa para los intereses de Moncloa, se detuvo la reunión hasta establecer una hoja de ruta nueva para el sillón más privilegiado de todo Prado del Rey.
Algunas voces señalan que la filtración puede haber sido un movimiento interesado desde ciertos sectores de RTVE para entorpecer la labor de Cascajosa, pues un problema de este calibre haría temblar los cimientos de cualquier presidencia de medios en un país elocuente. Si se impugnase el proceso y hubiese que posponerlo hasta el año que viene, la caída de Cascajosa podría ser factible, lo que traería de la mano una no renovación de su actual mandato interino.
