El guión que redactaron hace unos meses los accionistas críticos del Grupo Prisa se ha cumplido con una absoluta precisión. En su agenda apuntaron dos fechas en rojo: el 30 de junio y el 31 de diciembre. Antes de que se cumpliera la primera, pretendían que José Luis Sainz fuera destituido como consejero delegado de la compañía; y lo consiguieron. Antes del final de 2017, querían que Juan Luis Cebrián abandonara el trono de Prisa; y también lo lograrán. El presidente de la editora de El País ha anunciado este miércoles su intención de abandonar el cargo y será sustituido el próximo 1 de enero por Manuel Polanco, cuya candidatura ha sido aupada por los opositores a Cebrián tras varios meses de guerra de accionistas. Ahora bien, según ha podido saber Vozpópulí a través de fuentes del Consejo de Administración, el escritor y académico ha intentado frenar las aspiraciones del hijo de Jesús de Polanco en el último momento, pocos minutos antes de la asamblea de socios.
Son muchas las cosas que han ocurrido dentro del intramuros de Prisa desde el pasado fin de semana. Los consejeros independientes de Prisa mantuvieron un encuentro el pasado domingo en el que decidieron, por unanimidad, apoyar a Jaime Carvajal en la carrera para sustituir a Cebrián.
Unas horas después de que alcanzaran este pacto, surgieron voces entre los accionistas institucionales -principalmente, Santander- que criticaron que Carvajal quisiera compatibilizar su puesto en la dueña de El País y la Cadena SER con los que desempeña en Banco Arcano -consejero delegado- y EVO Banco. Ante esta situación, el aspirante anunció su retirada.
Eso obligó a redefinir la estrategia a pocas horas de la celebración de la Junta General de Accionistas y a proponer a Manuel Polanco que asumiera la presidencia, algo que contó con el plácet de Santander, Telefónica y Caixabank. El pacto alcanzado este martes también implicará una profunda renovación de su Consejo de Administración, que han abandonado oficialmente José Luis Leal, Gregorio Marañón Bertrán de Lis, Alain Minc, Elena Pisonero, Alfonso Ruiz Assín, Glen Moreno y Ernesto Zedillo -expresidente de México-.
Polémica en el Consejo
En la reunión del órgano de gobierno de Prisa celebrada este miércoles, se ha producido un roce entre los consejeros después de que Cebrián, in extremis, expresara su deseo de ser sustituido por Gregorio Marañón Bertrán de Lis, uno de sus más firmes aliados durante la guerra accionarial del grupo. Fuentes del Consejo han afirmado que la noticia pilló por sorpresa a la gran mayoría de los asistentes, que negó la mayor y exigió a Cebrián que nombrara como sucesor a Manuel Polanco. Entonces, el todavía presidente de Prisa abandonó la reunión, “visiblemente molesto”, según han añadido estos informantes.
El resto, se pudo observar en la Asamblea de Accionistas. El todavía presidente aseguró que abandonará su puesto motu propio, mientras que el líder de su oposición, Joseph Oughourlian (Amber Capital), afirmó que la decisión ha sido forzada por sus críticos después de una larga guerra accionarial. Cebrián le reprochó la falta de responsabilidad corporativa de fondos buitres como el suyo, mientras que Oughourlian le echó en cara "la forma personalista" con la que ha dirigido la compañía, que le ha situado al borde del precipicio.
Una parte de sus opositores en el Consejo rechazan la idea de que Cebrián se mantenga dentro de la estructura del Grupo Prisa.
A partir de ahora, se abren dos nuevos frentes dentro de la guerra accionarial de Prisa. El más relevante tiene que ver con la distribución de asientos de su Consejo de Administración, que se decidirá después de que se negocie la ampliación de capital de 450 millones de euros -y la capitalización de 100 millones de deuda- aprobada en la Junta.
Los accionistas institucionales (Caixabank, Santander y Telefónica) propondrán para cubrir las vacantes a Javier Monzón -presidente de Indra-, Javier Gómez-Navarro, director de comunicación de Telefónica, Francisco Gil, expresidente de Telefónica en México, Javier de Jaime, del fondo CVC y Sonia Dulá, de Bank of America Merill Lynch Latam. Ahora bien, quedarán varios asientos por repartir y fondos como Amber Capital presionarán para tratar que los ocupen personas afines a sus intereses.
También está por resolver el asunto relativo a 'la recolocación' de Cebrián. La intención del escritor y académico es ocupar a partir de enero los cargos de presidente honorífico de El País, de presidente del Consejo Editorial de Prisa y de responsable de una nueva fundación desde la que pretende velar porque la compañía fundada por Jesús de Polanco cumpla con el fin social que tiene encomendado y no se pierda por los caminos que alumbren los fondos oportunistas.
Ahora bien, una parte de sus opositores en el Consejo rechazan la idea de que Cebrián se mantenga dentro de la estructura del Grupo Prisa y han avanzado que plantearán batalla para evitar que se cree dicha fundación. Incluso el propietario del Grupo Herradura Occidente mexicano, Roberto Alcántara Rojas, uno de los principales apoyos de Cebrián, ha escenificado su rechazo a que se cree un organismo dentro de Prisa “para él” (en referencia a su presidente).