Su caso es paradigmático de la situación de los emprendedores y científicos en España. Miembro fundador de Idealista y 11870 entre otras webs, así como expresidente de Tuenti antes de que fuera vendida a Telefónica, Bernardo Hernández es uno de los empresarios tecnológicos de más renombre de nuestro país. Tanto, que ha acabado marchándose fuera. Y no a cualquier lugar, sino a Mountain View, California, donde ejerce desde hace cinco años como director de producto de Google.
Hernández ha vuelto por unos días a España para participar en la edición 2012 de Expomanagement, congreso de alta dirección organizado por HSM que ha contado con la presencia del gurú económico Nouriel Roubini, entre otros. Atribuye su buen ojo con los negocios tecnológicos a "suerte y tener una pasión por los servicios de calidad en internet", lo que le ha servido para estar presente en algunos de los negocios de internet más exitosos que se han hecho en España. Dice que si este país no crea emprendedores brillantes es porque prefiere centrarse en otras cosas.
Prepararse para el éxito
"En España hay un ecosistema que favorece el fútbol y por eso somos campeones del mundo. En el cole, en el recreo juegas al fútbol. Los domingos cuando te vas al campo juegas al fútbol. Los padres, cuando ven que el niño despunta un poco lo llegan a los centros de alto rendimiento de los equipos importantes. Se juegan ligas de fútbol y los equipos están gestionados como sociedades anónimas. Se traen a los mejores del mundo a jugar a nuestra liga. Se destinan muchas decenas de millones de euros a la inversión en que se tenga la calidad. Existe la atención mediática de media hora de telediario donde te hablan sólo de fútbol. Imagina ahora que eso mismo se hiciera con la iniciativa empresarial: media hora en el recreo, fines de semana con tus amigos, el padre te lleva a un taller". En ese caso, Hernández no duda en asegurar que "tendríamos los mejores emprendedores del mundo, porque en el fondo hay una técnica detrás de todo esto".
"Los hijos de mis amigos en EE.UU. sueñan con ser Mark Zuckerberg y desde pequeños ya están programando"
Una técnica que sí encuentra en Estados Unidos, donde "los hijos de mis amigos ya están trabajando desde pequeños y sueñan con ser el próximo Mark Zuckerberg (fundador de Facebook)". Pero en España se prefiere inculcar otros objetivos, y el modelo de empresario exitoso también es muy diferente.
Cosas por hacer
Hernández ha puesto en marcha negocios en la red de muy distinto pelaje (también ha participado en Bodaclick), aún observa nichos de mercado: "por ejemplo, la logística o el e-commerce, ya que sigue siendo algo complicado comprar por internet porque no está todo el producto que te gustaría que estuviese, los procesos de compra son complicados y también que te lo envíen a casa. Esos problemas tienen que solucionarse de alguna manera. También tema sanitario o mejora de productividad utilizando la red".
"En España seguimos produciendo cantidades ingentes de titulados en disciplinas obsoletas"
No quiere pronunciarse respecto a si hay o no burbuja tecnológica ahora mismo en los mercados, sobre todo teniendo en cuenta la altísima valoración en bolsa que se dio a Facebook (que en su OPV se ha valorado en 100.000 millones de dólares mientras Google no llegó a 20.000). Se limita a decir que "el mercado pondrá a cada uno en su sitio" y no entra a valorar el hecho de que Facebook tiene, por el momento, un sólo producto e ingresos recurrentes muy bajos para su valoración en bolsa.
La universidad, mal montada
El salmantino y titulado en Icade llama la atención sobre el desajuste que existe entre las instituciones educativas y la realidad del mercado profesional del siglo XXI, en España pero también en EE.UU. En el país americano "hay 14 millones de parados mientras hay 3,8 millones de puestos de trabajo que no se pueden cubrir porque no existen habilidades para ello. Son en su mayoría técnicos de ingenierías informáticas y técnicos industriales". En España, claro está, la cosa se agrava: "no conozco los datos pero no creo que nuestro sistema productivo produzca los técnicos que los tiempos necesitan. Seguimos produciendo cantidades ingentes de abogados, de economistas, de técnicos en disciplinas que están obsoletas y que la sociedad no demanda. Faltan ingenieros punteros en informática o técnicos en robótica, gente que hable lenguas".