Aproximadamente entre 1811 y 1816, hubo grupos de personas en Inglaterra, conocidos como “lúditas”, que destruyeron maquinaria, sobre todo en las fábricas de algodón y lana. Ellos, como muchos de nosotros, tenían miedo al cambio. Había mucho empleo de larga duración en las fábricas de algodón y lana, y estas personas temían que si las máquinas ocupaban sus puestos, quedarían abandonados por la sociedad, sin trabajo e incapaces de mantener a sus familias. Este paradigma puede ilustrar cómo muchas personas perciben la IA en la actualidad

Durante décadas, los bancos han tenido una relación de tira y afloja con la tecnología. Hoy en día, si no invierten continuamente en nuevas herramientas, corren el riesgo de quedarse rezagados respecto a sus competidores o ser superados por nuevos actores, que pueden proporcionar productos financieros más baratos y fáciles de usar

Aunque las aplicaciones actuales de la inteligencia artificial son impresionantes, prevemos que su rápido progreso dará lugar a sorprendentes avances tecnológicos y a una enorme creación de valor económico. Si estamos dispuestos a considerar que una neurona artificial no es fundamentalmente distinta de su homóloga biológica, podemos imaginar una red neuronal artificial comparable en escala al cerebro humano que, con el entrenamiento adecuado, podría tener capacidades similares

Computación en la nube, digitalización del sector salud, electrificación de los vehículos y de la energía…cuando uno mira cuáles serán las grandes temáticas (y subtemáticas) del futuro, la mayor parte de estas están afectadas de forma transversal por la tecnología. ¿Y si nos beneficiamos de ello a través de ETF? Para hablar de todo ello, en uno de los últimos eventos organizados por Estrategias de Inversión y Asset Managers, por parte de las gestoras de fondos contamos con WisdomTree y Fidelity International. Y para hablar de ello, contamos con profesionales de la inversión por parte de SelfBank, AFI Inversiones Globales, ACCI Capital Investments, Tressis y Estrategias de Inversión