Las competiciones deportivas de Tokio 2020 han mejorado la audiencia de Radiotelevisión Española, hasta el punto que han sido seguidas por 23 millones de espectadores durante su primera semana de emisión. Sin embargo, la fuerte inversión realizada en los Juegos Olímpicos no ha acercado a La 1 al liderato de la TDT, que ostenta Telecinco, seguida de Antena 3.
Tampoco le ha otorgado una cuota de pantalla extraordinaria en el horario más caliente de las competiciones, como sí obtuvo Mediaset con la Eurocopa de selecciones de fútbol en las semanas precedentes.
Pónganse los números en negro sobre blanco: la radio-televisión pública ha invertido 58,5 millones de euros para poder retransmitir 400 horas de esta competición. Esto quiere decir que, por cada hora de deportes que ofrece RTVE, se produce un gasto de 146.250 euros.
El Gobierno de España decidió realizar una aportación especial a Radiotelevisión Española –vía Presupuestos Generales del Estado- para que pudiera emitir los Juegos Olímpicos de Tokio. La propietaria de los derechos audiovisuales era Discovery, que había firmado un compromiso con el Comité Olímpico Internacional para que el acontecimiento deportivo se viera ‘en abierto’ en diversos países estratégicos, explican fuentes conocedoras de la negociación.
Las televisiones y los Juegos Olímpicos
Ni Atresmedia ni Mediaset mostraron interés en la adquisición de los JJ.OO., principalmente por dos cosas: primero, porque las principales competiciones se emiten en horario de madrugada y de mañana, es decir, muy lejos del prime time español. Y, segundo, porque su coste es muy elevado, lo que hace imposible rentabilizar la inversión. Máxime en el menguante mercado de la televisión en abierto.
Ante esta situación, Discovery llamó a la puerta de RTVE y el Ejecutivo se mostró a favor de realizar el multimillonario desembolso para apoyar al deporte español.
La propietaria de los derechos audiovisuales dispone en España de un canal en abierto (DMax) en el que ya ha emitido algunas competiciones deportivas, como las finales de algunos Grand Slam de tenis. Preguntadas por la necesidad de gastar casi 60 millones de euros en los Juegos Olímpicos a la vista de que existe DMax, las fuentes oficiales de la RTVE de Rosa María Mateo aseguraron: “Ese canal no garantiza la cobertura suficiente”.
RTVE difundía este viernes una nota de prensa en la que exponía algunos grandes datos sobre los resultados que ha obtenido TVE durante los primeros días de Tokio 2020. “Desde el día 23, La 1 ha ofrecido 166 horas de Juegos Olímpicos, con un balance de 451.000 espectadores y 13,9% de cuota. De esas horas, 135 han sido en directo, con un resultado de audiencia que crece hasta los 464.000 seguidores y 14,5%”, expresaba.
La programación olímpica –añadía- ha aportado a La 1, durante la primera semana de competición, una mejora de audiencia de 187.000 espectadores y 5,3 puntos respecto a la semana anterior. En este periodo, la media global de La 1 crece 1.1 puntos hasta el 9,8%.
Los deportes más vistos han sido el fútbol (24,8% y 1,351.000), el baloncesto (15,4% y 710.000) y la natación (14,3% y 468.000). Y el espacio en La 1 más visto ha sido el partido de fútbol España-Argentina jugado el 28 de julio, con 1.844.000 espectadores y un 24,8%.
Lejos de las TV privadas
Sin embargo, la cuota de pantalla mensual de La 1 fue en julio de 8,9 puntos, es decir, tres décimas más que la del mismo mes de 2020, cuando se igualó el peor resultado histórico de La 1 en julio.
Telecinco (17,3%) cerrará el mes líder y a un mundo de distancia de La 1, impulsada por la buena audiencia que logró durante la Eurocopa. La segunda será Antena 3, con una audiencia superior a los 13 puntos.
La gran beneficiada en esta primera semana de competición es Teledeporte, cuya audiencia semanal ha alcanzado el mejor nivel desde Río 2016, lo que ha incrementado su media mensual hasta el 1,4%. Es decir, un punto más que en junio.
Esto ha impulsado la audiencia del Grupo RTVE, que en su conjunto obtuvo en junio una cuota de pantalla de 13,4 puntos, frente a los 15,2 del mes pasado.
Los Juegos Olímpicos son una referencia deportiva y el principal acontecimiento mundial durante su celebración. Sin embargo –exponen fuentes de las televisiones privadas-, su corta duración y su elevado coste hacen imposible rentabilizar el gasto al que obliga la adquisición de sus derechos. Y su audiencia –que es menor que la del fútbol- tampoco es mayor de la que obtienen las grandes cadenas en prime time.