Ángel Alcalde no es un jubilado al uso. Su última aparición televisiva podría compararse con las que acostumbra a protagonizar Pepe Mujica, expresidente de Uruguay. Las cámaras de la televisión autonómica vasca mostraron a Alcalde como un anciano tranquilo, de voz calmada, que vive con una pensión raquítica y posee un discurso cargado de humanismo. La realidad es muy distinta, como ocurre con Mujica. En este último caso, la prensa española más sensiblera y menos informada no habla de su considerable historial delicitivo como guerrillero o de su cuestionable gestión. Sólo de su discurso solidario. De sus poses, vaya.
EiTB tampoco se empeña en destacar la relación con ETA de Ángel Alcalde o en señalar su larga etapa de prófugo de la justicia, que explica su precaria situación económica. En ambos casos, se obvia el contexto de forma interesada. Un rasgo típico de los nacionalismos más irracionales. Se preguntará usted cuál es la razón para realizar el paralelismo entre estos dos hombres. Busque usted sobre la opinión sobre ETA de la izquierda uruguaya y comprobará que el ejemplo viene al pelo. Tampoco le hablarán de este medio los medios más demagogos.
El caso de Alcalde ilustra a la perfección lo que ocurre día a día en las televisiones autonómicas, unos instrumentos de propaganda en favor de los barones regionales que engullen anualmente 1.000 millones de euros de dinero público. Aproximadamente, el doble del que posee la Secretaría de Estado de Cultura (540 millones) y del que destina el Ejecutivo a los programas de acceso a la vivienda y fomento de la edificación. El caso de EiTB merece ser analizado por separado, pues en un momento en el que todo el mundo mira hacia TV3, se ha obviado que hay un canal en País Vasco que también protege sin miramientos los intereses del partido que gobierna (PNV), pero, además, acostumbra a invertir los papeles cuando habla del terrorismo de ETA. De tal forma que da la impresión de que los verdugos se han convertido en víctimas.
Todo el mundo mira hacia TV3, y se ha obviado que hay un canal en País Vasco que también protege sin miramientos los intereses del partido que gobierna
Para explicar esta situación, basta con observar su redacción, en la que influyen principalmente dos sindicatos: por un lado, el ELA, es decir, el más cercano al PNV. El que el pasado noviembre culpaba al partido de cuyo seno salió de que el País Vasco no avance hacia la soberanía. Por otro lado, se encuentra el LAB, el abertzale. El que tanto tiene que callar.
“El proceso aquí siempre es el mismo. La gente de joven es abertzale y, cuando madura, se vuelve nacionalista. El problema es que esto es una redacción joven”, explica uno de los veteranos de este medio de comunicación. Y añade: “Eso hace que en casos como el de Ángel Alcalde ni siquiera se produzcan por una orden de arriba mediante. Son habituales y surgen de sus periodistas, en una parte, simpatizantes con la causa abertzale”.
Son tiempos en los que la sociedad vasca trata de cerrar heridas tras el fin de la actividad armada de ETA y habituarse a una nueva realidad, en la que se asume que la tensión es imposible de esquivar en ciertos contextos, en los que se pega a la piel, alquitranada, y tapona los poros. Lo cuenta desde diferentes puntos de vista Fernando Aramburu en 'Patria'. Las víctimas buscan aliento mientras la madre del verdugo se cruza con la viuda del ajusticiado en la plaza del pueblo. Las víctimas se ven obligadas a escuchar la propaganda sobre los presos, sobre la independencia o sobre la opresión mientras el entorno abertzale, derrotado, trata de asimilar su frustración. Lo que se ha englobado bajo el abstracto concepto de 'normalización'. Ahora bien, una cosa es mirar hacia el futuro y otra manipular el pasado.
Así lo denuncia Nerea Llanos, coordinadora general del PP vasco y consejera de EiTB, y muy crítica con una actitud que asegura que es habitual en sus programas e informativos: la normalización del terrorismo. Porque está claro que un medio de comunicación no cumple con el servicio público que tiene asignado cuando silencia a las víctimas y convierte en héroes a los niños que, mochila a la espalda, se desplazan a las cárceles que están fuera del País Vasco para ver a sus familiares. Presos etarras. Con delitos de sangre. A eso se le llama blanquear sepulcros.
El exconsejero del Grupo EiTB Gorka Angulo lamentaba recientemente en su cuenta de Twitter la manipulación que esta televisión realiza sobre las víctimas del terrorismo de ETA. “El mismo programa que (mostró el caso de Ángel Alcalde), en septiembre de 2016 incluyó un espacio de más de 7 minutos dedicado al asesinato de Dolores González Katarain, Yoyes, en el que no se mencionaba a su asesino, Antonio López Ruiz, Kubati, para no molestar”, relata.
En la Tv vasca las víctimas se ven obligadas a escuchar la propaganda sobre los presos o sobre la independencia, todo englobado bajo el abstracto concepto de 'normalización'
La directora general de este medio de comunicación es Maite Iturbe, cuya permanencia en el puesto sólo se explica por el apoyo del PNV, su valedor y, a la vez, salvador. En 2015, su mala gestión provocó que la oposición, en pleno, reclamara su cese. El pasado marzo, también surgieron voces en el hemiciclo que reclamaron su dimisión después de la emisión del programa 'Euskalduna naiz, eta zu', que calificaba a los españoles de “paletos', “chonis”, “fachas” o “atrasados”. La polémica se zanjó con una petición de disculpas. Ni Iturbe se fue a su casa, ni el Gobierno la echó.
Por cierto, de su Consejo de Administración ha formado parte hasta hace no mucho Karmelo Landa, antiguo eurodiputado por Herri Batasuna y miembro de la Mesa Nacional del partido que fue condenado dentro del caso de las 'herriko tabernas', en las que se investigaba la financiación a la banda armada desde varias decenas de estos locales.
Se puede decir que Iturbe no ha dedicado un especial esfuerzo a conseguir que esta televisión sirva de órgano de expresión para las víctimas del terrorismo. Tampoco su gestión destaca por su brillantez. Es cierto que los canales autonómicos han visto durante los últimos años caer su audiencia como consecuencia de los recortes a los que han sido sometidos, consecuencia de la crisis económica. Pero desde la oposición parlamentaria le culpan de ser incapaz de remontar la audiencia en franjas fundamentales, como la matinal y la vespertina, en la que se emiten programas realizados por productoras de 'sobrada confianza' para la casa.
También en EiTB nos encontramos con el perejil de todas las salsas, Jaume Roures, a través de la productora K-2000, adquirida en 2007 por Mediapro a la BBK
Las fuentes internas consultadas por este periódico coinciden en señalar a dos empresas en este sentido. Por un lado, Prime Time Media, surgida en 2013 tras la fusión de 3 Koma e Irusoin. En el organigrama de la primera figuraba hasta febrero de ese año Itxaso Atutxa, actual presidenta de la ejecutiva vizcaína del PNV. Por otro lado encontramos a K-2000, que en 2007 fue adquirida por Mediapro a la entidad bancaria BBK. Es decir, por Jaume Roures. El perejil de todas las salsas.
Ciertamente, no ocurre en EiTB nada que no suceda en otras televisiones públicas españolas (incluida TVE), en las el tijeretazo a su presupuesto, el control gubernamental, los manejos de productoras de confianza, el sesgo de sus informativos y las reprobables maniobras de sus sindicatos han configurado un cóctel que amenaza con hacerlas explotar. Tampoco es muy distinta su estructura jerárquica a la de TV3. Sus altos cargos los avala el PNV -Convergència en TV3-, mientras que en su redacción domina la izquierda abertzale -ERC en TV3-.
Pero en EiTB existe un elemento singular y, a la vez, siniestro. Es la manipulación que se realiza en pos de la 'normalización', que ha provocado que sus canales ofrezcan una imagen distorsionada de la realidad en la que, en no pocas veces, ETA y su entorno aparecen como sufridores. Sin contexto. Sin explicar sus crímenes. Y sin hacer referencia a sus crímenes y a sus víctimas.
Ahora que en el Parlamento Vasco hay abierta una ponencia sobre el autogobierno y desde el PNV comienzan a surgir voces que reclaman la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, quizá convenga mirar de reojo a EiTB. Por anticipar un problema...o por evitarlo.